Atrévete a ser feliz y envejecer con éxito
El próximo jueves, día 11, tendrá lugar en Cepteco la novena charla-coloquio gratuita
que este centro está organizando. Su título es Atrévete a ser feliz y envejecer con éxito
y se llevará a cabo por Dña. Eva Alegre, psicóloga sanitaria, a quien entrevistamos:
¿Qué se entiende por envejecimiento activo y con éxito?
Los expertos coinciden en que se trata de un concepto biopsicosocial y por tanto, no se
reduce solo al mantenimiento de una buena salud libre de discapacidad, sino que
implica también el mantenimiento óptimo de aspectos psicológicos y sociales. El
envejecimiento es un proceso progresivo que se inicia desde el momento que nacemos,
existiendo una gran variabilidad y diversidad individual a la hora de envejecer, es decir,
no todos envejecemos de la misma manera y al mismo ritmo. Los estudios científicos
apuntan que en el proceso de envejecimiento influyen un 25% factores genéticos
(inmodificables) y un 75% se debe a factores ambientales (modificables). Por lo tanto, la
persona tiene un margen de actuación importante en su propio proceso de
envejecimiento, pudiendo adoptar hábitos y estilos de vida saludables que conduzcan a
un envejecimiento exitoso.
¿Cómo lograr vivir bien, envejecer bien?
Lo más importante es que la persona se comprometa con su propio proceso de
envejecimiento y adopte comportamientos y hábitos saludables, que unidos con las
actuaciones de las políticas de salud desde los diferentes sistemas, sociales, sanitarios,
educativos, etc., contribuyan a un envejecimiento saludable. Se trata de hacer durante
el mayor tiempo posible las cosas a las que damos valor, con la mayor autonomía e
independencia.
¿Cuáles son los pilares para envejecer activamente?
En base a datos empíricos obtenidos en distintas investigaciones, cuatro son las áreas
que se deben promocionar y trabajar con las personas, para lograr envejecer
activamente:
Salud conductual y ajuste físico: La conducta de la persona incide directamente en
su proceso de envejecimiento, así en términos generales aquellas personas que
no fuman, beben moderadamente, siguen una dieta equilibrada y hacen ejercicio
regular, presentan cuatro veces menos discapacidad en la vejez en comparación
con las personas que fuman, beben, no hacen ejercicio y están obesos. En cuanto
a la actividad física, varios estudios demuestran que la actividad física regular
aumenta la longevidad, produce beneficios en la salud física y en el
funcionamiento cognitivo, emocional y social, convirtiéndose en un factor protector
de la salud y por tanto del envejecimiento.
Óptimo funcionamiento cognitivo: La educación y el ejercicio intelectual hacen que
las habilidades practicadas durante la vida se mantengan. El cerebro precisa de
una ejercitación y entrenamiento cognitivo constante para mantenerse joven y
sano. Cada persona mantiene su rendimiento máximo en un campo de
funcionamiento y cuando llega a ser mayor, en esas tareas que domina,
instintivamente va utilizando nuevos métodos para compensar su disminución de
rapidez o eficacia. Sin embargo, aquellas tareas que no se han practicado a lo
largo de la vida, no se tiene la facilidad para buscar modos de compensar las
pérdidas debidas a la edad y es en éstas en las que se nota la influencia del paso
de los años, por eso la importancia de entrenar y ejercitar las diferentes áreas
cognitivas, mediante programas de entrenamiento cognitivo. Estos programas
producen efectos positivos en los mayores cuando se realizan de forma
continuada e intensiva, siendo muy importante centrarse en aquellas áreas que
declinan porque no se utilizan, además es importante realizar un entrenamiento
cognitivo dirigido, para trabajarlas de forma integral.
Alta participación y compromiso social: Una de las necesidades básica del ser
humano es el contacto social. Los seres humanos somos eminentemente sociales
y la desvinculación del entorno tiene en cualquiera de los periodos de la vida
consecuencias negativas, incluidas en la vejez. El número de relaciones favorece
el bienestar y la calidad de vida de las personas y contribuye a un envejecimiento
saludable.
Autorregulación emocional y motivacional: El funcionamiento del sistema
emocional motivacional es esencial en el envejecimiento óptimo y es una
condición esencial para envejecer bien. Si tenemos en cuenta que las emociones
son mecanismos adaptativos que preparan al organismo para la acción y son
centrales en la motivación humana, podemos darnos cuenta del papel
fundamental que tienen en esta etapa de la vida, donde se producen tantos
cambios en la persona que requieren soluciones adaptativas. Así el afecto
positivo, el sentido de control, la autoeficacia, el autoconcepto positivo, el control
del estrés y afrontamiento óptimo de situaciones conflictivas, son determinantes
personales que subyacen a un buen funcionamiento emocional y motivacional en
la vejez.
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La asistencia a las charlas-coloquio gratuitas se realiza por riguroso orden de
inscripción y se reservan desde el lunes de la semana anterior a las mismas, ya que
suelen llevarse a cabo al finalizar de mes. Más información