Indignación, lágrimas y enfado en la protesta contra la inoperancia política ante los incendios que arrasan León
Cientos de personas se han congregado frente a la sede del Ayuntamiento de León, en la céntrica avenida de Ordoño II, para unir sus voces contra la inoperancia de las administraciones -en concreto la de la Junta de Castilla y León- a la hora de atender los incendios forestales que calcinan desde hace diez días la provincia leonesa. “Mañueco dimisión, Quiñones dimisión, Arranz dimisión” han sido los gritos a los que más voces se han unido de los presentes, aunque la indignación ha sido unánime y palpable entre los leoneses.
Los ciudadanos han acudido con pancartas en las que piden que la Junta eleve el nivel 3 la situación de emergencia, que ya ha descartado la Administración Autonómica, al considerar que desde el Gobierno Central “no pondrían a disposición más medios” de extinción; una noticia que ha encendido la llama de la ira y la indignación entre los manifestantes. También otras en las que se puede leer: “Para que el monte no arda se necesitan más cabras en el monte y menos cabrones en los despachos”, acompañada de las fotos de Mañueco y Suárez-Quiñones, a los que también se les reclama: “Nos estáis quemando por encima de vuestras posibilidades”. La ira y la emoción imperan entre los cientos de leoneses, y no es complicado avistar a personas llorando entre la multitud.
Una voz se ha alzado por encima de otras y entre la multitud se hizo el silencio para dejar hablar al portavoz de la Asociación de Trabajadores de Incendios Forestales de Castilla y León: “Exigimos la destitución inmediata de los responsables de la devastadora tragedia humana y medioambiental que vivimos en nuestra comunidad y de la situación de extenuación a la que nos encontramos”, ha comenzado, para después apuntar a un cargo en concreto, el del Director General de Patrimonio Natural y Política Forestal de la Junta de Castilla y León; José Ángel Arranz: “No ha dado la cara, no se le ha visto. ¿Dónde estás, Arranz? ¡División! ¡Destitución! ¡Fuera!”, unos gritos a los que pronto se ha unido todo el público asistente.
Además, de Arranz, el segundo nombre, sobre el que responsabilizan la pérdida de biodiversidad y las tres vidas humanas que se han cobrado los fuegos en la provincia, es el del consejero Suárez-Quiñones: “Exigimos la inmediata destitución en la ostentación de sus cargos, que es la más legítima obligación política, funcional y moral que tiene el presidente de Castilla y León para sus ciudadanos”.
El portavoz de la Asociación carga contra las concesiones a empresas privadas de la consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León: “Con un presupuesto cinco veces mayor que en 2022, lo han gastado en multitud de licitaciones para alquiler de autobombas con un sobredimensionado coste, desmantelamiento de torres de vigilancia, compra de cámaras inútiles, kits intragables de avituallamientos a base de sales solubles y cacahuetes, y un sinfín de caprichos absurdos. Y seamos claros, para beneficiar a esas empresas privadas que entran dentro de las redes clientelares, en un servicio que tendría que ser público”, ha reclamado, desatando el aplauso entre los asistentes.
“74 millones de euros que decía Alfonso Mañueco, que habían invertido en prevención, ¡eso es mentira! No se ha invertido ese dinero, las inversiones no están sobre el terreno, no se han construido protecciones contra el incendio en los pueblos, ¿qué es lo que está pasando?”, se pregunta el portavoz.
A esto ha seguido un solemne minuto de silencio por la muerte de dos voluntarios y un miembro del servicio de protección de incendios.
El portavoz de los bomberos ha zanjado su intervención con un alegato contra la escasez de medios que ha provocado la mala gestión política y administrativa: “Se están dejando a muchas unidades en sus bases, paradas, en retenes, sin actuar, mientras todo está ardiendo. No lo entendemos. Esto nos hace darnos cuenta que estos operativos están dirigidos por gente que no sabe, que no tiene capacidad para hacerlo”.
“Mi pueblo ardió. Mi casa se quemó”
Poco después, una anciana vecina de Castrocalbón, Josefina, se ha adelantado al círculo central para dar tu desgarrador testimonio: “Mi pueblo ardió. Mi casa se quemó. Porque como estaba a las afueras de Congosto allí no fue nadie. Los que fueron no tenían medios. Enfrente de mi casa había una boca de incendios y allí no fue nadie a abrirla y ardió mi casa y el barrio entero, el barrio de Arriba de Castrocalbón, todo por culpa de unos ineptos”.
A ella se suman los testimonios de varias ciudadanas que, aunque no se han visto afectadas directamente en los incendios lloran por la pérdida de patrimonio natural: “Todos estamos afectados, estoy emocionada por el dolor de todo lo que está pasando. Aquí nadie está haciendo nada y venir aquí es la única manera que tenemos de demostrar que queremos un cambio. Desde luego hay responsabilidades, quienes lo sean que dimitan”.
Otro leonés se ha acercado al micrófono para aprovechar el micrófono y cargar contra la Agenda 2030 que, según decía, impedía que se limpiasen los pastos y bosques. Sin embargo, el rechazo ha sido unánime de la multitud que, entre pitidos y abucheos han acallado a esta persona.
Finalmente, cientos de asistentes se han acercado a una mesa de firmas de la Asociación para pedir que se suba a nivel 3 la situación de emergencia.