CSIF pide refuerzo educativo “negociado” y prestado por profesorado voluntario de la lista de interinos

Miriam Chacón / ICAL Aula de portugués en el CEIP Menéndez Pidal de Bembibre.

Los responsables de la Consejería de Educación aprovecharon una nueva reunión con los sindicatos más representativos de la enseñanza para reiterar que la situación sanitaria marcará la vuelta o no a las aulas este curso, aunque reconocieron que las clases presenciales no parecen “factibles” al estar toda la Comunidad en la fase 0 de la desescalada. Fue el mensaje que lanzaron a los representantes de las organizaciones sindicales la víspera de la reunión que mantendrá la consejera de Educación, Rocío Lucas, en la Conferencia Sectorial con la ministra Isabel Celáa y el resto de consejeros del ramo.

Los sindicatos fueron más allá y demandaron que la actividad presencial no vuelva hasta el curso próximo. No en vano, apostaron por que todos los territorios de Castilla y León tengan que adoptar las mismas medidas, con independencia de la fase en que esté cada provincia.

Un comunicado de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), que es la organización más representativa, apuntó que siempre se debe tomar como referencia la provincia que esté en un nivel más bajo y así impedir, por ejemplo, que se haga desplazar a un docente de un lugar que está en una situación más atrasada a un centro que está en otro territorio con una situación más avanzada. “Hemos pedido que la Consejería sea firme en la reunión de mañana para que no se produzca la vuelta presencial hasta el próximo curso en Castilla y León”, apuntó la presidenta del Sector Autonómico de Educación de CSIF, Isabel Madruga.

Además, sindicatos y administración coincidieron en que debe primar la salud y que la vuelta a las aulas a partir de septiembre sea cuando haya las condiciones sanitarias adecuadas y en función de las características de cada centro y las fases de cada territorio.

CSIF rechazó la apertura de los centros docentes y que miembros del equipo directivo o algunos profesores tengan que acudir a desempeñar tareas. Una demanda que la Consejería respondió, según CSIF, que lo evita “en la medida de lo posible”.

En caso de que se contemplara abrir en julio para alguna actividad, CSIF reiteró que tiene que ser al margen del calendario escolar porque la función de los centros debe ser educativa. En este sentido, reclamó que el anunciado refuerzo educativo deberá ser negociado y prestado por profesorado voluntario de la lista de interinos.

“La apertura de los colegios como llevar a cabo los trabajos del programa Releo+ deberá hacerse con todas las garantías sanitarias y con instrucciones homogéneas en toda la Comunidad, sin cargar a los centros y equipos directivos con la tarea y la responsabilidad”, añadió el sindicato

De cara a la posible vuelta a la actividad laboral presencial en septiembre, CSIF apostó por la desinfección de todos los centros; la realización de test masivos; la dotación de dispensadores de hidrogeles y mascarillas; ratios de 12 estudiantes por aula lo que implicará un aumento de docentes; la separación mínima de dos metros entre docentes y/o alumnado en todas las dependencias del centro; entradas y salidas escalonadas o por turnos; la no reincorporación de personal de riesgo (mayores de 55 años, enfermos crónicos, embarazadas o situaciones excepcionales) y agilizar la sustitución rápida de los docentes en cuarentena o de baja.

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