La estación de tren de León, de elevado riesgo por fallo humano

Mapa de riesgos ferroviarios Castilla y León

J.A./Ical

La red ferroviaria tiene en Castilla y León nueve puntos 'negros' con un elevado riesgo de que se produzca un fallo humano y, por lo tanto, con más posibilidades para sufrir un accidente ferroviario. Se trata en la mayoría de los casos de importantes nudos, como León, Medina del Campo (Valladolid) o Palencia, en los que confluyen varios corredores, así como zonas en las que se llevan a cabo un gran número de maniobras. También, ha pesado el historial de siniestros de los últimos años y los sistemas de seguridad.

Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) tiene ya rematado un informe exhaustivo, tras revisar “palmo a palmo” las diferentes líneas y las operaciones ferroviarias, como comprometió la ministra de Fomento, Ana Pastor, durante una comparecencia en agosto después del accidente de Santiago de Compostela. La auditoria, a la que tuvo acceso Ical, identifica en Castilla y León el mismo número de puntos con riesgo permanente de fallo humano que en Galicia.

De esta forma, el mapa de riesgos servirá a Adif para concentrar en estas zonas sus actividades preventivas con el fin de reducir el riesgo de fallos humanos y, por tanto, de siniestros. En toda España, el informe ha identificado 108 tramos 'negros', con diferentes niveles -rojo, verde y amarillo-, según la peligrosidad que representan para la circulación ferroviaria. De ellos, el ocho por ciento se concentra en Castilla y León, donde el último accidente se registró en marzo de 2010, a un kilómetro de Arévalo (Ávila).

Siete provincias de la autonomía cuentan en su red ferroviaria con algún punto de riesgo, excepto Zamora y Segovia. No obstante, de todos ellos destaca el entorno de la estación de León. Es el único rojo o de riesgo alto existente en la Comunidad, ya que cuenta con una nueva terminal en fondo de saco, que obliga a los trenes a salir marcha atrás hacia Asturias o Galicia. Además, en este enclave ferroviario confluyen las líneas procedentes de Palencia, el Principado y Galicia, siendo la puerta del noroeste.

Por este motivo, junto con León, presentan un nivel de riesgo muy elevado las estaciones de La Coruña-San Cristóbal y Orense. La primera acoge la confluencia de las líneas León-La Coruña y Zamora-La Coruña, así como varias bifurcaciones. En la segunda, se une las líneas Ponferrada-Monforte-Vigo y Zamora-La Coruña y se producen maniobras complejas de trenes de larga distancia, como la separación de los Alvia con destino Ferrol o Vigo.

Riesgo medio y bajo

Respecto al nivel de riesgo medio, la red ferroviaria de la Comunidad acumula seis puntos donde se podría producir un fallo humano. Adif ha incluido el nudo ferroviario de Medina del Campo por ser el vértice del triángulo que conecta con el ramal de Zamora-Galicia, Salamanca-Fuentes de Oñoro y Ávila-Madrid. Por el mismo motivo figura Salamanca, para de un corredor de larga distancia que conecta el oeste peninsular con el Mediterráneo.

Asimismo, en el nivel verde de Arévalo ha pesado la complejidad del acceso a una fábrica de harinas cercana a la estación y el siniestro de marzo de 2010, en el que falleció un maquinista leonés debido a la colisión entre un mercancías parado en un semáforo en rojo en la vía, dirección Madrid, y el tren que manejaba, que iba por la misma vía. Los dos viajaban desde Trasona (Asturias) con destino Sagunto (Valencia).

Éste fue el tercer accidente en 60 años. El 11 de enero de 1944, un choque entre un tren expreso y un correo dejó varios muertos. El otro se produjo el 6 de septiembre de 1989, entre un Talgo que cubría la ruta Madrid-Gijón y un tren de mercancías, que se saldó con cinco víctimas.

También presentan para Adif un riesgo medio el entorno urbano de Palencia, donde la red incluye una bifurcación de las líneas convencionales hacia Reinosa-Santander y León (Galicia y Asturias). Por las maniobras que registra, el administrador ferroviario entiende que se puede producir un fallo humano en la terminal burgalesa de Villafría, cercana a la capital, ya que acoge un elevado tráfico de mercancías dentro del eje Madrid-Hendaya.

De la misma forma, el entorno de Miranda de Ebro también ha sido catalogado como de riesgo medio por ser el punto de origen de las líneas hacia Orduña (Vizcaya), Vitoria y Logroño, con un gran paso de trenes de viajeros y mercancías desde el País Vasco hacia Zaragoza y Cataluña.

Por último, completan el mapa de riesgos en la Comunidad dos puntos con baja peligrosidad, situados en Soria y en el entramado de Venta de Baños (Palencia), donde confluyen las líneas Madrid-Hendaya y las de León que parten de Asturias y Galicia y Cantabria. Este triángulo es un importante enclave para el transporte ferroviario del noroeste de España, por donde pasan, entre otros, unos 200 vehículos de Renault a la semana, con destino al puerto de El Musel (Gijón).

Plan de seguridad

El Ministerio de Fomento trabaja en una serie de cambios en el sector ferroviario. En materia de señalización, se ha comprometido a revisar los cuadros de velocidades máximas y la señalización en vía, a colocar balizas ASFA en los tramos con una variación importante de la velocidad, así como a avanzar en la instalación de un sistema satelital en los trenes para controlar de forma remota su circulación. También, examinará los protocolos sobre los profesionales, mejorará las acciones de prevención, así como su formación y la normativa sobre el uso de teléfonos móviles.

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