80 años del Colegio Ponce de León: Innovación e ingenio contra la falta de recursos

Exposición 'Ecos de mi escuela' en el Colegio Público Ponce de León

Alba Mañanes

80 años no son nada. O lo son todo, depende de cómo se mire. Para el Colegio Ponce de León 80 años son toda una trayectoria al servicio de la educación y de los alumnos. En este momento, en el que el centro educativo celebra este aniversario, son 362 los niños que estudian en sus instalaciones.

Un centro público con una clara vocación educativa y de innovación, y cuyo proyecto educativo se basa en esta premisa, en un esfuerzo por la innovación y por aplicar las nuevas metodologías activas, en todos los sentidos, que es la “corriente más innovadora que existe en el mundo de la educación”, explica su director, Emilio Rodríguez Zapico.

Así, el proyecto educativo del colegio “se esfuerza por ser innovador, ofrecer calidad educativa y por su proyecto bilingüe”. Y lo hace a través del currículum educativo, pero también compaginándolo con otros proyectos que buscan la implicación de los alumnos y que, también, se apoyan en las metodologías educativas activas.

Uno de estos proyectos, 'Civilizarte' obtuvo el año pasado el premio a nivel nacional del mejor proyecto educativo en los galardones 'Mejora tu escuela pública'. La idea de esta iniciativa, que involucró a todos los niveles del centro escolar, no surgió de la nada, sino que el Ponce de León lleva varios años desarrollando proyectos de este tipo que buscan hacer “un poco diferente” la actividad docente y pedagógica con los alumnos, de forma más didáctica y divertida, añade su director.

Comenzaron con proyectos más pequeños, de una o dos aulas, hace siete años, poco a poco hasta lograr unir esfuerzos e implicar a todo el colegio en torno al arte. “Decidimos desarrollar un gran proyecto a todos los niveles y aulas en torno al arte”. De esta manera, se pusieron en marcha seis salas, desde los orígenes del arte, en La Prehistoria, con el arte rupestre, hasta el Románico, culminando con San Isidoro.

Ecos de la antigua escuela

En este momento, el Colegio Ponce de León acoge una exposición sobre los orígenes del colegio bajo el título 'Ecos de mi escuela' en la que se recogen todos los aparatos que desde los años 30 se usaban para dar clase, desde diapositivas, proyectores, pizarras, máquinas de coser, de cuando en los colegios también había aulas de costura, hasta walkman o casetes.

Aparatos que mucho de los alumnos no han visto antes y que, en muchas ocasiones, no saben ni para qué sirven. Así, se pueden encontrar desde un pupitre con su correspondiente silla hasta la réplica de un contrato de una maestra en el que se recogen, entre otras cosas, que ésta no puede quedar con hombres o beber alcohol.

Por otro lado, el centro está inmerso en un nuevo proyecto basado también en las metodologías educativas activas que se basa en la idea fundamental de la autoregulación de los alumnos. Éste será el siguiente, pero no el único.

“Habrá más proyectos, en torno al arte, la cultura o cualquier cosa que tenga menos peso en el currículo educativo para compensar esa falta. Creemos que todo está interconectado y puedes aprender matemáticas con el arte, se trata de hacer eso. Unirlo todo en proyectos que sean regulados y autogestionados por los propios alumnos”, precisa el director del centro.

Más implicación y mejores resultados

Desarrollar todas las competencias educativas que se marcan desde las administraciones y, además, implicarse en su propio aprendizaje. Esto es lo que pretende el modelo del Colegio Ponce de León, que logra que sus alumnos sean responsables de su propio trabajo y de sus propios méritos.

“Ellos se hacen responsables de un montón de aspectos y áreas que de otra manera costaría más trabajo. Eso se nota en su actitud. Se convierten en los protagonistas de su aprendizaje”, revela Rodríguez Zapico, que añade que no es lo mismo que llegues al colegio y te pongan unos ejercicios en un cuaderno, que aprender eso mismo pero de forma práctica y divertida.

Todo ello con el propósito de que los niños estén “motivados para aprender” y, además, “que entiendan que esto lo hacen para ellos mismos, para su futuro. Es lo que queremos conseguir”, insiste.

Una forma de entender la enseñanza que tiene un único obstáculo, el presupuestario. Una falta de recursos que sufren muchos centros de educación pública, pero que los docentes del Ponce de León suplen con ingenio y trabajo.

“Afortunadamente tenemos unos profesores magníficos con un montón de ideas y de empuje y eso es lo principal, si tenemos gente con ganas de innovar, de hacer cosas diferentes y de trabajar, eso lo importante frente a las trabas, las económicas”, asegura el director que lamenta que con algo más de recursos los resultados de los alumnos serían “mucho más espectaculares”.

Nuevos retos

Como muchas otras cuestiones, la educación está en permanente evolución. Es por eso, que en su 80 cumpleaños el colegio se enfrenta a nuevos retos y desafíos que afrontar en el futuro.

Uno de ellos es la transición de una escuela “de siempre” a las nuevas metodologías educativas, abarcar nuevos horizontes y aplicar las nuevas formas de entender la educación para lograr mejores resultados.

Por otro lado, el centro trabaja para no perder alumnado. “La oferta es feroz, hay cinco colegios alrededor, cuatro de ellos concertados y otro público. Nuestro objetivo es intentar crear la mejor oferta educativa para conservar todas las aulas”, agrega Rodríguez Zapico.

El último de los desafíos de este colegio es modernizar sus instalaciones. Aunque en los últimos años se han realizado trabajos gracias a las concejalías de Obras, Educación y Servicios Sociales del Ayuntamiento de León aún queda mucho por hacer como mejorar los baños o digitalizar todas las aulas. Nuevos retos para seguir ofreciendo una educación de calidad por lo menos otros 80 años más.

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