La DO Tierra de León concluye la vendimia con 1,3 millones de kilos, un 70% menos que hace un año

Foto de archivo. César Sánchez / ICAL

Ical

La vendimia en la Denominación de Origen Tierra de León ha concluido con una merma importante en su producción debido fundamentalmente a las inclemencias climatológicas de los últimos meses, en especial las heladas registradas durante la primavera. De esta manera, y aunque en un principio se estimaron que las pérdidas alcanzarían el 85 por ciento, finalmente se consiguieron recoger algo más de 1,3 millones de kilos, lo que supone unas pérdidas menores, del 70 por ciento, aunque muy lejos de los 4,2 millones de euros recogidos el año pasado.

El director técnico de la DO, Alejandro González, lamentó que las heladas se cebaron fundamentalmente en esta zona, lo que llevó a solicitar la denominación de zona catastrófica, aunque finalmente las pérdidas no fueran tan elevadas como se estimó en un primer momento, y aunque se ha producido una mejora “no ha sido suficiente para reducir las pérdidas al 50 por ciento”, señaló.

El prieto picudo sigue siendo la variedad “estrella” de esta DO, aunque Fernández puso de relieve también el crecimiento del albarín, que ha mantenido su aumento exponencial y ha superado una producción del siete por ciento, una tendencia que se espera que se mantengan hasta convertirse en la variedad blanca más recogida en la DO Tierra de León. Aunque las heladas ocasionaron importantes daños, la falta de lluvias no ha resultado perjudicial, ya que la humedad y el calor suelen propiciar la aparición de enfermedades fúngicas, algo que este año no se ha producido, con lo que la calidad de la uva “ha sido excelente”.

Por otro lado, y también como consecuencia de las heladas las bodegas y viticultores tuvieron que enfrentarse a dos velocidades diferentes de vendimia, y para salvar esta diferencia en los procesos de maduración hubo que plantearse en algunos casos la realización de dos vendimias: una primera en los racimos que alcanzaron la maduración en condiciones normales y una segunda de los racimos más retrasados.

Además de las pérdidas de este año, también se lamenta el arrastre que los daños de este año pueden arrastrar en ejercicios posteriores. El daño en la viña como consecuencia de las heladas ha sido “generalizado y muy grande” y habrá parcelas que no puedan recuperar la totalidad para que vuelvan a tener “la vida y el vigor” que tenían anteriormente. Alejandro González incidió en que “hay plantas muertas y otras sobre las que hay mucho trabajo por hacer”, algo que se notará en las vendimias de los próximos años. De hecho, el próximo año se espera conseguir entre el 50 y 70 por ciento de producción y se descarta poder alcanzar la totalidad antes de la añada de 2019.

El presidente de la DO Tierra de León, Rafael Blanco, consideró que la entidad se encuentra ante un momento “clave” que viene favorecido por el nombramiento de León como Capital Española de la Gastronomía 2018. Además, la DO acaba de cumplir diez años de vida, un tiempo que además se ha visto afectado por la crisis económica, por lo que se espera que ahora se fije “un punto de inflexión” para el desarrollo de estos vinos, que además afrontan el próximo cambio de denominación para llamarse DO León, una vez que Bruselas lo autorice definitivamente, ya que ahora el permiso para el uso de este nombre es temporal.

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