Caja España-Duero, Frob III o no Frob III

Caja España

Para este miércoles 28 de noviembre se espera que el Gobierno envíe la cifra definitiva a Bruselas del rescate al sistema financiero español. Se espera que varíe entre los 40.000 y los 42.500 millones de euros, y el arco está en el aire por culpa de entidades como Caja España-Duero o Caja 3, en procesos de fusión rotos o a punto de romperse y que pueden elevar la factura final que Luis de Guindos y su equipo presenten a la Troika.

En el reparto del montante total se cuentan ya como fijos 37.000 millones para las entidades ya nacionalizadas (Bankia, Novagalicia y Catalunya Caixa), más otros 2.500 millones de euros para el “banco malo” o Sareb.

La duda persiste sobre la entidad financiera leonesa ya que nadie comenta el estado del proceso de fusión, que si se suspende obligaría a la entrada de capital estatal y por tanto a una nacionalización de la entidad. Son muchos los intereses políticos en juego, de sillones por ejemplo tanto en Caja España-Duero como en Unicaja, y el baile en torno a la Caja sigue con un suspense digno de las mejores películas de terror.

Para los no iniciados éstos son los escenarios posibles:

  1. Fusión con Unicaja. La fusión, que lleva más de un año en el candelero, entre los bancos de la caja malagueña y la caja leonesa, es la que más interesa al Gobierno ya que le permite ahorrarse una inyección de capital público al nuevo banco. El hándicap es la “redefinición” de la fusión pedida por el presidente de Unicaja, Braulio Medel, que pide más cuota de poder que el reparto hasta ahora conocido (70% Unicaja frente a un 30% Caja España-Duero). Si no se lleva a puerto Unicaja sería la entidad solvente más pequeña del sistema lo que podría ponerla en aprietos ante futuros procesos de reconcentración bancaria, la baza que juegan desde la entidad leonesa. En caso de fusión se da por hecho un nuevo ajuste de personal, pero sería seguramente menos duro que si se produce un:
  2. No a la Fusión con Unicaja. Sin la ecuación financiera con Unicaja al Banco Caja España-Duero (Banco Ceiss) sólo le queda una salida, la entrada del Frob III en su capital (que se sumaría a los 525 millones de euros ya soltados por el Frob I en participaciones preferentes convertibles) y por lo tanto su nacionalización, que será total o parcial dependiendo de la cantidad a inyectar de fondos públicos y la valoración de activos que se haga, y pasaríamos a tener dos escenarios:

- 100% del capital en manos del Frob o nacionalización total. En el peor de los casos el informe de Oliver Wyman hablaba de unas necesidades adicionales de capital de 2.063 millones de euros para el escenario más adverso, que sólo podría alcanzarse con una aportación del Estado. Con esta cantidad, sumada a los ya desembolsados 525 millones de euros, el capital público se quedaría con el 100% del banco y por tanto la caja desaparecería formalmente, tal y como ha sucedido con las otras nacionalizadas. En este caso todas las decisiones sobre el futuro banco quedaría en manos de la Troika, que de momento se conoce que pide el despido de entre el 30 y el 40% de la plantilla, un adelgazamiento de la red comercial y que las entidades nacionalizadas se centren exclusivamente en banca comercial en sus zonas de origen. El miércoles se conocerá en detalle lo que Bruselas exige a las entidades nacionalizadas.

- El capital público no asume la mayoría de las acciones del banco o nacionalización parcial. Si el Banco Ceiss logra transferir activos tóxicos al Sareb antes de la entrada del capital lograría disminuir el importe necesario de fondos públicos, pero la cuestión es en cuánto ¿sería suficiente para que el Frob entrara con un porcentaje inferior al de control en el capital del banco de Caja España-Duero? Si así fuera los actuales directivos de Caja España-Duero podrían mantenerse en sus puestos ya que si se produce una entrada de capital público total, nacionalización, el Banco de España cambiaría el consejo de administración en su totalidad y a buena parte de su alta dirección. El futuro entonces del banco sería probablemente acabar en manos de otra entidad financiera a la que el Estado acabaría traspasando su porcentaje del mismo.

En cualquier caso el Gobierno ha aprobado un decreto por el que si una caja tiene menos del 25% del capital de su banco se convertirán en fundaciones de carácter especial en el plazo de cinco meses, siendo unas dependientes del Estado y otras de las Comunidades Autónomas.

El Consejo de Administración del Banco Caja España-Duero (Banco Ceiss) tiene fijada una reunión para este próximo jueves 29 de noviembre, quizás la última como tal. El miércoles se conocerá la cifra que pide España y veremos si incluye a Caja España-Duero en el grupo de entidades a ayudar y en qué cantidad y de ahí podremos concluir si la fusión se quedo en la arena o sobrevivió al tsunami financiero.

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