La Junta retira más de un millón de mascarillas de procedencia china tras detectar 20.000 defectuosas
La Junta de Castilla y León ha decretado la retirada de un volumen de 1.080.000 mascarillas de una misma marca china tras detectar deficiencias en una partida de 20.000 del modelo KN95 Subolun. Así lo avanzó este sábado la consejera de Sanidad, Verónica Casado, que aclaró que esta última remesa fue enviada a todas las gerencias, pero “no fueron usadas en todos los centros”. Casado, que aseguró que el material estaba “homologado” en primera instancia por autoridades chinas, insta a los profesionales que tengan sospechas de haberlas utilizado a ponerse en contacto con sus servicios de Prevención de Riesgos Laborales.
El fabricante de las mascarillas es Anhui Subolun Garment y el proveedor, Shanghai Huanbiao, de procedencia china. Según relató la consejera, la Junta adquirió a principios del mes de abril las mascarillas, que contaban con “certificados de garantía” y estaban “homologadas”. Los servicios de Prevención de Riesgos Laborales, añadió Casado, empezaron unos días después a remitir “quejas”, por lo que el Ejecutivo autonómico decidió enviar una muestra al Centro Nacional de Medidas de Protección, solicitado el 29 de abril.
Respecto del desfase entre la compra y el informe, señaló que obedece al tiempo en recepcionar las mascarillas, detectar que algo no funciona correctamente y a que es desde el 24 de abril cuando se puede pedir la verificación, cuando el Ministerio de Sanidad habilitó esa posibilidad.
Fue el 7 de mayo cuando la Junta de Castilla y León recibió el resultado del informe y este viernes por la mañana se emitió la alerta para la inmovilización y retirada de esas mascarillas de los, detalló, a la vez que subrayó que tienen localizada la compra, es un proveedor chino, gracias a la trazabilidad.
También, indicó que se distribuyó el material a todas las gerencias aunque no se ha utilizado en todos ellos y, por precaución, se han retirado 1.080.000 unidades de mascarillas de la misma marca, pero de otro modelo, para lo que se ha pedido un nuevo análisis de verificación.
Casado manifestó que una de las prioridades ha sido desde el inicio de la pandemia la protección de los profesionales y que éstos tengan seguridad en relación al material que se pone a su disposición, donde recordó que ese mismo problema ha sido compartido tanto por el Ministerio de Sanidad como por otras comunidades.
Son los servicios de prevención de cada centro los encargados de hacer el seguimiento del personal que les haya podido utilizar y serán ellos los que adopten todas las medidas para la protección de los profesionales, precisó, para indicar que cualquier profesional que considere que ha utilizado una de esas mascarillas es “muy importante” que se lo comunique al servicio de riesgos laborales de su centro.
“Retiramos toda la compra hecha a este fabricante para tener más seguridad hasta un total de 1.080.000 unidades de esta marca, también de sus otros modelos”, detalló Verónica Casado.
Por último, rechazó la existencia de “negligencia” de la Junta en material defectuoso almacenado en el Hospital Clínico de Valladolid, insistió en que las compras que se realizan tienen certificado de homologación y concluyó que, si no hubieran sido “diligentes”, no habrían pedido la verificación.
Satse exige una valoración del estado de salud de los trabajadores que han utilizado las mascarillas retiradas
El Sindicato de Enfermería (Saste) de Valladolid exigió a la Junta que se lleve a cabo una valoración de oficio del estado de salud de los trabajadores que han atendido a pacientes con Covid-19 utilizando como medio de protección las mascarillas que fueron retiradas por no garantizar la adecuada protección frente al a penetración de partículas.
En un comunicado el sindicato recuerda que tras su denuncia el pasado 30 de abril alertando a las autoridades sanitarias sobre la falta de protección que ofrecían las mascarillas Folding mask KN95 SUBOLUN, el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo analizó este elemento detectando que efectivamente no cumplían con la normativa. Por este motivo, se procedió a su retirada de las mismas que estaban siendo usadas por los profesionales sanitarios de Valladolid desde el día 21 de abril.
“Estas mascarillas se han utilizado en servicios como urgencias y unidades de cuidados intensivos donde se realizan procedimientos de alto riesgo como aerosolterapias, intubaciones... , así como en residencias de ancianos, por lo que hay enfermeros que han estado gravemente desprotegidos y según marcan los algoritmos del Ministerio se debe someter a estos profesionales a una cuarentena con vigilancia activa de síntomas y realizar una PCR a los siete días ya que la exposición ha sido sin un EPI adecuado y existe un riesgo elevado de que hayan resultado contagiados”, señalan desde Saste.
En este punto recuerdan que solo en la provincial de Valladolid se han contagiado 159 profesionales de enfermería de Covid-19, y que debido a esta situación “surge de Nuevo la incertidumbre sobre la salud de los enfermeros que han llevado durante días estas mascarillas”.
Asimismo, en el escrito emitido a los medios de comunicación, el sindicato se manifiesta “totalmente en contra” de la Nota Interior emitida por el Servicio de prevención del Hospital Clínico Universitario de Valladolid en la que se recoge que “independientemente de que (las mascarillas) no cumplan todos los requisitos de la normativa, esto no ha implicado que los trabajadores hayan estado desprotegidos”. Desde el sindicato avisan que si no se lleva a cabo el control pertinente sobre la salud de los trabajadores este mismo lunes “interpondrán una denuncia ante la oficina de inspección de trabajo”.