Cómo detectar la fibromialgia y qué hacer frente a ella
De acuerdo al estudio Episer (Estudio de prevalencia de las enfermedades reumáticas en población adulta en España), se calcula que el 2,4% de la población de este país padece fibromialgia.
Quienes sufren esta enfermedad lo que notan es un dolor crónico generalizado que se presenta en las fibras musculares. En muchas ocasiones, también se presenta de la mano de continuos dolores de cabeza, problemas digestivos, fatiga y sensación de hormigueo en las extremidades. Todo ello hace que el día a día se haga mucho más difícil de afrontar y es por esta razón por la que, incluso personas conocidas, han dejado de lado su trabajo durante un tiempo para poder recuperarse, como es el caso de la afamada cantante Lady Gaga.
Aunque la fibromialgia la puede padecer cualquiera (tanto niños como ancianos) suele estar más asociada con las mujeres. De hecho, de acuerdo al Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Muscoesqueléticas y de la Piel, entre el 80 y el 90% de las personas a quienes se les diagnostica esta enfermedad son mujeres.
Si se sospecha de que se padece fibromialgia es porque se tienen los dolores mencionados, además de otras muchas consecuencias comopueden ser problemas de concentración, depresión, dificultad para dormir, migrañas o intestino irritable. Como es lógico, todos estos padecimientos pueden estar o no relacionados, por lo que siempre es adecuado acudir a un especialista o pasar el denominado 'test del dolor' que se puede hacer online y que, mediante unas sencillas preguntas que tan sólo llevan unos minutos, se puede saber si la sospechas están más o menos fundadas.
Conviene aclarar que las causas mismas de la fibromialgia aún no están del todo claras y que los expertos apuntan a que todo puede originarse por un trauma emocional que haga que la respuesta al dolor se vea alterada. En cualquier caso, lo que sí que está claro es que no se trata de un trastorno psicológico, como se pensaba hasta no hace mucho, y que sus síntomas son reales. Un estudio llevado a cabo por el Genomics Genetics International (GGI) esclareció que la fibromialgia tiene un origen neurológico. Los músculos no se ven afectados en el sentido de que no se desgastan como consecuencia de esta enfermedad, pero quien la padece sí que nota dolor en ellos.
Hasta el momento, resulta bastante difícil poder diagnosticar a un paciente de fibromialgia y lo que se suele hacer es esperar un tiempo prudencial en el que él mismo presenta dolores musculares, transtornos del sueños, problemas de memoria o similares y, descartando otras posibles enfermedades, ponerle un tratamiento. Pero, ¿qué tratamientos existen para la fibromialgia?
Cómo tratar la fibromialgia
- Tecnología de Andulación (que ofrece en España la empresa HHP) Se trata de un tratamiento médico certificado que combina las vibraciones mecánicas con el calor por infrarrojos. Con ello lo que se consigue es aliviar el dolor mientras el paciente lo único que tiene que hacer es estar tumbado, tranquilamente, boca arriba. Si se quiere probar hasta existe la opción de que vayan a casa para hacer una demostración de sus efectos.
- Hacer deporte. En muchas ocasiones se relaciona la fibromialgia al hecho de llevar una vida, mayoritariamente, sedentaria. Es por este motivo por el que el mejor consejo, incluso a modo de prevención, pasa por realizar ejercicio de manera regular. Ni siquiera hace falta que sea todos los días o que resulte extenuante, pero el mero hecho de salir a caminar ya puede resultar beneficioso.
- Fisioterapia. Algunos masajes, llevados a cabo por profesionales y en las zonas afectadas, han demostrado ser también muy efectivos en pacientes que sufren de fibromialgia. Normalmente, suelen ir combinados de tratamientos de frío y calor, así como de ejercicios recomendados por el especialista.
- Saber relajarse. Por todos es sabido que cuando se está tenso el cuerpo tiende a contraerse. Cuando esto ocurre y lo hace por demasiado tiempo es normal notar dolor. Si, de por sí, ya se cuenta con un dolor constante, el verse sometido a situaciones de estrés no hará más que empeorarlo. No está de más el probar diferentes formas de relajación para aprender a relajarse, por mucho que cueste. Algo que suele ayudar es saber diferenciar el momento en el que se está en el trabajo con el que se pasa en el ámbito privado. Cada persona necesita un espacio propio en el que poder recargar su energía y dejar de lado todos los problemas cotidianos.
- Fármacos. Por supuesto siempre hará falta un médico que diagnostique y los autorice pero, en ocasiones, será una buena opción. Al menos, hay que ver a los fármacos como una ayuda temporal y de la que echar mano en los momentos más intensos del dolor. Después, siempre se puede ver cómo otras técnicas (como la de Andulación o el mero hecho de saber relajarse) pueden ayudar.