Cepteco organiza una nueva charla dedicada a 'Los padres y el éxito escolar de los hijos'
El Centro Psicológico Cepteco continúa con su ciclo de charlas gratuitas por el bienestar emocional. La próxima está prevista para el 26 de noviembre, a partir de las 19.30 horas, bajo el título: 'Los padres y el éxito escolar de los hijos', a cargo del psicopedagogo Nicolás Merino.
La asistencia es gratuita por riguroso orden de inscripción hasta llenar el aforo. Más información e inscripción en CEPTECO (Centro Psicológico de Terapia de Conducta) Plaza Cortes Leonesas, 9-6º Dcha. Telf. 987-261562.
¿Qué importancia tienen los padres en el éxito escolar de sus hijos?
Muchos estudios demuestran desde hace tiempo la correlación positiva en alto grado entre la participación de los padres en los estudios de sus hijos y el éxito escolar que alcanzan éstos (Jeynes, 2012).
Los factores más representativos serían: una participación global en la vida de los hijos, los estilos de comunicación que se tienen en el entorno familiar, el apoyo y supervisión de las tareas escolares, las expectativas de los padres sobre el propio éxito escolar y capacidades de los hijos, el apoyo a la lectura en conjunto dentro de la vida familiar, la participación de los padres en las actividades extraescolares y en la vida del colegio y el estilo educativo parental.
Si bien se ha demostrado empíricamente que estos factores favorecen el éxito escolar (amén de otros factores personales del alumno, del colegio y sociales), no suele existir una intervención concreta sobre los mismos.
¿Se incide habitualmente sobre el papel de los padres en el estudio de sus hijos?
Solemos centramos habitualmente en el alumno interviniendo sobre sus técnicas de estudio, dificultades de aprendizaje, comportamiento en el aula... pero no se suele intervenir sobre el contexto familiar. Suele asumirse que el padre o la madre ha de “nacer aprendido” para el apoyo y control del estudio de su hijo. De hecho, en muchas ocasiones, si el alumno progresa adecuadamente en los estudios lo atribuimos a su capacidad personal, mientras que si su avance académico no es tan estable, atribuimos estas dificultades a los padres o al colegio.
La crisis actual, como en otras muchas cosas, también ha incidido negativamente en este aspecto. Herramientas tan válidas que antes se ponían en marcha como son las escuelas de padres, formación específica, atención a la diversidad... hoy han decrecido en frecuencia e intensidad, lo que también influye negativamente.
¿Cómo influye en el estudio el tipo de relación que los padres mantengan con sus hijos?
La comunicación entre padres e hijos es un factor fundamental en el éxito escolar de estos últimos. De igual forma, el estilo educativo con el que se afronte su educación, englobando por supuesto los aspectos académicos, también es otro de los factores fundamentales. Si aunamos ambos, estilo comunicativo y estilo educativo, podemos llegar a unas conclusiones interesantes en cuanto al tipo de relación.
El estilo comunicativo se concreta en una comunicación fluida y bidireccional, respetando las opiniones de los hijos en relación a su edad y sus intereses, la expresión de las emociones de forma razonable y factores prosociales de asertividad, escucha activa, empatía... siempre aunarán esfuerzos de cara a favorecer el éxito escolar de estos.
Un estilo educativo llamado democrático/asertivo, el más positivo y con mayor probabilidad de éxito, engloba conductas de ayuda y aceptación a la toma de decisiones individuales teniendo en cuenta la edad de los hijos, aplicación de consecuencias de forma razonada a las decisiones que hayan tomado, explicación razonada de las correcciones de su conducta y fomento de su autoestima personal, dando pie a asumir las equivocaciones propias y ajenas y a la asunción de sus consecuencias.
¿Deben participar los padres en la vida académica de sus hijos?
Totalmente. Es muy positivo que los padres participen de forma integral en todos los aspectos de la vida académica que tiene como consecuencias la mejora de los vínculos de apego y de los procesos de comunicación en la familia, un aumento de las expresiones emocionales asertivas y de su autoestima personal. Lógicamente, a medida que los hijos van creciendo esta participación va siendo paulatinamente menor, aunque por nuestra experiencia, no desaparece en su totalidad.
Participar no quiere decir inmiscuirse, solapar o sustituir. En cada edad, cada persona tiene que tener las experiencias que le corresponden y que le ayudan a madurar como ser humano. Es positivo que los padres favorezcan la toma de decisiones personal ajustada a la edad, y también que velen por la aplicación de las justas consecuencias sobre las decisiones que han tomado sus hijos.
¿Qué características son deseables para ser unos padres comprometidos para ayudar a nuestros hijos en mejorar su rendimiento?
Dentro de las posibilidades de cada familia, una de las características iniciales suele ser la capacidad de reservar tiempo de calidad para gestionar actividades de apoyo y control. Tiempo para controlar, ayudar y apoyar, pero también tiempo para expresar, alabar y reforzar. También es importante que los padres sean un modelo real y tangible de la importancia del estudio.
Tener un abanico lo más amplio posible de recompensas emocionales y afectivas más que materiales, ayuda a que nuestros hijos reciban los refuerzos adecuados en el momento en que desarrollan la conducta de estudio. De vital importancia es el fomento de la expresión emocional de los menores, siendo también un modelo de dicha expresión emocional hacia ellos y el resto de miembros de la familia. Por último, y en el caso de necesitarlo, facilitar estrategias de mejora o apoyos si se encuentran dificultades ante las que no sabemos cómo actuar para superarlas.