Bicicletas eléctricas versus coches y motos

Javier, propietario de UrbanBiker, sobre uno de los modelos plegables.

Marta Cuervo

¿Has pensado en que tu camino al trabajo se convierte en un placer cada mañana? Javier sí, y por ello ha decidido montar su tienda de bicicletas eléctricas en León, la única de toda la comunidad.

“La idea nació estudiando el mercado de ventas de bicicletas tradicionales que era creciente todos los años”, explica Javier, propietario de la tienda UrbanBiker, sita en la avenida de la Universidad, 2.

¿Cómo funciona una bicicleta eléctrica? “Como una normal, si tu da pedales el motor actúa, si no no”. La bici te da un impulso añadido cuando vas pedaleando, y es regulable de más fuerte a menos. Aquí radica la mayor diferencia con una tradicional o con una moto, no debes dejar de dar pedales.

Este tipo de bicicletas tienen una autonomía de 60 kilómetros, dependiendo del peso y de si se circula por cuestas o llanos. “Vienen con luces de led, con amortiguadores, con sillines ergonómicos, están pensadas para disfrutar”, apunta el propietario.

Bicis de ciudad

Javier enumera las ventajas de su uso: no hace falta matriculación, ni seguro, ni carné de conducir, ni casco. “Además, evitas los problemas de los atascos, de la búsqueda de aparcamiento y del pago de la zona azul”. Las bicis eléctricas deben están reguladas: el motor no puede pasar de 25 kilómetros a la hora, ni de 40 kilos de peso, y su potencia no puede superar los 250 kilowatios.

Bicicleta eléctrica plegable.

Las baterías son de litio, y aquí encontramos otra de las mayores diferencias con las bicicletas eléctricas más antiguas. “Antes eran de ácido, y se debía tener cuidado con las cargas, que debían estar vacías al menos en un 80%, la autonomía era muy pequeña”, comenta Javier.

Ahora las de litio tienen el triple, la vida útil es mucho más larga, rondando las mil cargas y se pueden cargar todos los días sin que les pase nada, según explica el experto. “Una carga vacía por completo dura cinco horas”.

Existen tipos para todos los gustos: plegables, sin barra para moverse con ciudad más cómodamente si vas con traje, con cestas, alforjas, con espacios para los portátiles... “Están pensadas para la movilidad urbana, no para la montaña”. Los precios oscilan entre los 600 y los 1.400 euros.

A pesar de que no existe un perfil de usuario estándar, se dirigen a gente que se desplaza unos 10 kilómetros, por ejemplo personas que viven en Villaquilambre, Navatejera o Villaobispo y vienen a trabajar a León. Pero Javier asegura que otros candidatos a la compra de estos vehículos a dos ruedas son chicos jóvenes que quieren prescindir del gasto del coche, y personas mayores que quieren desplazarse por la ciudad y buscan hacer un poco de ejercicio moderado. En definitiva, “se dirigen a gente a la que les gusta la bicicleta pero su forma física no les permite dedicarse al ciclismo profesional”, aclara el vendedor.

UrbanBiker ni siquiera lleva un mes abierto, pero la aceptación por parte de los leoneses ha sido “muy buena”. Todos los clientes tienen la posibilidad de probar los distintos tipos y modalidades en el carril de bici que pasa por delante y“es muy difícil resistirse a una cuando la has probado...”

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