La DO Bierzo se convierte en la primera zona de España en clasificar su vino en unidades geográficas menores
La presidenta del Consejo Regulador de la Denominación de Origen (DO) Bierzo, Misericordia Bello, presentó este martes el nuevo pliego de condiciones que regirá el área de producción vinícola y permitirá que el territorio berciano se convierta en la primera zona productora de España en la que el vino se clasificará en unidades geográficas menores, como vino de villa, de paraje o de viña clasificada. El nuevo reglamento incorpora además, dos nuevas variedades de uva y diez nuevos municipios que se integran en la DO, lo que sumado a la nueva clasificación de viñedos “va a revolucionar el área de producción”, explicó Bello.
En ese sentido, la presidenta del organismo consideró que el aprobado de este nuevo pliego de condiciones es “la noticia más importante en la historia de la DO”. “Hemos hecho historia en España y vamos a marcar un antes y un después”, aseguró Bello, que valoró el nuevo sistema como una manera de “unir el vino a su origen” de una manera promenorizada. Tras el visto bueno, el pasado verano, al nuevo modelo de etiquetado, las bodegas que participen en el nuevo sistema de clasificación deberán dotar a cada botella de la documentación necesaria para acreditar su procedencia.
Se trata, subrayó Bello, de “poner los cimientos para un cambio en la zona”, que permitirá a bodegueros y viticultores aumentar el precio de los vinos y de las uvas. El proceso, que arranco hace cinco años y que ha contado con el apoyo de la Junta a través del Instituto Tecnológico Agrario (Itacyl), se está llevando a cabo también en otras zonas productoras como Priorat o La Rioja. Tras cerrarse el periodo de alegaciones sin que se haya presentado ninguna objección, el visto bueno final llegará en un plazo de un mes y medio, con el acuse de recibo por parte de las instituciones comunitarias en Bruselas.
Por el momento, 25 de las 79 bodegas inscritas en la DO han comunicado al Consejo Regulador su intención de elaborar y etiquetar sus vinos de acuerdo con la nueva clasificación por unidades geográficas menores, lo que les obligará a reducir el rendimiento de uva entre un 20 y un 35 por ciento. El sistema se inspira en el que ya llevan a cabo otras regiones tradicionalmente vinícolas de Europa, como la italiana del Piamonte o la francesa de la Borgoña.
Nuevos municipios y variedades
El nuevo pliego de condiciones también incorpora al ámbito geográfico de la DO a diez nuevos municipios elaboradores, con lo cual el número de ayuntamientos asociados se eleva hasta 32. Son terrenos en los que el auge de la minería a lo largo del pasado siglo provocó el abandono de los viñedos viejos, que ahora se intentan recuperar. Los municipios nuevos que “enriquecerán el mapa vinícola” de la comarca son Benuza, Berlanga del Bierzo, Fabero, Folgoso de la Ribera, Igüeña, Oencia, Sobrado, Toreno, Torre del Bierzo y Trabadelo y entre todos aportan cerca de 240 hectáreas para el cultivo.
Además, se incorporan las variedades autóctonas Merenzao y Estaladiña, presentes desde hace siglos en las viñas de la comarca y cuya presencia se intenta ahora reconocer, debido a su importancia enológica. También se da entrada a la elaboración del tradicional vino clarete o rosado, que requiere de un porcentaje de uvas tintas de entre el 40 y el 60 por ciento.
Devolver la dignidad
Durante la presentación del nuevo pliego de condiciones, el prestigioso bodeguero Álvaro Palacios valoró este nuevo reglamento como una herramienta para “devolver la dignidad histórica a un lugar tradicional de elaboración”, que padeció, como el resto del país, la decadencia del sector agrícola a lo largo del siglo XX. El nuevo pliego de condiciones, aseguró Palacios, permitirá “llamar a las viñas por su nombre”, lo que supone un impulso al respeto por el patrimonio histórico vitivinícola de la región europea con más superficie de viñedo viejo.
En esa línea, Palacios consideró que la defensa de este legado permite “dar una imagen de seriedad a la región” y adecuarse a las exigencias del mercado de los grandes vinos. “La gente quiere saber de dónde viene su vino”, afirmó el bodeguero, que subrayó que esta medida también contribuirá a favorecer el interés del enoturismo.