La Junta traslada médicos de otras provincias para el hospital antipandemia de Valladolid
Castilla y León ha montado un hospital de pandemias en el antiguo Hospital Río Hortega de Valladolid, que llevaba más de una década sin uso hospitalario. Este centro, el Edificio Rondilla, se utilizará “si rebosa el sistema”, según señaló hace semanas la consejera de Sanidad, Verónica Casado. Para dotar este centro de personal, la Consejería ha acudido a las bolsas de empleo y al traslado de médicos de otras provincias y otros hospitales para garantizar la atención a los pacientes Covid que se deriven al antiguo Hospital, según informa elDiario.es/cyl. Una decisión que ha suscitado críticas, sobre todo en Salamanca. “Tenemos uno de los hospitales más saturados. ¿Hay tanta necesidad?”, se pregunta el presidente del Colegio de Médicos de Salamanca, Santiago Santa Cruz, que alerta del riesgo que supone perder a este internista: “Los equipos Covid los lidera un internista y un neumólogo. Si lo quitan, el grupo está desmembrado y el hospital no sabe cómo lo hará”.
El objetivo es “disminuir” el impacto de la pandemia en todos los hospitales. A este hospital podrán llegar pacientes ingresados de cualquier hospital de Castilla y León que no vayan a requerir UCI: aquellos con una situación clínica “estable”, una evolución “favorable” y ausencia “de mal pronóstico” y los que, por sus características clínicas, no se les puede intubar: aquellos que tienen enfermedades de base avanzada, con deterioro funcional “grave” y con cualquier pronóstico de vida “inferior a un año”. Así lo señaló el coordinador asistencial del centro, José María Prieto de Paula, que también es el jefe de Medicina Interna del Hospital Clínico de Valladolid.
En total, los pacientes del Edificio Rondilla estarán atendidos por 98 profesionales: seis médicos internistas o geriatras (procedentes del Hospital Clínico, el Hospital Río Hortega, el Hospital de Medina del Campo y de Salamanca, Segovia y Palencia), una jefa de Unidad de Enfermería, 24 enfermeras para hospitalización, una enfermera para consulta, otra para valoración nutricional, un licenciado especialista en farmacia hospitalaria, un fisioterapeuta (a media jornada), seis técnicos superiores en diagnóstico por imagen, 19 auxiliares de Enfermería, cinco auxiliares administrativos, 25 celadores, un técnico especialista en informática y siete operarios de servicios.
El déficit de médicos es uno de los grandes quebraderos de cabeza de los responsables de Sanidad, con bolsas de empleo prácticamente vacías y unos residentes que necesitan varios años para terminar su especialización. De hecho, la Junta de Castilla y León pretendía abrir el hospital de pandemia del antiguo Río Hortega la última semana de octubre. No pudo inaugurarse entonces precisamente por la falta de personal sanitario, una dificultad que ha reconocido el coordinador asistencial del Edificio Rondilla.
En Salamanca, cuatro de cada diez pacientes tiene coronavirus
Estos médicos internistas procedentes de otros hospitales e incluso provincias han provocado reproches en el sector, sobre todo en el caso de Salamanca, cuyo complejo está muy cerca del colapso. El 88% de sus camas de planta están ocupadas y casi cuatro de cada diez pacientes ingresados tienen la Covid-19. En las unidades de críticos, la situación no es tan compleja, aunque hay habilitadas camas de UCI extendida y más de la mitad de los pacientes de UCI tienen el coronavirus. “En Salamanca faltan médicos, no sobran. No lo entendemos”, reprocha el presidente del Colegio de Médicos de Salamanca, que alerta de que ya hay especialistas como dermatólogos, ginecólogos u otorrinos que están atendiendo a pacientes de coronavirus en el hospital.
Desde Comisiones Obreras alertan de que ahora mismo hay cinco internistas de baja por contagio de la Covid-19. “Se le hizo un contrato de un mes y luego tuvo una Atribución Temporal de Funciones para Valladolid. Es un poco engaño y así no se fideliza a los trabajadores”, se queja la coordinadora de Sanidad de CCOO, María Ángeles Salinero “Es una incoherencia terrible que se nos quiten recursos, sobre todo porque Salamanca es una de las peores provincias”, agrega la secretaria de Atención Especializada de UGT Salamanca, Rocío de Nova. “No sé si esto es desvestir al santo para vestir a otro”, plantea Santiago Santa Cruz.
El presidente del Colegio de Médicos de Salamanca lamenta que solo se renovara el contrato de un internista de los cuatro que terminaron en mayo, lo que ha limitado la plasticidad de la plantilla.
Salinero asegura que no se pretende organizar “una guerra” entre las provincias pero muestra su incomprensión: “Seguramente haga falta un hospital así, pero no entendemos que se hagan las cosas de esta manera”. “La solidaridad de los médicos siempre ha existido y debe existir”, apoya el presidente del Colegio de Médicos de Salamanca.
El déficit de médicos es uno de los grandes quebraderos de cabeza de los responsables de Sanidad, con bolsas de empleo prácticamente vacías y unos residentes que necesitan varios años para terminar su especialización. De hecho, la Junta de Castilla y León pretendía abrir el hospital de pandemia del antiguo Río Hortega la última semana de octubre. No pudo inaugurarse entonces precisamente por la falta de personal sanitario, una dificultad que ha reconocido el coordinador asistencial del Edificio Rondilla.
Palencia y Segovia
En el caso de Palencia, la presión Covid es más importante en la UCI que en planta, aunque tienen ya 98 pacientes de coronavirus (de 287 pacientes totales que hay). Ya están llenas, aseguran desde UGT, tres plantas solo con casos de la Covid-19. “Supone un trastorno muy importante porque las plantillas van muy justas”, concreta Natividad Cabreros, del departamento de Sanidad de UGT Palencia, que destaca la importancia de sumar este déficit a otras carencias del sistema, como las bajas de los trabajadores. “Da la sensación de que pasa un poco como en Madrid, que puede servir, pero hay que tener previstos los recursos humanos”, valora.
El presidente del Colegio de Médicos de Palencia, Francisco José del Riego, asegura que el internista que se ha marchado a Valladolid ha sido “con carácter voluntario” porque reside allí. Los grupos Covid se han “remodelado” y se ha “reforzado” la pérdida de ese internista “con especialistas de la rama de Medicina Interna” como reumatología.
En Segovia, la segunda ola es de momento más estable que en Salamanca y en Palencia. La provincia tiene la incidencia más baja del virus en Castilla y León (237 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos siete días) y la ocupación de camas también es inferior a la de sus vecinos. El Complejo de Segovia tiene 25 hospitalizados y ocho ingresados en UCI por la Covid-19. La planta hospitalaria supera levemente el 50% de ocupación, por lo que en este complejo no ha supuesto, en principio, mucho reajuste, según fuentes sindicales.
“Perder un efectivo en el momento en el que estamos no nos gusta a nadie, pero Segovia tiene ahora capacidad de echar una mano en otro lugar necesario, cosa que no ocurrió con nosotros en marzo”, señala el presidente del Colegio de Médicos de Segovia, Enrique Guilabert, que recuerda que en la primera ola, el Complejo de Segovia fue de los primeros en colapsar y recibió “poca ayuda” y “llegó tarde”. “Vería mucho mejor que en Segovia hubiera habido un segundo hospital para que hubiera sido exclusivo para atender una necesidad imperiosa: tener solo pacientes de Covid”, plantea.
Guilabert se muestra favorable a un hospital para la Covid porque la incidencia del virus “va para largo”, aunque lamenta la “escasez” de los recursos humanos, porque prevé que la situación “va a empeorar en los próximos años porque va a haber muchísimas jubilaciones”.
Coste de la reforma del hospital de pandemia: tres millones de euros
El hospital de pandemia tiene capacidad para ocupar las 200 camas, aunque solo están disponibles 48 camas actualmente (24 habitaciones dobles). También está preparado ya el acceso a las ambulancias necesarias para la realización, en caso de que fuera necesario, de traslados urgentes.
En julio comenzaron las obras para adecuar este edificio, que se han realizado con un presupuesto de 3.720.832 euros: obra civil; mobiliario; equipamiento asistencial; construcción de baños; adecuación de los sistemas de calefacción; construcción de los vestuarios; puesta en marcha de las medidas de control epidemiológico como ascensores, esclusas de separación de los circuitos de limpio y sucio; protección del paciente; modernización de sistemas de agua y bajantes; y adaptación informática y otras instalaciones, entre otras.
En marzo, la Consejería montó un hospital de campaña en la Feria de Valladolid -un espacio para congresos, salones y conciertos- que solo atendió a 43 personas de todo Castilla y León. De cara a la segunda ola, la consejera de Sanidad, Verónica Casado, se había propuesto rehabilitar el antiguo hospital, que continuaba en pie aunque por dentro era necesaria una reforma.