Logran por primera vez la cría de urogallo cantábrico por inseminación artificial

Mañueco visita Valsemana, donde se ha conseguido que nazcan por inseminación artificial y en cautividad dos pollos de urogallo.

Agencia EFE

13 de septiembre de 2023 14:18 h

El Centro de Cría del Urogallo ubicado en la finca de Valsemana, en el municipio leonés de La Ercina, ha conseguido el “hito histórico” de lograr la gestación de dos pollos, un macho y una hembra, por inseminación artificial, lo que supone un importante paso para garantizar la supervivencia de una especie emblemática que se encuentra en peligro de extinción.

Así lo ha destacado este martes el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, durante la visita que ha realizado este martes a sus instalaciones, donde ha remarcado que este avance científico “testimonia el compromiso político del Gobierno autonómico con la protección, la conservación, el mantenimiento y el incremento del patrimonio natural de la Comunidad”.

“Este éxito es una gran noticia para todos los que aman la naturaleza y hace realidad el sueño de conseguir la cría en cautividad de esta emblemática especie, que está en situación crítica de riesgo de extinción”, ha abundado.

El líder del Ejecutivo autonómico ha indicado que, con el desarrollo de esta técnica, que está aún en su primera fase, y sumada al resto de las investigaciones que utilizan en el Centro, el reto es llegar a reintroducir al menos 50 ejemplares al año en la población silvestre.

Así, el Centro ya trabaja para disponer de 20 machos y 50 hembras como plantel de los reproductores en un plazo de cinco años, y en su segundo año de funcionamiento ya dispone de 28 ejemplares de urogallo cantábrico, 14 machos y 14 hembras, lo cual, según ha incidido Fernández Mañueco, supone “otro éxito”.

La esperanza expresada por el presidente es que este avance contribuya a la recuperación del urogallo cantábrico, especie que apenas supera ahora los 200 ejemplares silvestres, el 80 % en la provincia de León y el resto, en Asturias.

A la delicada situación de esta emblemática especie tampoco ayuda el desequilibrio actual entre machos y hembras, con una notable mayoría de los primeros, lo que dificulta enormemente la reproducción en su hábitat natural, la comarca del Alto Sil en León y un amplio territorio del suroccidente asturiano que abarca los concejos de Cangas del Narcea y Degaña, entre otros.

En 2018 se empezó a preparar el plan de trabajo para tratar de lograr la cría en cautividad que en la actualidad se estructura en dos líneas fundamentales, la primera de ellas de carácter experimental para la puesta a punto de todos los protocolos sanitarios, de manejo y reproductivos haciendo especial hincapié en la reproducción y todo lo relativo a la inseminación e incubación artificial y a la conservación de germoplasmas.

Estas pruebas se están haciendo con ejemplares de procedencia centroeuropea, que no son para la finalidad de la reproducción pero cuyos resultados se pueden aplicar al objetivo final que es el urogallo cantábrico.

Estas línea de trabajo ha dado como resultado las primeras puestas silvestres y se han obtenido doce huevos de los que diez han salido adelante y el centro cuenta con ese número de pollos de casi un año para comenzar a conformar el stock reproductor.

En el Centro de Cría se finaliza la incubación y después se trabaja con esos ejemplares para que tanto a nivel de alimentación como sanitario superen con éxito los primeros tres meses de vida, y de momento el éxito es haber logrado en el primer año de trabajo una supervivencia de los pollos de prácticamente el 90 por ciento.

En la actualidad, un área de la Cordillera Cantábrica de 350 kilómetros cuadrados distribuidos entre Asturias y León alberga los últimos trescientos urogallos que sobreviven en España, según reveló el primer censo completo sobre esta especie, que no encontró indicios de presencia en zonas orientales de la cordillera cantábrica y prácticamente el 80 por ciento de los censados se encuentra en León, por las comarcas de Alto Sil y Omaña, y el 20 por ciento restante en la vertiente asturiana, principalmente en el Parque Natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias.

De los ejemplares contabilizados, aproximadamente dos tercios serían machos y una tercera parte, hembras, según este censo, elaborado por equipos de Asturias, Castilla y León y el Ministerio para la Transición Ecológica, con la colaboración de las fundaciones “Patrimonio Natural de Castilla y León”, “Tierra Ibérica” y “Oso Pardo”, SEO/BirdLife y Tragsatec.

Los números reflejan la situación crítica en la que se encuentra el urogallo cantábrico, la amenaza de desaparición que se cierne sobre esta especie y la necesidad de reforzar las medidas de conservación.

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