Campanas al vuelo en León para celebrar el Patrimonio de la Humanidad del toque campanil

En Villavante, donde las campanas nunca dejan de sonar, están de fiesta por el Patrimonio de la Humanidad.

Redacción ILEÓN / Agencia ICAL

El toque manual de campanas español es desde este miércoles Patrimonio de la Humanidad. Y por ello la Escuela de Campaneros de la localidad leonesa de Villavante celebra la declaración del toque manual de campanas como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, por la Unesco, recordando que es “pionera en Castilla y León”, por lo que ya trabaja en la programación de diferentes actividades para la celebración de la declaración. Campanas al vuelo por la proclamación de la Unesco.

Entre estas actividades, informa de ello la Agencia ICAL, se encuentra un toque común de campanas en el que participará un amplio número de campanarios de todo el país, entre el que se encuentra el de Villavante, donde se lleva a cabo un Encuentro Nacional de campaneros desde el año 1986, fecha en la que fue fundada una escuela para salvaguardar los diferentes toques de campanas que se daban en la antigüedad.

Asimismo, en un compromiso con esta labor y para potenciar esta iniciativa llevada a cabo desde diferentes colectivos, Jorge de Juan Fernández, uno de sus integrantes, publicó en 2021 un CD, libreto y reportaje bajo el título ‘Campanas en el Reino de León’, con la finalidad de que “exista un testimonio gráfico de este viejo arte y queden recogidas las diversas señales del tañido de las campanas para conocimiento de futuras generaciones”.

Esta tradición, extendida en el país y sostenida actualmente por grupos de voluntarios y vecinos, ha sido incluida por la Unesco en su lista de patrimonio cultural inmaterial de la humanidad.

En la actualidad perviven en España más de treinta formas de toque manual de campanas, “un lenguaje sonoro que se ha mantenido a lo largo de los siglos como un medio de comunicación comunitario”, ha destacado el Ministerio de Cultura en un comunicado. La distinción de la Unesco permitirá “asegurar la continuidad de esta tradición común”, que se encuentra “al borde de la extinción por la falta de campaneros”.

El texto de la proclamación de la Unesco

“A lo largo de los siglos, el toque de campanas ha servido como medio de expresión y comunicación en España, cumpliendo una serie de funciones sociales, desde el intercambio de información hasta la coordinación, la protección y la cohesión. Los mensajes codificados que se transmiten a través de los distintos tañidos son reconocidos por las distintas comunidades y contribuyen a estructurar la vida local”, explica la Unesco.

“Existe una gran variedad de sonidos determinada por las técnicas (repique, volteo o medio volteo) combinadas con las habilidades de los campaneros y las características físicas y propiedades acústicas de las campanas, torres y campanarios. Estos elementos convergen para crear un profundo y rico repertorio tanto en el ámbito religioso como en el cívico para marcar distintos momentos del día, alertar a la población de acontecimientos naturales, como incendios o inundaciones, o de cortejos fúnebres, y anunciar decretos y otras noticias”, continúa la declaración.

“Los toques de campana son también una parte central de los eventos, celebraciones y espectáculos locales. La práctica se transmite de los campaneros a las generaciones más jóvenes y a través de grupos u organizaciones de campaneros que, además de documentar e investigar la práctica, también tocan, transmiten, instruyen y difunden el arte del toque tradicional de las campanas. La mayoría de las personas que transmiten estos conocimientos son a su vez jóvenes que intentan reclutar nuevos entusiastas para continuar la práctica”, termina el texto que acompaña a la nominación número 018173 que se ha hecho efectiva hoy como Patrimonio de la Humanidad.

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