Un ataque de lobo en Brazuelo deja a un pastor sin ocho ovejas y una cordera

Ovejas en Brazuelo

Astorgaredaccion.com

Mientras la Consejería de Fomento y Medio Ambiente presentaba el pasado 21 de diciembre el anteproyecto de decreto que modifica el Decreto 28/2008, de 3 de abril, por el que se aprueba el Plan de Conservación y Gestión del Lobo en Castilla y León, José Rafael Martínez Baeza lleva varias semanas con la mosca detrás de la oreja cada vez que sale con el rebaño por el monte entre Pradorrey y Brazuelo. Desde que el lunes 7 de diciembre el ataque de dos lobos provocara la desaparición de ocho ovejas y una cordera, más que miedo lo que siente es impotencia ante la posibilidad de que los cánidos vuelva a merodear en estos parajes cercanos a Astorga, donde no se sabía de ningún ataque de lobos desde 1984, cuando al propietario de esta ganadería, Domingo Carro, se quedó sin siete ovejas.

Ya un día antes del ataque, el domingo 6 de diciembre, la burra y los perros que acompañan al pastor cada día al monte percibieron el merodeo de los lobos. Fue cerca del río Argañoso, en la raya entre Pradorrey y Brazuelo, cuando uno de los perros comenzó a dar vueltas alrededor del rebañoo para juntarlo y los otros tres salieron disparados en dirección a Brazuelo. Algo debieron de detectar que no era la habitual presencia de jabalíes, conejos o corzos, pero nada ocurrió y José Rafael, pastor trashumante durante casi 40 años, regresó a la majada sin sobresaltos.

Fue en la jornada siguiente cuando alrededor de las 16 horas el guardián del rebaño vio las orejas de la pareja de lobos, probablemente jóvenes. Ese día de niebla decidió que las ovejas pastarían en Valdebundín, un alto cercano a Pradorrey. “De repente el ganado se partió en dos violentamente, los perros y todos se alteraron y entonces vi un animal que me pareció un perro porque entró entre las hojas como si nada”, relata el pastor. Con el caos de la estampida “me puse nervioso pesando en lo que podía pasar porque en vez de venir las ovejas hacia aquí (Pradorrey) marcharon hacia la carretera de Astorga, y no era el miedo de que las pillara un coche”, es que las ovejas eran las que podían provocar un accidente.

Eran dos lobos de pelaje lustroso que hirieron en el cuello a Lucas, un carea catalán que ha salvado la vida aunque perdió mucha sangre debido a “la herida con severo con severo compromiso hemodinámico que afectaba al paquete muscular externo/cefálico”, tal y como especifica el parte emitido por la clínica veterinaria que lo atendió. Lucas ha sido educado por José Rafael, quien asegura que “el ataque del otro día si no lo veo no lo creo, digo que ha sido un perro porque no es normal. Estaba en el alto aquel (señala en dirección a Brazuelo), vi lo que creí que era un perro, un haskin de un chaval, que entró por entre las hojas como si nada. Ddicen que son lobos jóvenes, yo no me lo creo, que quieres que te diga, yo creo que son lobos criados en cautividad. No es un comportamiento normal, el lobo de aquí tú no lo ves”.

Ciertas o no sus sospechas, lo que sí es demostrable es que las pérdidas por las ocho ovejas y una cordera se aproximan a los 600 euros. El propietario del rebaño ha denunciado ante la Guardia Civil el caso. Hasta que no aparezcan restos de las ovejas desaparecidas no podrá hacer valer el seguro de responsabilidad civil, con franquicia de 500, para que la compañía y la Junta de Castilla y León paguen la pérdidas.

Pradorrey no es Argañoso, donde con cierta frecuencia los lobos atacan a las vacas. El pastor con experiencia en la trashumancia desde los 14 años, cree que “los ataques en serio se están dando desde que se cerraron los muladares, donde se echaban los animales muertos. Antes cuando se moría un animal al día siguiente no quedaba nada”.

Aumento de la población del lobo

El censo realizado en los años 2012 y 2013 ha detectado la presencia de 179 manadas en Castilla y León, lo que confirma el incremento poblacional. El nuevo Plan de Conservación y Gestión del Lobo clarifica el aprovechamiento cinegético, que se producirá únicamente sobre la población situada al norte del río Duero, donde tiene la consideración de especie cinegética.

En el nuevo plan se aclara el régimen de compensación de daños a la ganadería. Según la Consejería, desde hace semanas trabajan en la puesta en marcha de un seguro de responsabilidad suscrito por la Junta que permitirá agilizar notablemente el pago de las indemnizaciones por los ataques a la ganadería, un medida que se pondrá en marcha durante los cinco primeros meses de 2016.

En el plan también se modifican los órganos de participación y asesoramiento, creándose una Mesa del Lobo en Castilla y León, como instrumento de participación e intercambio de experiencias entre todos los sectores sociales implicados en la adecuada gestión y conservación de la especie, y por otro lado también un Comité Científico con funciones de asesoramiento técnico y científico en sustitución al existente Comité Técnico de Seguimiento del plan.

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