Una científica de Castilla y León prueba con éxito en Tanzania un modelo portátil de análisis genéticos con resultados en un día
Una científica de Castilla y León ha logrado desarrollar un sistema portátil para realizar análisis genéticos en entornos naturales de difícil acceso con resultados en un día. La investigadora Ana Rodríguez (1983), que trabaja en el Museo de Ciencias Naturales de Trento (Italia) trata ahora de desarrollar un 'kit', que incluya todo el instrumental necesario para secuenciar el ADN, para llevar en una “pequeña maleta” el laboratorio al campo de trabajo de exploración biológica.
Se trata de un proyecto impulsado por el museo de Trento y la Universidad de Verona (Italia), en colaboración con la empresa británica Oxford Tecnologías Nanopore, que ha fabricado un dispositivo, del tamaño de un 'pendrive', capaz de descifrar el ADN de una especie, frente a las máquinas habituales, aparatos de dimensiones similares a las de un lavavajillas. Todo ello con el objetivo de obtener casi en “tiempo real” los detalles de muestras tomadas, ya que el actualmente se tienen que enviar a los centros de análisis de Europa o Estados Unidos, con una demora de hasta un año.
Por tanto, el modelo de trabajo impulsado por la vallisoletana Ana Rodríguez supone una revolución en los análisis genéticos ya que según explicó a Ical se trata de un protocolo que establece una organización y adaptación de dispositivos portátiles, preparados para funcionar en entornos naturales extremos. Por ello, la joven trata ahora de sistematizar este sistema móvil para que pueda extenderse su uso en uno o dos años a otros investigadores e incluso al ámbito sanitario.
Rodríguez, formada en Salamanca, participa desde hace un año en el Museo de Ciencias Naturales de Trento en un grupo de investigación sobre biodiversidad tropical, centrado en estudiar los anfibios y reptiles de la África oriental, para lo que realizan expediciones a países como Uganda o El Congo. Por ello, un bosque tropical Tanzania fue el lugar escogido para probar su nuevo desarrollo, venciendo barreras como las elevadas temperaturas o los problemas de conexiones a redes de internet.
El proyecto comenzó a fraguarse el pasado verano, cuando la investigadora vallisoletana abrió una línea de colaboración con otra científica de la Universidad de Verona que trabajaba en técnicas instrumentales portátiles de laboratorio. Ambas realizaron cambios en los sistemas eléctricos para conectarlos a baterías y modificaron algunos reactivos para que pudieran utilizarse fuera del rango de temperaturas establecido. El modelo, validado en Italia en un espacio que recrea el área tropical, es capaz de secuenciar el ADN y enviar los datos a través de redes 3G/4G o satélite a una aplicación en la 'nube', un almacén virtual disponible en cualquier parte del mundo.
Más aplicaciones
La joven remarcó que esta tecnología abre una amplia gama de posibles aplicaciones, gracias a que es un sistema portátil y que ofrece los resultados de una forma rápida. De hecho, Ana Rodríguez destacó que es complicado trabajar en zonas como África o Asia, que sin embargo atesoran una gran riqueza ambiental. Además de transformar la investigación biológica, podrá utilizarse también para la medicina personalizada para detectar y concretar la presencia de virus, como el del ébola.
La investigadora Ana Rodríguez destacó que podría mejorar los controles aduaneros sobre algunos productos, la seguridad alimentaria y el desarrollo de nuevos cultivos. De momento, el desarrollo técnico del nuevo 'kit' está bastante avanzado, si bien la investigadora reconoció que necesitan el apoyo de un equipo de ingeniería que haga más compacto y simple el prototipo.
De momento, Italia
La joven Ana Rodríguez destacó el potencial de centros de investigación de Castilla y León como el del Cáncer o el de Neurociencias, situados en Salamanca, si bien aseguró que su carrera profesional se ha desarrollado fuera de la Comunidad por su interés por la diversidad de la fauna y la flora y el interés de “conocer por conocer” que ofrece la investigación básica. Aunque de momento tiene contrato para continuar durante otro año en Trento, no descarta volver en algún momento a su tierra.
Rodríguez es licenciada en Biología por la Universidad de Salamanca, si bien obtuvo otro título más tarde en Bioquímica en Barcelona. Además, completó su formación con un máster de la Biodiversidad y Biología de la Conservación, que le permitió desarrollar un proyecto de investigación en el Parque Nacional de Doñana, con un estudio sobre las interacciones planta-animal y la estructura genética de las diferentes poblaciones de la especie Pyrus bourgeana Decne.
En 2013, terminó un doctorado en el Instituto de Biología Evolutiva de Barcelona. Actualmente trabaja con la sección de biodiversidad tropical del Museo de Ciencias Naturales de Trento, un centro “superpuntero”, que según explicó “no tiene nada que ver con un museo tradicional”. De hecho, ahora está digitalizando con un escáner en tres dimensiones la colección de anfibios para que puedan ser consultados 'on line' por otros investigadores.