Así ha dejado el fuego este bosque del Alto Sil, hogar de osos pardos y urogallos
Lo que hasta hace unas semanas era un frondoso bosque del Alto Sil, en la provincia de León, donde los osos pardos comían bellotas y habitaban los urogallos, hoy se ha convertido en un paisaje gris y sin vida en el que todavía se pueden sentir las llamas que arrasaron toda esta vegetación, unas 300 hectáreas, según cálculos de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta
Las llamas que se iniciaron el pasado 12 de octubre en los montes de la localidad de Matalavilla del Sil (municipio de Palacios del Sil) se propagaron con rapidez arrasando, entre otras, una zona poblada por robledales, una de las fuentes de alimento de los osos pardos que viven la zona.
El fuego también calcinó otra amplia superficie aledaña, al noroeste del embalse de Matalavilla, un área crítica para otra especie amenazada, el urogallo. Pese a las labores de los efectivos de extinción durante días, la lluvia fue lo que finalmente terminó controlando este incendio forestal que ha causado una daño irreparable en una zona de alto valor medioambiental.