Profesores de la Universidad de León firman el boicot académico contra Israel
Tres profesores de la Universidad de León se han sumado, junto con otros 1.200 docentes e investigadores de toda España (entre ellos cerca de 150 catedráticos/as y figuras como Josep Fontana, Miren Etxezerreta, Carlos Taibo, Arcadi Oliveres, etc.), al boicot académico contra Israel, como medio de presión para exigir que cumpla la legalidad internacional y que cese su política de ocupación y apartheid en Palestina. Asimismo, 260 miembros del PAS y cientos de estudiantes han dado también su apoyo. Sindicatos de estudiantes, de trabajadores y profesores, grupos de investigación e, incluso, un Departamento de una universidad española se han adherido a la campaña.
En el último año el físico Stephen Hawking y hasta cuatro asociaciones académicas de los EEUU se han sumado al boicot académico como forma de apoyar el llamamiento hecho por la sociedad civil palestina el año 2005. Asimismo, la Unión Europea ha establecido un novedoso boicot de facto a toda colaboración con universidades y centro de investigación israelís situados en territorios ocupados.
Estos académicos han suscrito el manifiesto BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones a Israel) académico por Palestina que reclama una serie medidas concretas. Las tres demandas básicas de los intelectuales son la suspensión del acceso preferente que las universidades y centros de investigación israelíes tienen en el Espacio Europeo, en base al incumplimiento a los derechos humanos; que los Gobiernos autonómicos y los Estados presionen a la Comisión Europea para que cumpla su propia legislación e implante esta moratoria, y la suspensión de las relaciones institucionales entre las universidad españolas y las israelíes.
El manifiesto, sustentado por una campaña de firmas que aún permanece abierta, surge para denunciar la posición de las instituciones que imparten la educación superior en Israel. El escrito señala que “el boicot académico nace como respuesta al apoyo institucional unánime de las universidades israelíes a las políticas de ocupación y apartheid contra la población palestina, que, entre otras cosas, se materializa en una estrecha cooperación con el ejército israelí y en políticas discriminatorias contra los estudiantes palestinos”.
La campaña se basa en el éxito de otras estrategias no-violentas protagonizadas por la población civil. Se apoya en experiencias como el movimiento internacional contra el apartheid de Sudáfrica y ha recibido el apoyo de destacados activistas como el premio nobel de la paz Desmond Tutu, de organizaciones judías como Jewish Voice for Peace y de un número creciente de académicos israelíes.
La campaña de BDS a Israel ha tenido un enorme crecimiento y se está erigiendo en la última alternativa para obligar a Israel a respetar los derechos de la población palestina y presionarle para que cumpla con las resoluciones de Naciones Unidas y la legalidad internacional.
Consideran que el mundo académico no puede mantenerse ajeno a este debate. El BDS hace un llamamiento a romper con las instituciones académicas israelíes como forma de presión política y no tiene como objetivo a los académicos de dicho país. Es una de las vías para que las universidades españolas dejen de ser cómplices de un sistema de ocupación, colonización y Apartheid.