Educación impulsa un programa para los que han abandonado la ESO con ayudas

Ical

La Consejería de Educación pondrá en marcha en enero un programa para 'repescar' a alumnos que comenzaron a cursar Educación Secundaria Obligatoria pero abandonaron y no obtuvieron el título. Bajo el nombre 'Gradua2', la iniciativa se centra en clases personalizadas, de no más de 20 alumnos, e incluye ayudas de residencia, transporte y manutención en caso de que sea necesario el traslado a otra provincia. Además, una vez que el estudiante haya obtenido el título y se haya matriculado bien en FP o en Bachillerato, el programa contempla ayudas que podrían alcanzar los 500 euros.

El director general de Política Educativa, Fernando Sánchez-Pascuala, explicó a Ical la importancia de recuperar a estos alumnos que formaron parte del sistema y que estuvieron muy cerca de obtener el graduado en ESO. Este programa se enmarca en las propuestas presentadas en el plan operativo de empleo juvenil cofinanciado por el Fondo Social Europeo, entroncado en el Sistema de Garantía Juvenil del Ministerio de Empleo y Seguridad Social.

La misión del plan, que prevé llegar a 200 alumnos y se desarrollará de enero a junio, pasa por diseñar e impartir en dos años consecutivos clases específicas para el alumnado destinatario, con la finalidad de incrementar el porcentaje de titulación en las pruebas para la obtención del graduado en la ESO. Actualmente, el alumnado que se presenta a estas pruebas es menor del potencial posible y además son muy pocos los que logran superarlas.

Por tanto, el objetivo es que superen la prueba y se gradúen para continuar dentro del sistema educativo, bien hacia Formación Profesional o bien hacia Bachillerato. Para ello, se harán cursos de preparación para superar las pruebas con clases personalizadas y de apoyo y orientación al alumnado en grupos reducidos y se otorgarán las citadas ayudas económicas.

En estos momentos, la Consejería se encuentra configurando dos grupos en la Comunidad, aunque en función de la demanda podrían crearse nuevos grupos en cualquier momento. De momento, los dos que previsiblemente comenzarán a rodar en enero estarán en Zamora y en Valladolid.

El curso de Zamora se impartirá de enero a a junio en el Instituto de Educación Secundaria Alfonso IX que tiene la particularidad de que disponer de una residencia estudiantil anexa. Según explicó Sánchez-Pascuala, en este grupo podrán participar alumnos de otras provincias o que pertenezcan al entorno rural. En este caso, la Consejería cubre todos los gastos de transporte, manutención y residencia de los alumnos para que permanezcan de lunes a viernes en el centro. Además de los profesores, que estarán especializados en estos casos, los alumnos contarán con un psicopedagogo que les ayudará en todo lo que necesiten, al tiempo que durante la tarde harán las tareas con los educadores de la residencia.

En el caso de Valladolid, previsiblemente, las clases se desarrollarán en el Instituto de Educación Secundaria La Merced, y serán en horario diurno. Los alumnos acudirán luego a su domicilio. Podrían participar alumnos de Palencia y de otros lugares cercanos, casos en los que la Consejería también cubriría los gastos de transporte.

Prioridad para elegir ciclo

Una vez concluidas las clases, los alumnos que decidan continuar estudiando algún ciclo medio de Formación Profesional tendrán la ventaja de cursar el que deseen, independientemente de las solicitudes de plaza que existan. Es decir, tendrán prioridad para matricularse y, además, dispondrán de una ayuda económica del entorno de los 500 euros para los gastos que les suponga continuar con sus estudios y para que se dediquen de forma exclusiva a los mismos.

En el caso de que el alumno que haya superado la prueba y haya obtenido el graduado en ESO quiera seguir por la vía del Bachillerato, también podrá contar con la ayuda económica. En definitiva, se trata, según explicó el director general de Política Educativa, de recuperar estos alumnos que no superaron la prueba que, “en Castilla y León, es más dura que en otras comunidades autónomas”.

Este programa se desarrollará en dos años, que es el periodo que transcurrirá hasta que se ponga en marcha la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) dado que esta nueva norma incluye la denominada prueba de cualificación, si bien, con modificaciones, podría servir para aquellos que no superen esa prueba y a los que la ley no permite volver a matricularse en cuarto de la ESO, sólo realizar la prueba. Por lo tanto, sostuvo, puede servir para mejorar la tasa de no promoción de Secundaria que se sitúa en el entorno del 10 por ciento de los 20.000 estudiantes que cursan cuarto de la ESO en Castilla y León.

Perfil

Para poder participar en el programa los alumnos han de tener cinco o menos suspensos en las calificaciones de cuarto de la ESO, no tienen que haber transcurrido más de dos años desde que se suspendió el citado curso y tener al menos 18 años cumplidos o que los cumplan en el año en que se realiza la prueba y no tienen que haber realizado la prueba de graduado en ESO más de una vez.

Asimismo, se requiere que el alumnado sea “implicado y comprometido” en el desarrollo de la actuación y la consecución de los objetivos marcado. Además, la cuantía económica estará ligada a que se supere la prueba y se continúe con los estudios.

Por lo que se refiere al profesorado, serán de docentes con experiencia y gran motivación hacia este tipo de actuaciones. Asimismo, los grupos se organizarán de uno a tres por provincia, si bien hasta ahora sólo hay grupo en Valladolid y en Zamora, este último dispone de residencia para los alumnos que sean de otra provincia o del entorno rural.

En cuanto al perfil del alumnado, se trata de estudiantes que abandonaron la ESO y más tarde quisieron sacarse el graduado a través, por ejemplo, de la educación para adultos o de otras vías o aquellos que no optaron más a la prueba. La detección de este alumnado se ha llevado a cabo a través de la elaboración de un documento que incorpora diversa información sobre el alumnado que permita conocer la disposición hacia el programa, el perfil y su determinación de reincorporarse o no al sistema educativo.

Esta información ya se ha recogido en los centros en los que se tenía constancia de que habían estudiado alumnos potenciales y actualmente se está realizando el tratamiento de los datos para continuar con las actuaciones que permitan llegar al mayor número de alumnos.

Materias, hueso

En lo que se refiere a las materias que el alumnado no aprueba, se observa que en los tres perfiles de alumnado analizado figuran prácticamente las mismas materias, que son lengua castellana y literatura, inglés y matemáticas. En esta última matemáticas A y B siempre están en posiciones centrales.

Junto a matemáticas, lengua e inglés, aparecen materias como física y química, biología y geología y ciencias sociales, geografía e historia. Al igual que en el caso de matemáticas, física y química y biología y geología pueden ser consideradas en su conjunto.

En las últimas convocatorias del título -que según explicó el director general no se inscriben aquellos estudiantes que han suspenso más de cuatro o los que creen que no la van a superar- se han inscrito desde el año 2009 un total de154 estudiantes, de los cuales, 116 se presentaron y 57 superaron la prueba. Así, en 2009 el número de titulados fue de 17, de los 34 que se presentaron; en 2010, siete de 17; en 2011, 13 de 23; en 2012, seis de 24; y en 2014, 14 de 18.

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