La acusación dice que la familia de Larralde “no quiere venganza sino justicia”

Ical. Lectura de los escritos de calificación de las partes y alegaciones previas del juicio por el crimen del boxeador leonés Roberto Larralde.

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“Mis representados no quieren venganza sino justicia”. Así lo afirmó hoy el abogado Marcos García Montes en la presentación de alegaciones al jurado previa a la vista oral por el asesinato del ex boxeador Roberto Larralde que se desarrollará durante cinco semanas en la Audiencia Provincial de León y que comenzó hoy con incidentes a la puerta de la sede judicial y la agresión una de las acusadas, la viuda de la víctima.

Durante una larga sesión de varias horas, las partes presentaron sus calificaciones provisionales y sus alegaciones. El fiscal ve en la muerte de Larralde, ocurrida el 13 de septiembre de 2014, la ejecución de un encargó y habló de un asesinato “con frialdad, por la espalda y a traición, al tiempo que calificó de ”película“ el argumento de la defensa del presunto autor material del disparo que acabó con la vida de la víctima.

Esa defensa argumenta que Larralde y el presunto asesino se encontraron en el lugar de los hechos con “tres hombres de apariencia y acento del este de Europa”, con los que supuestamente iban a negociar un asunto relacionado con drogas y que la víctima y ellos mismos le dijeron que se fuera de allí porque, debido a su politoxicomanía, no estaba en condiciones de tratar nada.

También sostiene que, según los cálculos de los tiempos de desplazamiento entre los sitios clave del caso, es “materialmente imposible” que su representado cometiese el crimen. Al tiempo se preguntó ·por qué se encontró el cadáver tan rápidamente y sugirió que el casquillo lozalizado muchos días después en el lugar donde aparecio el cuerpo “pudo ponerse allí para inculparle.

Además, señaló que la munición del arma supuestamente utilizada, una pistola de la Segunda Guerra Mundial, ya no se comercializa y añadio que “los hechos han podido ser de cualquier forma” y que la investigación del caso fue “de instinto y a golpe de pista, llamando la atención sobre el hecho de que la acusación particular no haya solicitado el ingreso en prisión de los dos presuntos autores intelectuales del delito.

El fiscal solicita penas de 20 años de prisión para cuatro de los acusados en lo que tildó como un crimen pasional -entiende que el amante de la entonces mujer de Larralde y ésta habrían encargado el asesinato para librarse de él-, 23 para la viuda por el agravante de parentesco, diez años para otros dos acusados de cómplices de asesinato y dos para los acusados de tenencia ilícita de armas.

Por su parte, la acusación particular -que señaló que la víctima fue “llevada al matadero como un cordero”- eleva la petición provisional de penas a 25 años para cada uno de los siete, a lo que suma otros dos por tenencia ilícita de armas para tres de ellos. Las defensas de cinco de ello reclaman la libre absolución y otros dos únicamente reconocen sendos delitos de tenencia ilícita de armas por los que plantean penas de tres y seis meses respectivamente.

Vías sin explorar

A falta de las alegaciones de cuatro de los acusados, que se presentarán durante la mañana de este martes, las defensas coincidieron en plantear la imposibilidad de que el supuesto autor material fuese quien mató a Larralde al tiempo que señalaron que hay muchas vías de análisis que no se han explorado.

Uno de los letrados comentó que la familia del fallecido sospechó inicialmente de “unos colombianos”, mientras otros apelaron a la presencia de los tres hombres del este de Europa, además de insistir en que las llamadas telefónicas, las imágenes de videovigilancia y los tiempos que llevan los desplazamientos que se habrían hecho esa noche no coinciden con las conclusiones y las acusaciones planteadas. “No hubo tiempo” o “las matemáticas no engañan”, son algunos de los argumentos esgrimidos al respecto.

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