La agricultura y ganadería leonesa se enfrentan a uno de los peores años en el último siglo

Matías Llorente (I), secretario general de UGAL-UPA, y Valentín Martínez (D), alcalde de Villaturiel informan sobre la situación que está atravesando el sector agrícola y ganadero por las lluvias registradas en las últimas semanas

Alba Mañanes

Dramático. Así ha sido este año para la agricultura y la ganadería leonesa, que ha vivido uno de los peores años en lo que va de siglo debido, por un lado, a las intensas heladas vividas durante el inverno y, por otro, a la sequía acuciante que todavía se deja notar o al granizo registrado en varias ocasiones, la última esta semana pasada.

“Un desastre total y absoluto”, ha asegurado el secretario general de UGAL-UPA, Matías Llorente, que ha precisado que cualquier zona de la provincia leonesa vive esta triste realidad que, además, se ve agravada por la inexistencia de un seguro que sirva a agricultores y también ganaderos a afrontar estas pérdidas.

En este momento, si no llueve durante este mes de septiembre, únicamente se salvará el cultivo del girasol porque su ciclo ya ha terminado, pero estarían en grave riesgo las plantaciones de lúpulo -muy afectadas también por el granizo de los últimos días-, alubias, remolacha y maíz.

En el caso de la sequía, en la provincia de León se han visto afectadas más de 35.000 hectáreas de regadío. Otras muchas, ha agregado Llorente, han sufrido también las heladas, pero los seguros no han servido para paliar las consecuencias económicas sufridas por los productores que han cobrado “una miseria”. “Urge un seguro agrario que tenga una repuesta ante situaciones como esta”, ha insistido el representante de UGAL-UPA.

En estos momentos, el sector agrario provincia está compuesto por 7.300 personas inscritas en el régimen agrario de la Seguridad Social, alrededor de 3.000 son mujeres y los menores de 40 años representan el 20%. Todos ellos tienen unas 5.5000 explotaciones agrarias.

Un regadío moderno como apuesta de futuro

Por otro lado, Llorente ha reclamado a todas las administraciones un “cambio de sistema” y la apuesta decidida por un “sistema de regadío moderno y automatizado” para evitar, como ha ocurrido este año, “pérdidas millonarias” en el campo.

En su opinión, si no se abandona pronto el riego por inundación la situación del sector será cada vez “más desoladora” por lo que ha abogado por impulsar este cambio de sistema por una cuestión “de interés general”.

El líder sindical también ha reclamado a la Junta y al Gobierno ayudas para “un sector estratégico” como es el agrario que dice sentirse “maltratado y olvidado” y que sufre agravios comparativos con otros sectores. “Es necesario que se pongan en marcha ayudas directas al campo y no préstamos”, ha asegurado.

Para lanzar ésta y otras reivindicaciones ha hecho un llamamiento a la participación en la manifestación que se celebrará el próximo 30 de agosto en Valladolid y que está convocada por las organizaciones Asaja, UCCL y UPA, aunque Coag se ha desmarcado de la protesta.

La última fiesta reivindicativa

Durante la comparecencia, Llorente también ha presentado la 35 edición de la Fiesta Campesina, que en esta ocasión se celebrará en La Bañeza el próximo 3 de septiembre. Llorente ha recordado que se trata de la única sindical y agraria que ha sobrevivido en la provincia tras desaparecer, entre otras, la fiesta de Rodiezmo.

El programa incluye pasacalles, bailes, comida popular, actividades lúdicas y también la intervención de representantes del sector. Todo ello se celebrará en el entorno de las piscinas de La Bañeza, con entrada gratuita para todo aquel que quiera participar.

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