Aficionados de la Comunidad exhiben sus habilidades en el Campeonato Autonómico de Juegos Autóctonos de Villamoros

Carlos S. Campillo / Ical. Exhibición de 'Corta de Troncos' durante el campeonato de deportes autóctonos de Castilla y León celebrado en Villamoros de las Regueras.

Elena F. Gordón/ Ical

Lucía, de 68 años, y Pilar, con 73, acumulan décadas de afición. Este domingo compitieron en la modalidad de bolo ribereño en el Campeonato Autonómico de Juegos Autóctonos de Castilla y León celebrado en la localidad de Villamoros de las Regueras. Les acompañaban sus compañeras del Club de la Huerta de Aranda de Duero (Burgos), Victoria (64) y Eufemia (72), que hicieron gala de sus dotes con la monterilla. Son algunas de las cerca de 300 personas que se dieron cita en el parque de esta pedanía del municipio leonés de Villaquilambre.

Salud, relaciones sociales y diversión son las ventajas que todas ellas destacan de un hobby que han compartido con escolares en colegios de su localidad y que les ha permitido conocer varias provincias de la Comunidad. Esperan que la tradición no se pierda, un fin por el que trabajan varias asociaciones y la Federación Regional de Juegos Autóctonos, que preside el leonés Antonio Verduras, quien insiste en que

“Hay que empezar con la juventud, porque si no esto se termina. Ya ves que la mayoría son gente de 60 para arriba”. Las escuelas respaldadas por algunas instituciones logran sembrar el interés de los más pequeños en campañas que se desarrollan en los colegios.

La monterilla y el bolo segoviano son los juegos que ocuparon la atención del matrimonio leonés formado por Benilde y Miro, que sí es positivo sobre la transmisión del gusto por lo tradicional.

Elvira es una joven árbitro que en esta ocasión se encarga de la competición de llave en categorías masculina y femenina. “Veinte, veintiuno...”, intercala el recuento con sus comentarios. Destreza, precisión y deportividad son las cualidades que considera comunes a quienes practican juegos autóctonos. La rana, por ser el más conocido, y el billar romano, “que es muy peculiar”, son a su juicio los que suscitan mayor interés.

Asegura que el relevo generacional está garantizado con los niños de entre cinco y 18 años que acuden a las distintas escuelas y que “tienen afición, están federados, entrenan y les gusta”.

El campeonato reunión a participantes de 15 modalidades como billar romano, bolo leonés, bolo ribereño, calva, rana, tanga o tarusa, bolo segoviano, corta de troncos, lucha leonesa, bolo palentino llano y huno exhibiciones de otros juegos, con una corta de troncos segoviana como una de las propuestas más espectaculares. Los asistentes, que degustaron una comida campestre a base de patatas con costilla, asistieron antes a una entrega de premios a los Mejores del Año.

El diputado provincial de Deportes, Emilio Orejas, y el alcalde de Villaquilambre, Manuel García, fueron algunos de los representantes de las instituciones colaboradores con la cita que no quisieron perderse una competición que se celebró por primera vez en ese municipio y que regresó a la provincia leonesa después de 14 años.

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