Endesa cerrará la térmica de Compostilla a partir del 1 de enero de 2019

César Sánchez / ICAL Central térmica de Compostilla en Cubillos del Sil.

Ya hay certeza y fechas sobre el inminente cierre de Compostilla. Tal y como ha adelantado El Confidencial este jueves, la central térmica de Cubillos del Sil y propiedad de Endesa, tiene los días contados. En concreto, según las mismas informaciones, cerrará a partir del 1 de enero de 2019. La eléctrica española ya habría comunicado oficialmente al Ministerio de Transición Ecológica su decisión de no seguir invirtiendo capital en esta planta de carbón para adaptarla a los nuevos estándares medioambiantes exigidos por la Unión Europea. El anuncio formal lo hará la propia Endesa la próxima semana en la presentación de su nuevo plan estratégico.

Por tanto, según el digital, José Bogas, consejero delegado de Endesa, ha trasmitido ya a Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica, la decisión definitiva para proceder al cierre efectivo el 30 de junio de 2020. La directiva europea de emisiones industriales señala que las centrales que no cumplan los nuevos estándares a junio de 2020 deberán reducir su producción eléctrica de forma notable y, en todo caso, proceder a su clausura definitiva en el año 2023, siempre y cuando no se cumpla la normativa de emisiones.

El mismo futuro le espera a la térmica de Andorra (Teruel). Curiosamente se trata de las dos térmicas que quemaban carbón nacional, mientras que Endesa dejará abiertas la gallega de As Pontes y otra central en Almería, que trabajan con carbón de importación. Según este medio, la decisión de cierre afectará a mil empleos directos y a otros 5.000 indirectos.

El plan de cierre de Endesa de la térmica ubicada en la localidad berciana de Cubillos del Sil lleva años en marcha, pese a la incredulidad de buena parte de los responsables políticos locales. En 2014 la compañía eléctrica ya dotó en sus cuentas los fondos necesarios para cerrar y desmantelar la central térmica. Los planes estratégicos tanto de Endesa, como de su principal accionista la italiana Enel, ya contemplaban el cierre de la mayoría de sus térmicas y dejar sólo en funcionamiento las que quemaban carbón de importación.

La autorización de cierre de la térmica depende del Gobierno central, y necesita una autorización ambiental previa. Hasta el momento en la provincia de León tiene esa autorización ambiental, aunque no la de cierre definitivo, la central de Anllares ubicada en el municipio de Páramo del Sil propiedad de Naturgy (Gas Natural Fenosa) y la propia Endesa.

El número dos del Ministerio de Transición Ecológica, el secretario de Estado de Energía, ya reconoció hace unos días que sólo quedarían abiertas en España cinco centrales térmicas en 2020, lo que supone, según lo que las propias eléctricas han expresado, que la única que sobreviviría en la provincia leonesa es la de La Robla, propiedad de Naturgy.

El cierre de la central térmica de Compostilla es toda una traición de Endesa a sus orígenes ya que esta planta es precisamente el origen de la compañía eléctrica en la década de los 40, cuando el gobierno de Franco promovió la construcción de la térmica, que le costó incluso un desconocido atentado desvelado por ILEÓN.

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