Las calles peatonalizadas del centro de León comienzan a acicalarse con bancos y pequeñas sombras

Primer macetero con asiento decorado con plantas y un pequeño árbol en la calle Gil y Carrasco de León.

Redacción ILEÓN

Aprovechando el ambiente plenamente primaveral de la jornada, en el arranque de esta semana ha comenzado a instalarse en el centro de la capital de León el primer mobiliario de las tres nuevas calles peatonales en el entorno de la sede del Ayuntamiento de León, incluyendo las primeras y minúsculas sombras.

Se trata del remate de los proyectos llamados inicialmente “de calmado del tráfico”, después reconvertidos por el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de León en netamente peatonales, de las calles Alfonso V, su continuación de Gil y Carrasco hasta la Plaza de las Cortes y San Agustín, cuyas obras habían comenzado en pleno verano de 2023, el primer día de julio de ese año.

Tal y como relató el Consistorio entonces, contaban con un presupuesto de ejecución de algo más de 1,4 millones de euros, plenamente financiados por el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de Europa a través del Gobierno central, y el plazo de ejecución material era de cinco meses. Es decir, que lo que tenía que estar listo desde finales de noviembre, todavía se está rematando en la actualidad, casi el doble de plazo después, con las primeras instalaciones finales del mobiliario.

La expectación ha sido grande tanto el lunes como este martes, por ser una zona muy transitada y haberse convertido en un encendido debate público el hecho de haber pavimentado todo lo ancho de las tres céntricas calles sin haber plantado un sólo árbol en la zona, a pesar de la anchura resultante. Incluso Unión del Pueblo Leonés (UPL) en el Consistorio se había unido a ese debate proponiendo un sistema de sombras vegetales con pérgolas o toldos y enredaderas, al estilo de algunas ciudades que pedía imitar en esto.

La solución por la que ha optado el equipo que lidera el alcalde José Antonio Diez pasa, muy al estilo del Ordoño II, avenida principal también peatonalizada el pasado mandato, por grandes jardineras laterales con apariencia de madera que alberguen diferentes especies de pequeñas plantas o arbustos de aspecto decorativo, y un único ejemplar de árbol aún de pequeñas dimensiones. Unidos a las jardineras se ubican algunos bancos, los cuales se suplementan con otros aislados situados en los laterales.

De momento tales estructuras se ubican en la acera de los números impares. En el centro de las tres calles, paso más que se sobra para vehículos de motor, al que podrán acceder los residentes, autorizados temporales y todos los que hagan uso de la zona para carga y descarga.

Todos ellos están obligados a circular sin superar los 10 kilómetros por hora, al estilo (incluso con el mismo pavimento) de la primera de las calles de 'calmado del tráfico' ejecutadas por el equipo de Gobierno, el tramo final de Padre Isla, que vivió idéntica polémica sobre la falta árboles y de vegetación en un espacio tan inmenso. Este fue su resultado final, a falta todavía hoy de que entre en funcionamiento el aparcamiento regulado por ORA, ocho meses después, tras invertir ahí, también de fondos europeos, 1,1 millones de euros, en comparación mucho más que en estas nuevas ejecuciones de obra en el corazón de la capital.

Detalles técnicos

La remodelación final en el centro afecta ahora a tres áreas urbanas con superficies de 1.580 metros cuadrados en Alfonso V y 1.850 metros cuadrados en Gil y Carrasco y San Agustín, y la categoría de las nuevas calles será de prioridad peatonal o calle de coexistencia. En esta última, cuya pavimentación por el lado de Gran Vía concluyó hace apenas una semana, todavía le queda el tramo final hasta su confluencia con la Avenida de Roma, retrasada por las obras de la reforma del palacete neomudéjar protegido de Alcázar de Toledo, que acomete el doctor José Manuel Valle Folgueral para albergar una clínica de patologías de columna con alojamiento de pacientes.

El Reglamento General de Circulación reserva para estas nuevas calles de prioridad peatonal la señal de calle residencial, que indica las zonas de circulación especialmente acondicionadas que están destinadas en primer lugar a los peatones.

Hay que tener en cuenta que todavía quedan trabajos de acondicionamiento e instalación de mobiliario, como papeleras y más, y definir si en los laterales, como aparece diseñado en el pavimento, también habrá opción o no de aparcamiento de vehículos, estable o temporal.

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