“El verdadero empresario es el que lucha por sus empleados por encima de todo”
El Colegio de Economistas de León entregaba el viernes de la semana pasada el Premio Bécker, con el que anulamente reconoce la trayectoria de empresarios leoneses, al maragato Evaristo García Gómez. Por su avanzada edad no pudo asistir al acto en la Colegiata de San Isidoro y en su nombre recogió el galardón su hijo Norberto García Azpíroz.
Nada más conocer la noticia de que el propietario de Pescaderías Coruñesas había sido el premiado, Astorga Redacción se puso en contacto con su hijo Diego García para tratar de entrevistar a quien mejor representa el éxito de los pescaderos maragatos en Madrid.
Aquel niño nacido en Combarros en 1933, que se fue con 9 años a Madrid a principios de la década de los 40, tiene hoy 81 años. Evaristo García es el artífice de un conglomerado de empresas de pescado y de restauración cuya facturación ronda en la actualiad los 40 millones de euros. Comenzó vendiendo pescado junto a los ocho trabajadores con los que empezó en 1956 en Pescaderías Coruñesas, y ahora sus empresas emplean a más de 250 personas.
Astorga Redacción: A lo largo de su vida ha recibido numerosos premios pero faltaba que en su tierra reconocieran su trayectoria, ¿satisfecho?
Evaristo García Gómez: Recibir un premio en mi tierra me llena de orgullo, por circunstacias tuve que irme a Madrid con 9 años a trabajar, pero siempre he llevado conmigo mis raíces maragatas y leonesas. Para mí Combarros, mi 'pueblin', y Astorga son los rincones más maravillosos del mundo.
Cada año el Premio Bécker nos recuerda a los leoneses, que existe un puñado de paisanos sobresalientes en el mundo empresarial. En esta edición la decisión del jurado se ha inclinado a favor de usted, un empresario que procede de una comarca, la Maragatería, en la que el valor más destacado es la honradez, una palabra en desuso en este comienzo del siglo XXI, ¿no cree?
Me enseñaron que una palabra vale más que una firma, y que el dinero hay que ganarlo con el esfuerzo y la dedicación diaria. Es cierto que en los últimos tiempos la gente ha intentado buscar atajos, pero en estos casos la satisfacción con uno mismo no es igual.
Con 23 años usted se puso al frente de la tienda de Pescaderías Coruñesas de la Calle Recoletos, una sucursal en pérdidas que logró levantar con la complicidad de la plantilla de empleados. ¿Dónde estuvo el secreto del éxito? ¿En trabajar, trabajar y seguir trabajando?
Trabajar y trabajar pero, ojo, con cabeza. Yo siempre les dije a mis hijos “no hacer nada pero que esté todo hecho”, la verdad es que lo de no hacer nada no lo hemos conseguido nunca..., porque al final lo más importante para que tus empleados crean en ti es dar ejemplo.
Imaginamos que usted es de los que ante los retos de la vida se crece. A sus empleados siempre les ha dicho que hay que tachar el 'NO' del vocabulario de la empresa. Con ese espíritu y desde su posición actual en esa privilegiada atalaya de observación que son los años, ¿usted cree que España cree en el 'SÍ' para salir de la profunda crisis económica en la que nos encontramos? ¿cuáles cree usted que han sido los errores cometidos para que en la actualidad tengamos una cifra de casi 5 millones de parados?
Es cierto desde que tuve que llevar la responsabilidad del negocio, siempre ponía carteles de “El 'no' no existe” y “ Sonría por favor” incluso en los departamentos de atención telefónica.
Cuando comencé a trabajar con mi familia en la Pescadería La Astorgana, estábamos peor que ahora y sacamos entre todos a este gran país de una situación crítica después de una guerra. Me pregunta cuáles han sido los errores en los últimos años, yo creo que se estaban empezando a perder los valores que nos hicieron sentar las bases de lo que llegamos a ser, que eran el esfuerzo y la familia.Y en la empresa el verdadero empresario es el que lucha por sus empleados por encima de todo, yo nunca hubiera llegado a nada sin la gente que he tenido a mi lado.
Usted está pasando el examen de la vida con excepcionales notas, eso es, al menos, lo que profesionalmente ha trascendido de usted: para la sociedad Evaristo García es un empresario de éxito, un triunfador. Con la lucidez de la vejez y sin tener ya que demostrar nada, ¿cómo se ve a usted mismo en la actualidad? ¿qué piensa de los aduladores?
La verdad es que me veo cansado...
Tengo que reconocer que el halago es una satisfacción personal, pero ojo tiene que durar un segundo, la crítica es lo que te hace crecer y mayormente tiene que venir de uno mismo.La única forma de mejorar es pensar que cada día voy a enmendar los errores del día anterior.
Con el 'pedigrí' que tiene siendo nieto de arriero e hijo de pescadero, ¿qué significa para usted ser maragato?
Para mi ser maragato es un título, es una forma de ser compometida con los valores profesionales y con los valores familiares. Ante todo es un orgullo haber podido sentar las bases de mi personalidad desde lo que me han transmitido mis padres y mis abuelos, que han sido maragatos como yo.
Es más, a parte de mis hijos que ahora mismo son los máximos responsables del negocio, tengo la satisfacción de tener en cada una de las empresas como encargado a un maragato, como yo, y que conste que todos empezaron de aprendices conmigo.
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