La clínica amiga de los dientes de los más pequeños
La salud bucal de los niños es una asignatura siempre pendiente. Pero hay profesionales en Leómn que están especializados en ofrecer las mejores garantías para la boca de los más pequeños y la seguridad de sus padres de que la detección temprana de cualquier problema ahorra preocupaciones y dinero y permite ganar bienestar y tranquilidad.
En la Clínica Fernández-Castaño, en la calle Juan de Badajoz, 4 (987 225 789 - consulta@fcodontologos.com), saben que cada diente de los más pequeños es como una joya. Por eso, la doctora Jael, al frente de un equipo en el que destaca también una higienista y un plantel de ortodoncistas altamente cualificados ha creado un ambiente infantil, moderno y amable para que a partir de los 2 años de edad (cuando ya han salido todos los dientes de leche) las niñas y niños, y sus familias, se sientan en las mejores manos y generen una confianza hacia el dentista que resulta vital.
Esa confianza temprana es el primero y más importante objetivo, seguido de hábitos higiénicos, cepillado y alimentación. Se trata de conocer detalles muy relevantes, como en qué edad debe introducirse la pasta de dientes, qué riesgos conlleva chuparse el dedo o utilizar chupete a edad más avanzada o cómo atajar unas caries que no son tan inusuales como parece. Pero por encima de todo, “si en cualquier edad una detección temprana de un problema es importante, en los niños mucho más”, explica la doctora Jael.
Soluciones a los traumatismos
Otra necesidad habitual se da en caso de traumatismos, ese golpe imprevisto que rompe una pieza o la abulsiona, y que con la necesaria información tiene rápida solución. “Se desconoce que el tratamiento del diente durante las primeras horas tras su abulsión es crucial a la hora del mantenimiento del mismo en boca a largo plazo, debiendo conservarse en una solución salina (suero fisiológico) leche o incluso saliva, debajo de la lengua, para que no sufran sus fibras y se pueda reimplantar”, destaca la responsable de la clínica.
Incluso en situaciones complejas, la Clínica Fernández-Castaño garantiza una minimización de los traumas, “tranquilidad y la mejor información posible” para cumplir la máxima de que “los dentistas seamos uno de los buenos amigos de los niños” e incluso ayuden en la mentalización de buenos hábitos alimenticios, concienciando del control sobre alimentos como las chucherías o los zumos, “no prohibiéndolos, sino enseñando a tomarlos y tomar también precauciones”.
Todo un reto que “merece la pena para las familias, económicamente hablando”, porque la visita temprana al dentista “es un gasto hoy que mañana se convierte en un ahorro en cualquier tratamiento que detecte a tiempo”.
