La Junta da el visto bueno ambiental sin correcciones a las plantas de quema de biomasa y captura de CO2 de La Robla

Diseño del proyecto completo de dos plantas de energías renovables del grupo Reolum en La Robla.

Carlos J. Domínguez

29 de enero de 2025 10:49 h

La Junta de Castilla y León bendice con la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) favorable el proyecto de planta de cogeneración eléctrica y vapor mediante biomasa, denominada 'Roblum', así como de una planta anexa de captura de CO2 en el nuevo polígono industrial El Crispín de La Robla, en la provincia de León.

Este proyecto, promovido por la empresa Desarrollos Renovables Abies SL, y enmarcado dentro del aún mayor proyecto de 'La Robla Green', busca en estas instalaciones aprovechar biomasa vegetal de origen agrícola para generar energía eléctrica y vapor, además de capturar dióxido de carbono para su posible uso industrial y de paso servir como red de calor para buena parte de esta localidad de la Montaña Central leonesa. La energía y el gas generados también se emplearán para la producción de e-metanol en una futura industria anexa de 'La Robla Green', la cual ha sido tramitada con especial diligencia y protección de la administración autonómica al hacerlo como proyecto de interés regional.

La decisión del 'sí, medioambiental de la Junta se ha publicado en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) del miércoles del 29 de y establece que el proyecto ha superado el proceso de evaluación ambiental, siempre y cuando se cumplan estrictas medidas correctoras y de vigilancia ambiental que detalla. La instalación ocupará en total 116.312 metros cuadrados, la mayoría -100.71- para la planta de biomasa y 15.601 para la planta de captura de CO2. Tendrá una capacidad de generación de 50 MW eléctricos y podrá capturar hasta 51 toneladas de CO2 por hora.

Consumo de agua y distancias de localidadses

El suministro de agua para la planta de biomasa, que necesitaría usar 6.000 millones de litros al año -algo menos de lo que de media requería la antigua central térmica de La Robla- procederá del río Bernesga, ubicado a prácticamente 65 metros en su punto más cercano del emplazamiento elegido del espacio industrial. Otro detalle de la evaluación de impacto ambiental es que las instalaciones se situarán a unos 2,2 kilómetros de las viviendas del núcleo urbano de La Robla, a menos de un kilómetro del pueblo de Cascantes de Alba y a algo menos de tres de La Seca de Alba.

La electricidad generada será evacuada a través de una línea soterrada de 132 kV hasta la subestación “La Dehesa”, propiedad de Naturgy, desde donde se conectará con la red de transporte de Red Eléctrica de España. Se contempla la construcción de una línea eléctrica soterrada de 132kV de alimentación a la planta de CO2, que partirá desde otra subestación ya existente. Y también una conexión de ferrocarril con el polígono industrial construyendo un apartadero para la carga y descarga de mercancías en tren.

Durante el periodo de información pública se presentaron un total de 12 alegaciones, por parte de la Junta Vecinal de Llanos de Alba, la Asociación para la Recuperación del Bosque Autóctono (ARBA), Ecologistas en Acción de Zamora, Ecologistas en Acción de León y otras varias de particulares. Resumidas, versan principalmente sobre una vinculación del proyecto con un procedimiento judicial pendiente de resolución, deficiencias en el proceso de información pública, en el proyecto técnico y en el propio estudio de impacto ambiental, la afección ambiental del proyecto por emisión de gases de efecto invernadero y tóxicos para la salud de las personas y los ecosistemas, así como la viabilidad energética y económica del proyecto.

El dictamen ambiental establece una serie de medidas para mitigar estos impactos, incluyendo sistemas avanzados de filtrado de partículas, barreras de retención de sedimentos y restricciones en la ubicación de infraestructuras auxiliares para proteger la vegetación de ribera. También se impone un programa de vigilancia ambiental que deberá garantizar el cumplimiento de estos requisitos.

Dos zonas de sensibilidad ambiental

La Junta ha concluido que “todos los informes emitidos son de carácter favorable”. No obstante, se comprueba que existe coincidencia territorial del proyecto con la zona de especial conservación 'Riberas del Río Esla y afluentes' y con el hábitat de interés comunitario 'Bosques galería de Salix alba y Populus alba'. 

A pesar de ello, determina que “una vez analizadas y valoradas las actuaciones, se considera realizada la evaluación requerida por el artículo 2 del Decreto 6/2011, de 10 de febrero, por el que se establece el procedimiento de evaluación de las repercusiones sobre la Red Natura 2000 de aquellos planes, programas o proyectos desarrollados en el ámbito territorial de la Comunidad de Castilla y León, concluyéndose que las actuaciones proyectadas no causarán perjuicio a la integridad de dicho espacio protegido”, ha señalado. Por ello, la ejecución del proyecto queda sujeta a una serie de medidas preventivas y correctoras que se da por hecho que la empresa promotora acometerá cuando cuente con todos los parabienes administrativos, algo que la propia Junta ha impulsado con inusitada fuerza.

Por ejemplo, se determina que la futura actividad de las plantas “se encuentra entre las recogidas en la normativa que establece la relación de las actividades potencialmente contaminantes del suelo”, dejando en manos de la compañía la presentación ante el Servicio Territorial de Medio Ambiente de León los “informes periódicos de situación del suelo establecidos en la autorización ambiental”.

Con la DIA aprobada, el siguiente paso será la obtención de las autorizaciones definitivas para el inicio de las obras. Según el Boletín, la empresa promotora deberá comunicar la fecha de inicio de la construcción en un plazo máximo de cuatro años, aunque se espera que los trabajos arranquen en los próximos meses.

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