Hermanarse en la Región de León, entre salmos y réquiem

Concentración ante la Diputación de León en favor de la Región Leonesa.

Máximo Soto Calvo

Aun cuando lleve implícito el título cierta dosis retórica, que confirmo, lo que intento de forma preferente es mostrar mi escepticismo de ciudadano preocupado por lo leonés, lo regional leonés. En cuanto a cómo revitalizarlo, me gustaría saber si hay plan, hoja de ruta, vías de tren o autovías que nos puedan colocar como región en España y en Europa. Y por supuesto si entre el paisanaje triprovincialmente leonés se puede propiciar un común compromiso y cómo.

Hace unos día leía a Javier Callado, leonesista que atesora gran conocimiento de lo cultural leonés y de la situación y posible desarrollo actual, saliendo en tribuna pública a plantear el momento depauperado del noroeste peninsular que nos afecta directamente. Sin perjuicio de que haya otros asuntos, y no pocos, planteados y estudiados para los que también ha apuntado posibles soluciones, sugiere y explica, en la última, que el alcalde legionense José Antonio, debería entrar en contacto con “algunos de los alcaldes del noroeste” para en un frente común, con voz cualificada, presentarse ante el gobierno nacional y no solo por lo de la “España vaciada”, que también, sino por la falta de infraestructuras que autolimitan todo desarrollo de tal zona. Para ello apunta trámites y soluciones.

Creo que es una muy buena recomendación. No sé si el alcalde o sus informadores de prensa, le ponen al corriente de cuanto se dice, sabiendo que el ente autonómico, de siempre, ha estado posicionado como freno de León y dedicado a la absorción de lo leonés, cultural, económico y social. Pero el Gobierno central tampoco ayuda en nada. Bien es verdad que no tenemos voz en aquel parlamento. Por otra parte allí se escucha, o se toma en consideración, a quien se necesita, por aquello del apoyo parlamentario, no al que necesita, al hermano pobre que sin representación veraz es, cuando más, un lamento lejano.

Hermanarse para solucionar problemas comunes, unicidad cultural, identidad...

Se anunció en la prensa, tiempo atrás, que se había aprobado una moción o propuesta legionense para el hermanamiento municipal con las capitales de Zamora y de Salamanca. Abril de 2021. Ignoro si se inició algún cruce de correos o cartas invitando a ello. Si no se ha iniciado, se ha de explicar el porqué. Si sencillamente se mandó un “oficio” sin apoyatura personal, me parecería de poca fuerza. Puro trámite. Y por supuesto, no se puede dejar en el cajón del anonimato o de los olvidos, gestiones municipales que puedan afectar al común. ¡Y no pasar nada!

Hermanamiento de gran calado

El tema hermanamiento, de gran calado, repercusión y beneficioso proceder, debe ser tenido en cuenta también, y con gran cuidado en las Diputaciones que triprovincialmente nos representan y pueden unir con más amplitud a los leoneses. Alguna tiene que empezar a romper barreras. No sé si para iniciar un acercamiento hay tempero. Me atrevo a preguntárselo al señor Llorente, vicepresidente de la institución leonesa, en acuerdo electoral con UPL. Pienso que se podía promover algo más que hermanamiento entre las tres Diputaciones de la región Leonesa. Algo así como: Unidad de bienes. Compenetración. Base o cimiento economicista..

El presidente de la Diputación de León, señor Moran, del PSOE y gobernando con el apoyo de UPL/ Matías, no tiene porqué estar disfrutando de una legislatura tranquila, como me temo está ocurriendo con un Llorente, bien asentado en la vicepresidencia, donde algunas cosas ha promovido, pero en lo identitario leonés nada (Reconocimiento cultural entroncado en lo regional). No es lo suyo. Ni de uno ni de otro, en esto van de la mano ambos.

Qué pasa con la despoblación

Hablando del fenómeno despoblación, el señor Morán lo califica de lacra. No he podido saber a quién atribuye el demérito de tal llaga o secuela. Recapitulando, cuando pone la vista atrás, antes de los procesos autonómicos ve una provincia, León, con una población prometedora y con posibilidades; y a la actual, decreciente, pues tan sólo el último año perdió 5.000 habitantes, dixit. Preocupante situación que viene a situar como cuestión de estado, si bien, apunta, ahora hay “un esperanzador ministerio para afrontarla y resolverla”. ¡Todo globalizado, para no tocar ni un pelo a los gerifaltes del ente, no vaya a ser que se enfaden!

Queriendo decir algo a la Junta –¡Para que veamos!– cual brindis al sol o para la galería, Morán “anima a tomar buena nota del plan del gobierno central”, de cara a la descentralización de organismos públicos. Y así señala, como ejemplos, al Incibe y Ciuden, soslayando que fueron creación de Zapatero. A la Junta a lo que hay que animarla (exigirla) es a que empiece por olvidar el centralismo, considere las dos regiones en el articulado del Estatuto y maneje con rectitud el presupuesto territorial.

Estemos atentos a los manejos. A exigir lo nuestro y no quejarnos a posteriori.

¿Los dineros europeos quién los maneja?

Los dineros europeos, que vendrán hacia España para salir de la ruina pandémica, fondos Next Generation, llegarán también al ente, que hará los manejos centrípetos pucelanos intolerables de siempre. El presidente Morán habla de un porcentaje para la Diputación de León, ignoro si se lo ha sugerido el consejero Suárez-Quiñones que cuando más apunta, nunca remata. ¿O si el 15% que cita es el que nos corresponde “a boleo”? ¿Si aparece el agravio, la rapiña castellanizada, qué vamos a hacer? ¿O en aras del llamado pragmatismo, hemos de asumir los ciudadanos el rol que nos marcan?... y a continuar la legislatura él y el vice.

Para seguir apoyando al señor Morán en la Diputación hace falta saber si cree o no en la región leonesa, y más ahora que la Junta insiste en querer organizar el territorio a su manera, si no la contempla, mal vamos de cara a hermanar territorialmente a los leoneses. Puede que de la mano de Cendón decidan o quieran, sin el menor intento de unirnos, cantar el adiós ante el túmulo regional leonés.

Y que, además, las plañideras tengamos que costearlas nosotros, el pueblo.

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