Cinco puntos negros en las carreteras provinciales concentran 24 heridos y un fallecido en un año

Ical

Los quince 'puntos negros' de la red viaria de Castilla y León detectados por la DGT el pasado año concentraron 54 accidentes en los que se registraron 89 heridos y tres fallecidos. Estas cifras mantienen la tendencia positiva iniciada en 2003, cuando se contabilizaron 71 puntos negros, en los que se registraron 276 siniestros, con 479 heridos y 16 fallecidos.

Con relación al 2012, sólo repite un tramo en la lista de los más peligrosos. Concretamente el ubicado en el kilómetro 91,6 de la Sa-20, a la altura de la localidad salmantina de Santa Marta de Tormes, donde el pasado año se contabilizaron ocho accidentes con once heridos, mientras que un año antes se registró el mismo número de siniestros pero con veinte heridos.

Los quince 'puntos negros' de la Comunidad, tramos que para la DGT tienen esta consideración si durante un año natural se detectan tres o más accidentes con víctimas, se concentran especialmente en León (5), Valladolid (4) y Salamanca (3). En la red viaria de la provincia de Burgos se detectó un 'punto negro', al igual que Segovia y Soria, mientras que en Zamora y Ávila no se localizó ninguno.

Teniendo en cuenta el número de accidentes y de heridos, el tramo más peligroso fue el de la Sa-20, a la altura de Santa Marta de Tormes. En esta provincia, en el kilómetro 398 de la A-66 (Puerto de Béjar) también se localiza el segundo tramo de mayor siniestralidad, con nueve heridos y una víctima mortal en cuatro accidentes. El otro punto negro' de Salamanca se encuentra también en la A-66, en el punto kilométrico 399, cerca de la capital, con tres heridos en el mismo número de accidentes.

En la provincia de León, en los cinco 'puntos negros' detectados se registraron 18 accidentes que dejaron 24 heridos y un fallecido. Llama la atención que tres de estos tramos se concentran en la N-120, entre el kilómetro 308, a la altura de León capital, y el 322, en Barrio de la Estación, en dirección a Astorga. Los otros dos puntos peligrosos se localizan en Carbajal de la Legua, en el kilómetro 137 de la N-630, y en la N-VI a su paso de Villamartín de la Abadía.

El mayor número de heridos en la provincia vallisoletana se registró en el kilómetro 117,7 de la A-62, donde se contabilizaron nueve en tres accidentes. Los otros tres puntos negros se sitúan en el kilómetro 8,2 de la Ronda Este (VA-20), con tres heridos en el mismo número de accidentes; en la CL-602, a la altura de Íscar, donde se contabilizaron dos heridos y una víctima mortal en tres siniestros, y en la VP-5801, entre la capital y Zaratán, donde se registraron cuatro accidentes con un balance de cuatro heridos.

En la provincia de Burgos el único punto negro se encuentra en el kilómetro 10,2 de la CL-629, a la altura de La Molina de Ubierna, con ocho heridos en tres accidentes. Los otros dos de la red de Castilla y León se ubican en Segovia, en el puerto de Guadarrama -kilómetro 57 de la N-VI- y en Soria, en el kilómetro 190 de la N-122, en Calatañazor.

Castilla y León cuenta con una red de 32.707 kilómetros de carreteras, de los cuales 5.467 están gestionados por la Administración central, 11.307 dependen de la Junta y 15.933 de las diputaciones. Además, existen otros cerca 82.217 kilómetros de carreteras que componen la red viaria municipal.

A nivel nacional, el pasado año se contabilizaron en el conjunto de las carreteras españolas más de 600 puntos negros en los que se registraron, un 9,6 por ciento del total de siniestros y un 2,6 por ciento de los fallecidos, 32 sobre un total de 1.230.

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