Razones para ser 'bicicrítico'
Mientras el Ayuntamiento de León sacaba en diciembre una ordenanza para sancionar con 200 euros a los ciclistas que invadiesen las aceras, un grupo de amantes de este medio de transporte comenzó un movimiento en Facebook para recuperar la calzada y bajo el nombre de Bici Crítica organizó una quedada el pasado 29 de diciembre para todo el que quisiera unirse a pedalear por las calles de León. La convocatoria fue todo un éxito y consiguió reunir a unas 300 personas en uno de los meses más fríos del año.
El número de asistentes sorprendió gratamente a los organizadores, pero también pilló algo despistados a los policías de León, que cortaron de improvisto algunas calles de la ciudad para que pasara la marcha e incluso pidieron a determinados ciclistas que se identificaran para saber si había un cabecilla. Aquello no pasó de una anécdota, pero este comportamiento evidencia lo poco acostumbrados que estamos a ver que las bicicletas circulen por la carretera junto a los vehículos de motor.
Nosotros no queremos la colaboración de la policía, lo único que buscamos es circular de una manera normal
“Nosotros no queremos la colaboración de la policía, lo único que buscamos es circular de una manera normal”, comenta Arturo Castro, uno de los 'bicicríticos'. A unos días de la segunda convocatoria -se celebrará siempre el último jueves de casa mes-, nos explica que lo que hay que preguntarse cuando un ciclista circula por la acera es por qué lo hace. “Probablemente elige esa vía por miedo a hacerlo por la carretera, y eso es lo que queremos evitar saliendo todos juntos, buscamos recuperar la calzada”.
Si luego el Ayuntamiento mejora los carriles bici, amplía las zonas 30, o contribuye a divulgar la normativa será bienvenido, pues consideran que actualmente las ciudades están diseñadas para los coches, pero la principal reivindicación de este grupo no va dirigida a ninguna administración sino a la gente. Al que tiene una bici en casa y no la utiliza, al que está harto de que se le evapore el dinero entre las zonas ORA y las gasolineras o al que busca un modelo de ciudad diferente. “Si se quiere cambiar algo, lo que hay que hacer es coger la bici, no estar esperando a que sea el Ayuntamiento el que haga algo”, explica Arturo. “Al final, lo que queremos con esta iniciativa es recordar a la gente lo divertido que es salir en bici”.
Los ciclistas revitalizan las zonas por las que circulan habitualmente porque van a otro ritmo
La finalidad es que esas citas mensuales no se queden solo en eso sino que después los participantes se animen a utilizar la bicicleta para ir a trabajar y desplazarse en su día a día. Participar en la convocatoria de cada mes ayuda a atraer la atención de otros potenciales ciclistas y a que se abra debate sobre el tema. “También va ayudando a que los conductores se acostumbren a nosotros y a nosotros nos sirve para aprender a circular, que algunos no sabemos”, apunta Arturo.
En definitiva, concienciar a todos de que un buen uso de este medio de transporte puede aportar muchos beneficios: es sano, ecológico y muy económico; pero además condiciona el aspecto de la ciudad. “Los ciclistas revitalizan las zonas por las que circulan habitualmente porque van a otro ritmo, se paran en las tiendas, van viendo cosas...”.
Arturo confía en que una vez que la gente esté concienciada, lo demás llegará poco a poco. “Se darán cuenta de que es un medio que compensa y se conseguirán más cosas, pero por mucho que los políticos distribuyan 8.000 folletos, si la gente no está concienciada, no hay nada que hacer”, explica.
La entrada en escena de Bici Crítica ha sido muy bien acogida también por los clubes de bicicleta, talleres y tiendas, en las que además han notado un incremento de ventas de la modalidad de paseo en los últimos años. Con todos ellos buscarán colaboraciones los bicicríticos, a los que seguiremos viendo una vez al mes por las calles de León. Y el mes que viene -Carnaval- con disfraz incluido.
La próxima salida de Bici Crítica es el jueves 26 de enero desde la Plaza de Guzmán, a las 20 horas.
