Adiós a uno de los rincones más bonitos y originales de León
En pleno Casco Histórico de la ciudad de León, camino del Barrio Húmedo desde la céntrica Calle Ancha, hace décadas que sorprende al caminante un pequeño rincón existente en un edificio situado en el inicio de la calle Varillas. Se trata de un pequeño patio de uso privado en el edificio que ocupa el número 1 de esa calle, justo donde la misma se une en un giro a la calle Cardiles. Y pronto dejará de ser un bonito y original rincón con más de un siglo de existencia para convertirse en fachada, de modo que la calle quede totalmente alineada con el resto de los edificios colindantes.
Esto es lo que actualmente se encuentra tramitando el Ayuntamiento de León. Se trata de un estudio de detalle para reordenar la parcela en ese número 1 de la calle Varillas. Ha sido redactado por el arquitecto Juan José Tejera Montaño e impulsado por la familia propietaria del edificio, que lo es desde que se construyera en el año 1850.
Esta futura alineación de la calle ya fue objeto de aprobación en el Pleno del Ayuntamiento leonés del pasado 30 de abril, tal y como se ha publicado tanto en el Boletín Oficial de Castilla y León (BOCyL) como en el de la provincia, donde se indica que ya sólo queda abierta la vía de un posible contencioso.
El proyecto recoge una redistribución del volumen de la actual parcela y aunque lo que ahora es el patio exterior privado pasará a ser una futura fachada, lo cierto es que el estudio de detalle no modifica incremento de edificabilidad, que en total será antes y después de 358,40 metros cuadrados, idéntica cifra.
Según lo aprobado, eso sí, se permitirá la elevación de una planta en esa parte frontal nueva y serán reajustados los fondos interiores, de modo que en realidad se tratará de un futuro retranqueo. Su patio de atrás, actualmente muy estrecho, es colindante con el Palacio Gaviria, recoge la documentación.
Este inmueble no está protegido pero sí presenta protección el edificio colindante, situado en Cardiles 3. Fue proyectado por el arquitecto Manuel Cárdenas en 1920 para su propia madre, Vicenta Vicent, inicialmente como una nave muy de la época y diseñada en dos alturas para destinarse a tiendas y almacenes. Allí se ubicó la Imprenta Casado, que después dio lugar a un bar restaurante, hasta la actualidad. Pero en 1921 el propio Cárdenas elevó dos plantas y otra bajo cubierta más, para viviendas.
Por eso, por afectar la estética del edificio del patio al edificio colindante, en los trámites previos, la Comisión de Patrimonio de la Junta ha aprobado el estudio de detalle que 'sacrifica' ese conocido rincón pero recomendando que el proyecto final “trate de buscar una continuidad más clara entre las cornisas de los dos edificios colindantes, al objeto de eliminar en mayor grado las medianeras existentes”.
De momento, han de culminarse los procesos administrativos y urbanísticos en marcha. Y si salen adelante, como todo parece indicar, será después decisión de los promotores el momento, más o menos cercano en el tiempo, en el que comenzará la ejecución de las obras que supondrán el fin definitivo de este entrañable espacio.