Couchsurfing: explora el mundo y duerme gratis

Couchsurfing

Marta Rzymkowska

La idea de Couchsurfing es simple, gente de todo el mundo ofrece mutuamente alojamiento gratuito. Juntos exploran y cambian el mundo, pero eso no es todo. ileon.com habla con dos dos leoneses, experimentados couchsurfers, que cuentan todo acerca de sus impresiones.

¿Cómo comenzó todo esto?

La idea de 'surfer de sofá' nació en 1999 en la mente del americano Casey Fenton, quien estaba buscando alojamiento en Islandia. Fenton preguntó por e-mail a 1.500 islandeses sobre la posibilidad de alojarse en sus casas, y recibió 50 respuestas positivas. Este evento fue el germen de la coouchsurfing idea.

Hoy en día, en el mundo existen más de seis millones de couchsurfers. La organización ha sido creada por personas que trabajan para ayudar a millones de viajeros de todo el mundo a la hora de encontrar una cama cómoda y un buen tutor durante el viaje.

¿Cómo convertirse en Couchsurfer?

Sólo es necesario crear un perfil en couchsurfing.org. Además del nombre, el usuario también debe exponer sus gustos, el conocimiento de idiomas extranjeros, o el título de su película favorita. “Siempre es mejor pasar el tiempo con alguien que comparta tu afición”, cuentan algunos couchsurfers. También se debe incluir lo que puede ofrecer a sus potenciales visitantes: cama, caminar, ir a la cafetería y qué espera él a cambio.

El anfitrión y los invitados se complementan con las calificaciones y comentarios de los demás. Cada usuario puede decidir a quién acogerá bajo su techo. ¿Es tan simple?

El 'surfer de sofá' no es un hotel gratuito, es una manera de vida

La idea de couschsurfing va más allá de la acomodación gratis, se trata, sobre todo, de una buena forma de conocer gente nueva que puede ayudar a explorar una ciudad extranjera y una buena manera de pasar el tiempo. El punto clave no es dormir en la cama de alguien y por la mañana marcharse: couchsurfer potencia que las personas que ofrecen su casa hagan de guía en la ciudad visitada, y acompañen también a sus 'invitados' a disfrutar del ocio nocturno, creando incluso nuevas amistades, esa es la idea.

Surfers son sobre todo las personas, que pueden permitirse el lujo de pagar el hotel en el momento del viaje, pero prefieren explorar una nueva ciudad por sí mismos, a pesar de las complicaciones que pueden presentarse en los caminos y destinos turísticos.

León tiene sus representantes en el mundo del CS.

  • Miguel

Miguel es una persona muy interesante, como él dice “abierta y un poco loca, como todos los surfers”. En su perfil destaca que está interesado en la Historia del Siglo XX. Miguel es un amante del cine, coleccionista de DVD's y, aparte de esto, experto en Historia del cine, sobre todo italiano.

Miguel no sabía nada de CS hasta que vio cómo funcionaba esta idea en el programa televisivo 'Callejeros Viajeros en Nueva York'.

Inmediatamente lo buscó en google y, en una hora, tuvo su perfil listo. En tres días recibió una petición de un chico belga y de esta experiencia tan agradable empezó su aventura con CS.

En León Miguel invitó a su casa a ocho personas. Las impresiones de sus invitados sobre León siempre han gustado. Casi todos han sido extranjeros, menos una chica de Granada, y para todos era la primera vez que venían a la ciudad leonesa.

En México, un arqueólogo me llevó a su trabajo: las Pirámides de Teotihuacán. Estas ofertas llegan gracias a CS

Gracias a su pasión por la historia y cultura, los visitantes han podido ver esta otra cara de la ciudad. También gracias a su ex pareja, los extranjeros tuvieron una visión muy buena de la vida social, ante todo de 'las tapas'.

“En México, un arqueólogo me llevó a su trabajo: las Pirámides de Teotihuacán. Estas ofertas llegan gracias a CS”

Bajo la opinión del couchsurfer leonés “son muchos los beneficios de participar en esta red social”. Miguel recuerda su viaje a México con CS, donde tuvo la oportunidad de ver las Pirámides de Teotihuacán: “Un arqueólogo me llevó a su lugar de trabajo, estas ofertas llegan gracias a CS, tienes estas oportunidades y la gente es muy generosa”.

Un consejo de Miguel: “leer los perfiles y mostrar un perfil interesante. Busca gente que te interese, por ejemplo, si te gusta tocar el piano, busca a alguien que tenga la misma pasión”. Otra idea es encontrar una persona nativa del idioma que quieres aprender.

  • Ivy

Ivy es una verdadera experta en esta red social, como dice ella, “le gusta celebrar su vida” y es una eterna optimista.

La couchsurfer leonesa abrió su cuenta gracias a su amiga, quién ya tenía una, “para poder realizar algún viaje de esta espectacular y enriquecedora manera”.

Después de aprender como funciona CS, como visitante en Portugal y Marruecos y porque la experiencia fue buena, a la vuelta le tocó hacerlo a la inversa ayudando a los viajeros que la necesitaron. “Y así hice”, dice Ivy, “pero no fue lo más acertado decir que sí a todas las solicitudes. ¡Qué bien!, pensé, cuando un canadiense que estaba dando la vuelta a Europa en bici, solicitó mi sofá. Pero salió un poco rana”, recuerda la joven.

La couchsurfer de León explica que no todos los miembros entienden lo que es CS y por qué se creó. “Al igual que hay gente que está dentro de este programa que ofrece su casa porque sienten que les cuesta relacionarse, o se sienten solos, hay quienes lo confunden con una web de contactos para encontrar pareja, como si fuese una casa de citas. También hay viajeros que suelen buscar lo mismo, por aquel entonces no supe calar bien al personal, por lo que acabé un poco harta y borré el perfil”. Por suerte éstos solicitantes y 'ofertantes de sofá' son los menos, y siempre se encuentra gente fiel a la verdadera filosofía y así se puede seguir disfrutando de gente interesante.

Ivy, como Miguel, considera la importancia de leer los perfiles y crear uno propio, interesante. Ella ahora sabe leer entre líneas cada perfil, ha aprendido a decir que no, cuando ve que quien pide su sofá no ha leído absolutamente nada de lo que pone en su perfil o, simplemente, a decir que no porque en la fecha solicitada, no le viene bien.

La idea de CS es genial en su simplicidad, como explica Ivy “es tan fácil ayudar, simplemente ofreciendo aquello de lo que disponemos y nos gustaría encontrar allá donde vayamos, ya sea media hora de nuestro tiempo para tomar un café y poder charlar un rato, intercambiar experiencias o un sofá, porque no estamos en este mundo sólo para ganar, también hay que servir”.

Si quieres saber más sobre esta manera de viajar, consulta esta web.

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