Adolfo Domínguez cierra su última tienda en León
Arenas movedizas para las reinas del prêt-à-porter gallego en León. Después de 10 años frente al Mercado del Conde Luna, en la calle Regidores, en un local de tres plantas repartidas en 644 metros cuadrados, y tras haber llegado a contar con hasta tres puntos de venta (hace unos años también estaba presente en la avenida Independencia, esquina con Burgo Nuevo) Adolfo Dominguez ha cerrado su última tienda en la capital leonesa. Además, hay que recordar que la firma también realizó una apuesta fallida en León con su línea más juvenil 'U' con un establecimiento en la calle Capitán Cortés.
Adolfo Domínguez ha contado con cinco puntos de venta en total en la provincia, de los que actualmente se mantienen abiertos dos
Según fuentes de la empresa consultadas por este periódico, no está prevista una reapertura a corto plazo de la mítica marca gallega, ni tampoco un cambio de ubicación del local, sino que la acción responde a la estrategia propia de la tienda, “dentro de un contexto de rediseño de su red comercial”, que seguirá manteniendo su presencia en España y en el extranjero.
Con esta nueva actuación, actualmente las colecciones de esta firma gallega sólo se pueden adquirir en El Corte Inglés de León -corner shop-, y en la calle Fueros de León en Ponferrada.
Otras idas y venidas de las grandes marcas gallegas del textil
Pero el caso de Adolfo Domínguez no se trata del único con cierres y reaperturas de puertas en los últimos 20 años en León. Otras firmas de moda y diseño gallegas también han atravesado por diferentes fases en la ciudad, como es el caso de Purificación García (Grupo ST Lonia) -que se mantiene a flote en León-, Roberto Verino o Caramelo.
La firma del diseñador Roberto Verino ha reabierto de nuevo un establecimiento de venta exclusiva en León hace unos meses, en la calle Lope de Vega, en formato de franquicia, después de años sin tienda propia tras cerrar la que tuvo a finales de los 90 en la calle textil por excelencia de León, Alcázar de Toledo. Calle que ahora copa la también gallega Inditex (Zara) con sus diferentes marcas.
En el caso de la mítica marca Caramelo su última intentona comercial en León se cerró al cesar la actividad de la empresa, que intentaba sobrevivir tras un concurso de acreedores en 2014. Abrieron un local en una de las esquinas comerciales más privilegiadas de la ciudad -Alcázar de Toledo esquina con Ordoño II- pero el fin de la empresa gallega apenas mantuvo su actividad unos meses.
Precisamente otra firma gallega, Bimba y Lola, ocupó el local de Caramelo y mantiene su actividad comercial en la ciudad tras un traslado de su local de Alcázar de Toledo. Esta marca, propiedad de familiares de Adolfo Domínguez, representa el mantenimiento del poderío textil gallego en el segmento de prêt-à-porter asequible en un sector de competitividad creciente.
