La ARMH inicia los actos del quince aniversario de su lucha por la memoria histórica
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) inició en septiembre de 2000 los trámites para llevar a cabo la primera exhumación científica de una fosa de represaliados de la dictadura franquista. Fue en una cuneta a la entrada de la localidad de Priaranza del Bierzo, donde se encontraba una fosa con los cuerpos de 13 civiles de Villafranca del Bierzo y alrededores, asesinados por un grupo de pistoleros de Falange. El colectivo celebra el 15 aniversario de su nacimiento con una serie actos que darán comienzo esta madrugada de viernes al sábado en la capital leonesa.
Actualmente, señalan, se puede decir que la historia de los desaparecidos de la dictadura franquista y de sus familias ha cambiado gracias a la ayuda que la ARMH ha recibido en estos años por parte de más de 700 voluntarios procedentes de una veintena de países. Para conmemorar esa trayectoria han organizado en primer lugar un coloquio a las 12 de la mañana en la sede de la Fundación Sierra Pambley, donde se hablará de la memoria histórica, los desaparecidos, el trabajo en las fosas comunes y las vivencias de los familiares. Estarán presentes el historiador Javier Rodríguez; Sol Gómez, nieta de una víctima del franquismo, René Pacheco, arqueólogo de la asociación y Emilio Silva, presidente de la ARMH y nieto de la primera víctima de la represión franquista identificada por una prueba de ADN.
A las 20 horas, el Auditorio de León acogerá un concierto que trata de ser un homenaje a las víctimas de la dictadura, a los hombres y mujeres que “con tanto sufrimiento defendieron durante años el regreso de las libertades y por ello fueron castigados, encarcelados o asesinados”. Participaran Antonio Gamoneda, Juan Carlos Mestre, Eloísa Otero, Victor M. Díez acompañados de la música de Moncho Otero, Miguel F. Llamazares, Julia Franco, Aldo Mata, Belén Ordóñez y presentado por Laila Ripoll y Mariano Llorente de Micomicon Teatro.
Durante todo el día, Luis Melón llevará a cabo una 'performance' reivindicativa frente al Parador de San Marcos, donde el artista y el público que quiera colaborar con él escribirán en el pavimento los más de 6.000 nombres de las personas que fueron recluidas en el Campo de concentración de San Marcos. En San Marcos estuvieron al tiempo 7.000 hombres y 300 mujeres y llegaron a pasar por sus sórdidas estancias más de 20.000 personas entre 1936 y 1940. Allí, señalan, se vivió “el paso del terror caliente de los primeros meses del golpe al terror institucional, programado, sistemático, implacable”. Se llegaron a fusilar a más de 1.500 y los desaparecidos suman más de 2.000.
La acción se desarrollará en la plaza que alberga dicho edificio y los nombres se escribirán con tiza frente a la puerta principal (por donde entraban los presos) y la puerta del claustro (por donde los sacaban para fusilarlos).