Diseñan una herramienta pionera para entrenar la comprensión lectora infantil
Los estudiantes españoles tienen niveles de comprensión lectora por debajo de la media de la OCDE, tal y como revelan los informes Pisa. Investigadores de la Uned han desarrollado un novedoso programa con el que mejoran esta comprensión de niños y niñas de primaria, centrado en los procesos ejecutivos de la memoria operativa. Para comprobar su eficacia, han probado la técnica con escolares de un colegio de Alcobendas (Madrid).
La comprensión lectora de los niños y niñas españoles es baja –12 puntos por debajo de la media de la OCDE, según el último informe Pisa–. Para mejorar sus niveles, investigadores de la Uned han desarrollado una herramienta pionera, tal y como recoge la revista Reading Research Quarterly.
“Este es el primer programa de mejora de la comprensión lectora mediante el entrenamiento en los procesos ejecutivos de la memoria operativa implicados en la propia lectura”, explica Juan Antonio García-Madruga, investigador del departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Uned y autor principal del estudio.
El método enseña a realizar de forma más profunda y eficaz diferentes tareas de lectura, como la resolución de analogías y anáforas, la realización de inferencias, la ordenación de frases desordenadas, la detección de inconsistencias en los textos o la comprensión de instrucciones complejas. Todo con el objetivo de entrenar las funciones ejecutivas, es decir, los procesos de atención y memoria, durante la realización de estas tareas.
Para comprobar la validez de la herramienta, los investigadores llevaron a cabo dos experimentos. En el primero participaron 35 niños y niñas de entre 8 y 9 años de un colegio de Alcobendas (Madrid), divididos en dos grupos de forma aleatoria. Uno de ellos fue entrenado con el programa 50 minutos diarios durante 12 días. El otro recibió las clases normales. Los niveles de comprensión lectora fueron analizados antes y después del experimento.
En la segunda prueba participaron 40 estudiantes del mismo colegio y con las mismas edades del experimento anterior. En este caso, los escolares se dividieron en función de sus habilidades iniciales de comprensión lectora.
“El primero nos permitió una comprobación preliminar de la eficacia del programa. En el segundo realizamos una mejora del programa a partir de los resultados obtenidos en el primero, y comprobamos la importancia de adaptar la intervención a las competencias de los estudiantes”, apunta García-Madruga.
Los resultados de ambos experimentos revelaron que la comprensión lectora de aquellos estudiantes entrenados con la herramienta mejoraba claramente y era superior a la de los compañeros que habían recibido una enseñanza normal. Asimismo, la eficacia del programa era mayor en los estudiantes que, antes de realizar la intervención, tenían un nivel de comprensión lectora más bajo.
Enseñar a leer y a comprender
Los autores, entre los que se encuentran expertos de la Universidad de Valencia y de la Universidad de Cantabria, proponen modificar la forma en que se enseña a leer. “La enseñanza de la lectura debería implicar, además de las habilidades de descodificación, la enseñanza específica de la comprensión lectora”, apunta García-Madruga. “El problema es que, para lograrlo, habría que formar a los profesores en los conocimientos más recientes sobre este tipo de comprensión”, reconoce.
Los investigadores se proponen realizar más experimentos para consolidar los resultados y adaptar el programa a estudiantes con dificultades específicas de comprensión o con el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH).