El CRE participará en 2013 en un proyecto de I+D+i para prevenir el deterioro cognitivo

DiCyt

El Centro Estatal de Discapacidad y Dependencia de San Andrés del Rabanedo (CRE), en León, participará a lo largo de 2013 en un proyecto de I+D+i cuyo fin último es prevenir el deterioro cognitivo asociado al envejecimiento. Así lo ha dado a conocer la nueva responsable del centro, María Teresa Gutiérrez Fuentes, durante la visita hoy del subdelegado del Gobierno en León, Juan Carlos Suárez-Quiñones y Fernández.

La nueva responsable del CRE explicó que el Proyecto Brain Computer Interface for cognitive training and domotic assistance against the effects of ageing (Interfaz entre el cerebro y el ordenador para el entrenamiento cognitivo y la asistencia domótica contra los efectos del envejecimiento), pertenece a los Proyectos Cero de Envejecimiento 2011 de la Fundación General del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (FGCSIC) en el que colabora la Universidad de Valladolid y el CRE.

Se trata, según ha detallado, de un trabajo de investigación “que pretende, por un lado, prevenir o frenar el deterioro cognitivo asociado al envejecimiento y, por otro lado, facilitar el acceso de las personas dependientes a los dispositivos presentes en su entorno habitual”. Tanto la valoración neuropsicológica como el entrenamiento y registro encefalográfico se van a realizar en el Centro estatal.

En la investigación participa el Grupo de Ingeniería Biomédica (GIB) de la Universidad de Valladolid. Como señaló en declaraciones recogidas por DiCYT el coordinador del Grupo, el catedrático del Departamento de Teoría de la Señal, Comunicaciones e Ingeniería Telemática Roberto Hornero, los sistemas BCI “tratan de monitorizar la actividad cerebral para controlar un determinado dispositivo”. A través del proyecto se pretende alcanzar dos grandes objetivos, por un lado “utilizar esa actividad cerebral para realizar ejercicios que vayan aumentando en dificultad con la idea de desarrollar una terapia de entrenamiento cognitivo”; y por otro “desarrollar una aplicación que permita controlar el equipamiento domótico que se tiene en una casa con esa actividad cerebral”.

Respecto a la primera parte del proyecto, consistirá concretamente en diseñar, desarrollar y validar una aplicación de entrenamiento cognitivo gobernada por un sistema BCI basado en ritmos sensoriomotores derivados de la señal de electroencefalograma (EEG). Estos sistemas requieren un participación intensiva por parte del usuario, por lo que la interacción de estos con la aplicación podría suponer un entrenamiento muy adecuado para prevenir el deterioro cognitivo asociado a la edad.

Las tareas de desarrollo cognitivo implementadas en la aplicación serán seleccionadas por terapeutas especializados, con la participación de cuidadores y de los propios usuarios. Asimismo, se pretende diseñar un amplio número de tareas que se agruparán en diferentes categorías (atención, percepción, cálculo mental, interacción espacial, memoria, etc) y en diferentes niveles de dificultad (fácil, intermedio, alto, experto), con la intención de evaluar el progreso y habilidades de los usuarios.

Control de dispositivos domóticos

En una segunda fase del proyecto, se tratará también de diseñar, desarrollar y validar una aplicación mediante un sistema BCI basado en potenciales evocados P300 derivados del EEG. El objetivo de esta segunda aplicación es asistir a las personas mayores dependientes que presentan serias dificultades para interactuar con su entorno habitual. Esta nueva aplicación tratará de gestionar las principales necesidades de comunicación (teléfono), confort (luces, calefactor, ventilador) y entretenimiento (televisión, DVD, equipo de música, disco duro multimedia), para incrementar su independencia y autonomía.

Según detalla el coordinador del GIB, la gran ventaja que tienen los sistemas BCI basados en potencial evocados P300 es que son “muy útiles”. “Van iluminando de forma aleatoria los diferentes dispositivos que queremos controlar, la televisión, el DVD, el equipo de música, la calefacción, el teléfono, etc, y la persona simplemente se tiene que fijar en el dispositivo que quiere controlar”. Cuando se fija en el dispositivo y se ilumina de forma aleatoria, agrega, “se genera ese potencial P300 que nosotros tenemos que capturar y una vez capturado tenemos que ejecutarlo y saber qué acción estaba pensando el usuario”, precisa. Para probar su funcionamiento en un entorno real, la evaluación de las aplicaciones BCI desarrolladas en este proyecto correrá a cargo de los usuarios del Centro de Referencia Estatal.

Etiquetas
stats