Bruselas subvencionará el proyecto de energía verde de La Robla Green
La Comisión Europea publicó este miércoles los 85 proyectos innovadores sobre energía limpia que se beneficiarán de las ayudas de la Unión Europea en este campo, que en total cuentan con un presupuesto de 4.800 millones de euros. Una de las iniciativas que fueron escogidas por ejecutivo comunitario fue la Robla Green, un proyecto se ubicará en el polígono industrial de El Crispín, en La Robla (León). De momento, Bruselas no informó de exactamente qué cantidad de dinero se va a destinar concretamente al proyecto de la Comunidad.
Según el mismo proyecto de La Robla Green, su iniciativa es una “pieza clave en el proceso de transición ecológica de la industria hacia modelos sostenibles economía circular y una respuesta contundente a la búsqueda de alternativas a los combustibles fósiles en el transporte a través del e-metanol verde”. En este sentido, la entidad defiende que el proyecto incentiva el aprovechamiento de los recursos naturales renovables (restos agrícolas) y facilita su valorización para la generación de energía neutra en emisiones. Además, pretende incentivar la producción de un componente indispensable para la industria química como es el e-metanol verde.
El hecho de que el proyecto se encuentre en el municipio leonés de La Robla no es casualidad, ya que en 1970 se inauguró la central térmica de La Robla que, junto a la industria minera, supuso un motor económico para el municipio leonés durante varias décadas. Con los años, pero, estas actividades han ido disminuyendo y se ha producido una reducción substancial de la población, sobre todo derivado de la falta de empleos.
Transición Justa
De hecho, más allá de generar energía verde, algunos de los objetivos del proyecto es impulsar proyectos que tengan atraigan otras inversiones en la economía local, frenar la despoblación que sufre desde hace años la zona y crear nuevos puestos de trabajo de forma directa y favorecer que se amplíe la oferta laboral de la zona de forma indirecta.
Por todos estos motivos, la Comisión Europea escogió subvencionar al proyecto a través del Fondo de Innovación, uno de los mayores programas mundiales de financiación de tecnologías innovadoras con baja emisión de carbono. Este fondo comunitario se financia con los impuestos que la Unión Europea recauda de los contaminadores, que tienen que pagar por sus emisiones de gases de efecto invernadero a través del Régimen Comunitario de Comercio de Derechos de Emisión (RCDE).
La Comisión Europea espera todos los proyectos seleccionados estén en marcha antes de 2030 y que, en sus primeros diez años de funcionamiento, reduzcan las emisiones en unos 476 millones de toneladas de CO?, contribuyendo así a los objetivos de descarbonización de la Unión Europea mediante la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.