La otra cara de la cirugía estética

Nazaret Ruiz, cirujana

Marta Cuervo

“Si dejas salir tus miedos, tendrás más espacio para vivir tus sueños”, Marilyn Monroe. La teoría parece fácil, pero nuestros complejos muchas veces se encargan de arruinar que podamos disfrutar al cien por cien de nuestra rutina, de nuestras experiencias, de los pequeños detalles que hacen de cada día momentos y recuerdos especiales.

Quizás por este motivo, Nazaret Ruiz ha decidido dedicar su vida a la medicina, a una rama muy especial que no siempre es entendida por todo el mundo, y que precisamente por ello muchas veces necesita el mayor apoyo posible. “Cuando acabé la carrera sabía que quería hacer algo quirúrgico, y siempre me ha gustado mucho la estética, siempre he estado centrada en que quería realizar un trabajo manual. Ahora, al conocerlo en primera persona, cada día me gusta más”, declara la doctora, realizando un balance muy positivo.

Nazaret es cirujana plástica estética y reparadora, y realizó la carrera en Oviedo. “Realicé el Mir en el Hospital Central de Asturias, dedicando parte de mi vida profesional a la Sanidad Pública, en el Hospital de León y en la Cruz Roja de Gijón. Después decidí dedicarme a la Sanidad Privada”, explica. A día de hoy, la doctora realiza tanto cirugía reconstructiva como cirugía estética.

“Tengo un máster en Medicina Estética y antienvejecimiento por la Universidad Complutense de Madrid”, añade Nazaret que compagina su trabajo entre Asturias -en la Clínica Asturias y en la Clínica Jovellanos, de su propiedad en Gijón-, y León -en la Clínica San Francisco-.

Nazaret también colabora en estrecha cercanía con el Centro Médico Estética Osiris.

La importancia de una piel sana y elástica en los pre y pos operatorios

Nazaret destaca la importancia de la preparación de la piel en otros centros dedicaods a este fin porque tanto en el pre como en el pos operatorio de las intervenciones, los pacientes se pueden beneficiar de una parte estética y cosmética: “la mejora de la cicatriz, el tratamiento de la piel”. “No cicatriza lo mismo una piel bien tratada y cuidada que otra con problemas”, comenta la cirujana plástica. Como ejemplo apunta que en las pacientes mastectomizadas, un cirujano no se ocupa de la reconstrucción visual de las areolas: “Nosotros no las hacemos, no las pigmentamos, pero en centros especializados sí”.

La cirujana plástica recuerda lo necesaria que es la preparación de la piel, pero también la importancia de cuidarla tras haber sido intervenidos. “La preparación preoperatoria es fundamental, igual que el tratamiento posoperatorio. En el momento en el que las heridas están curadas podemos decir que nuestro trabajo, como cirujanos, está acabado. Podemos recomendar, si se trata de una operación de contorno corporal, por ejemplo, que se utilicen determinadas fajas, o sujetadores en la cirugía mamaria, pero siempre hay un trabajo extra que no hacemos los cirujanos y que es necesario para un resultado óptimo. Me refiero a los drenajes linfáticos, los masajes para que en el caso de las liposucciones no queden irregularidades, los tratamientos en la mamas para disminuir la contractura capsular, etc. No están en el plano quirúrgico, y por eso hacen falta centros médico estéticos, fuera del plano quirúrgico, para que se realicen”, declara.

Nazaret Ruiz: No tenemos que ser guapos para sentirnos bien, pero determinadas alteraciones físicas influyen en nuestra autoestima

Operaciones estéticas en función de la edad de los pacientes

Según la cirujana, los principales problemas que se tratan a diario, suelen estar relacionadas con la cirugía reconstructiva. “Probablemente lo que más vemos es la cirugía de la mano, porque a partir de los 50 años las manos se van desgastando y se produce dolor, y hay gente que tiene que seguir trabajando con sus manos. También vemos mucha cirugía traumática por accidentes, y después patologías más comunes como la parte de la cirugía reconstructiva de la mama en pacientes oncológicas, y secuelas del cáncer de mama”.

En cuanto a la parte estética, depende de las edades. “En la gente más mayor, a partir de los 50 años, se tratan patologías secundarias producidas por el envejecimiento, como pueden ser los párpados, y el envejecimiento facial y corporal. En el caso de gente más joven, lo más común es la cirugía mamaria y el contorno corporal”, comenta Nazaret.

Aunque antiguamente la sociedad atribuía la cirugía estética a la mujer, son muchos los hombres que se benefician de esta especialidad de la medicina. “Cada día hay más chicos que la solicitan. Antes el culto al cuerpo se llevaba solo en zonas de playa, de sol, en lugares en los que se enseñaba más el cuerpo. Hoy en día, la moda ha cambiado, y las necesidades entre hombres y mujeres cada vez son más parecidas. Cada día son más los hombres que solicitan información, y el contorno corporal es lo que más les preocupa”, declara la cirujana plástica estética y reparadora.

La autoestima tiene dos partes fundamentales: la interna y la externa

Nazaret explica que la autoestima tiene dos partes fundamentales; una parte interna motivada por cómo es cada uno de nosotros, de ánimo, y otra parte externa muy importante, motivada por cómo somos externamente, por nuestro fenotipo -conjunto de caracteres visibles que un individuo presenta como resultado de la interacción entre su genotipo y el medio-, explica la profesional de la cirugía estética. “No significa que tengamos que ser guapos para sentirnos bien, pero determinadas alteraciones físicas producen cambios importantes en nuestra imagen corporal, en cómo nos vemos y en nuestra autoestima”. Por este motivo, no debe considerarse que la cirugía estética es algo banal, ya que para muchas personas puede suponer un cambio muy importante a la hora de aceptarse y de mejorar su estado, el suyo propio, interno y más personal, y su relación con el medio y los demás individuos.

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