Confederación Miño-Sil invierte 70.000 euros en las labores de protección del monasterio de Carracedo
La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil destina cerca de 70.000 euros a los trabajos que se desarrollan en los cauces del río Cúa y del arroyo Barredos en las cercanías del monasterio de Carracedo y que tienen por objeto la “protección del patrimonio”, según explicó el presidente del organismo de cuenca, Francisco Marín. Los trabajos tienen lugar en un tramo de dos kilómetros y consisten en el desbroce y la limpieza de maleza, con el objetivo de mejorar la capacidad de desagüe de los cauces y evitar la erosión que amenaza al monumento.
En ese sentido, Marín recordó que el Cúa es un río sin regulación que sufre oscilaciones de caudal en función de las precipitaciones y cuya erosión del margen avanzaba en dirección al monasterio. A petición del alcalde de Carracedelo, Raúl Valcarce, Confederación lleva a cabo en la zona podas selectivas y retira los árboles caídos en el lecho del río, con la ayuda de una brigada forestal formada por cuatro operarios, ayudados por maquinaria para la carga de madera.
Además, los taludes se están estabilizando con la construcción de una escollera en la margen izquierda del río, en un tramo de 150 metros. “Era una actuación muy necesaria”, destacó el regidro, que agradeció la sensibilidad de Confederación ante un problema que se situaba “a escasos 100 metros del monasterio y del barrio de La Roda”, recordó Valcarce.
Colector de Cabañas Raras
Tras visitar las obras de estabilizaciónd e taludes y de limpieza de márgenes en Carracedelo, Marín se desplazó al municipio de Cabañas Raras, donde supervisó las obras de construcción del colector general de Cabañas Raras. El presidente del organismo de cuenca recordó que se trata de unos trabajos “muy demandados” que suponen el cierre de las obras de interés general del saneamiento del Bierzo Bajo y la conexión de la zona con la red que llega a la Edar de Villadepalos.
En ese sentido, Marín remarcó el “buen ritmo” al que avanzan los trabajos y confió en poder rematarlos “antes de final de año”. Las obras, licitadas por cuatro millones de euros y adjudicadas por 2,5 millones, servirán para evacuar las aguas residuales de los polígonos industriales de Cabañas Raras y El Bayo , así como de los núcleos de población de Cortiguera y Cabañas.
Pequeñas obras
Más allá de estas dos actuaciones ya en marcha, Marín adelantó que Confederación pondrá en marcha en los próximos meses un plan de pequeñas obras en distintos puntos de la comarca berciana. Entre ellas, avanzó la redacción de un proyecto para continuar con la defensa de la margen izquierda del Cúa, a la altura del regato de Piquelo, en Carracedelo.
Por otro lado, el organismo iniciará “de manera inmediata” los trabajos de limpieza de ríos, con la entrada en funcionamiento de cuatro brigadas destinadas a retirar la maleza y los árboles caídos. Esta “guardería fluvial” responderá a las peticiones de asociaciones de vecinos y ayuntamientos y supondrá una inversión de medio millón de euros hasta final de año.
Además, Confederación también ultima los convenios para la ejecución de obras de restauración ambiental y de mejora de senderos en el entorno del río Sil, en Ponferrada, del Selmo, en Sobrado, y del Tremor, en Igüeña. Los tres proyectos están pendientes de la cesión de los terrenos por parte de los consistorios.
Por último, Marín también se refirió a la implantación del plan de emergencia en las presas de Bárcena y de la Fuente del Azufre. Estos trabajos supondrán la colocación de alarmas acústicas para alertar a la población ante una hipotética rotura de la presa, además del refuerzo de las líneas de alta y baja tensión y la instalación de cámaras de seguridad y de un centro de control remoto en la presa.
Además, a partir del mes de septiembre se llevarán a cabo trabajos en el antiguo túnel del ferrocarril minero entre Ponferrada y Villablino, situado bajo el collado de la presa de Bárcena. Según Marín, esta infraestructura “está colapsando con los años y puede poner en peligro una parte del collado”. Las obras, con una inversión de 700.000 euros, pretenden “garantizar que el túnel no se va a caer”, explicó el presidente.