“Sin la cogeneración la industria de la provincia corre peligro”

Ceranor

Antonio Vega

La cogeneración es un proceso energético por el que se obtiene simultáneamente energía eléctrica y energía térmica útil y debido a eso precisamente se ha convertido en un soporte para la industria en los últimos años. Según datos de la Asociación Española de Cogeneración (Acogen) la provincia de León cuenta con 13 instalaciones de cogeneración y 72 megavatios instalados desde 2011, fecha desde la que no se han realizado inversiones nuevas en el sector.

Muchas de estas instalaciones energéticas van asociadas a industrias que aprovechan el resultado de la cogeneración para abaratar sus costes de producción y poder ser más competitivas. Pero desde comienzos de 2013 la cogeneración se ha visto afectada por las decisiones del Gobierno en materia energética y al estar incluida en el régimen especial con recortes similares a los del sector renovable. Hasta el momento era una tecnología primada, es decir se pagaba una prima en su precio de producción por ser considerada estratégica para el Estado pero el Gobierno de Rajoy ha decidido suprimir esas primas.

En enero de 2013 el Gobierno creó un impuesto al gas natural del 7% y además de otro para pagar un impuesto del 7% por la generación eléctrica, hechos que desde el sector de la cogeneración ya califican como un serio toque a su rentabilidad. Con la nueva propuesta del Gobierno sobre la cogeneración, pendiente de aprobación final y con un crítico informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), advierten los sectores implicados que se situaría a las plantas en pérdidas operativas, “provocando la desaparición de la cogeneración con consecuencias catastróficas para la competitividad de sus industrias asociadas”.

En la provincia industrias como Ceranor (Valencia de Don Juan), Cerámica Villacé (Villacé), Apaycachana (Cistierna) o Comercial Oblanca (Onzonilla) tienen instalaciones de cogeneración asociadas a su industria.

Los empresarios del sector, en una reunión mantenida en Valladolid, advertían que “la cogeneración es la única herramienta que tiene la industria para paliar los altísimos precios que se pagan en España por la electricidad. En Castilla y León hay 76.000 empleos industriales en sectores que cogeneran, de los que depende el 38 por ciento del PIB industrial de la zona y, solo en operación y mantenimiento de la cogeneración hay unos 500 empleos directos más”.

En peligro las instalaciones y puestos de trabajo de Ceranor en Valencia de Don Juan

En conversación con ileon.com uno de los principales empresarios de cogeneración de la provincia, Alfredo Martínez Cuervo del Grupo Resnova (dueño de Ceranor en Valencia de Don Juan), pide distinguir la cogeneración de las renovables (eólicas y fotovoltaica) por estar unida “totalmente e integrada” a la industria principal y por tener un rendimiento muy superior al de térmicas (35%) y los ciclos combinados (55%), que cifra en el 85%.

Con duras críticas al Ministerio de Industria y a su titular José Manuel Soria, Martínez Cuervo advierte que dar un “palo” a la cogeneración para que desparezca pone en peligro hasta 100 industrias en Castilla y León con instalaciones de cogeneración. Recuerda el presidente del Grupo Resnova que el llamado 'déficit de tarifa' en el año 2002 no existía y la apuesta del gobierno alemán de que un 20% de su producción energética sea por cogeneración por su vinculación fundamental a la industria.

Rotundo, asegura Martínez Cuervo a ileon.com que si persiste la intención del Gobierno de mantener el recorte a la cogeneración podría llevar al cierre de muchas industrias, incluída la suya ubicada en Valencia de Don Juan, que reconoce sería una catástrofe para la comarca coyantina por su nivel de empleo. Lamenta que sus inversiones en llevar el gas natural a la zona y las realizadas en sus instalaciones industriales quedarán seriamente tocadas sin la cogeneración, actualmente parada, hasta poder llevar al cierre.

“Si matamos la industria, no vamos a salir del bache” asegura Martínez Cuervo que recuerda que la inseguridad actual les ha obligado a mantener cerradas sus instalaciones de cogeneración y eso ha dañado la competitividad de su actividad industrial en Valencia de Don Juan. “Si cierro, será con gran dolor de mi corazón, y será un gran fracaso pero no es mi culpa. ¿Qué pasa con mis trabajadores? Esto para mí es un suplicio.” finaliza el empresario.

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