Los municipios próximos al vertedero provincial creen que el traslado de lixiviados confirma los peligros de contaminación
El frente municipal que agrupa a 13 ayuntamientos del entorno del Centro de Tratamiento de Residuos (CTR) provincial de San Román de la Vega (León) ha detectado que al menos 600 camiones cisterna han salido de esa planta en las últimas semanas cargados de lixiviados -residuos líquidos contaminantes- con destino a Cantabria. A su juicio, ese traslado “demuestra que son ciertos nuestros temores y denuncias del enorme riesgo ambiental y de salud que afecta a nuestros pueblos” con la decisión, que tienen recurrida pero que se ha ejecutado ya, del traslado de 500.000 toneladas de residuos de León y su alfoz que habían permanecido más de una década en la finca El Busto de Santa María del Páramo y que tildan de “irracional”.
Los municipios calculan que la unión temporal de empresas (UTE) Legio VII que gestiona el CTR, con el supuesto acuerdo del consorcio provincial de residuos Gersul, ha transportado ya más de 12.000 metros cúbicos de esos lixiviados y añaden que temen “de manera fundada” que el volumen de los líquidos que desprende la basura sea “muchísimo más aún”, según su portavoz, Joaquín Llamas, quien recuerda que el informe ambiental de la Junta limitaba como máximo a 3.500 los metros cúbicos autorizados en la única balsa de lixiviados permitida.
Ante esta nueva situación que ven como “demencial”, las dos mancomunidades (Órbigo y la Cepeda) y los ayuntamientos de Astorga y Carrizo de la Ribera que integran el frente han acordado comunicar los hechos a la Junta y al propio consorcio Gersul. El colectivo elevó a ambos organismos hace semanas la denuncia de que en el vaso de vertido de la planta de San Román existían dos balsas de lixiviados, presuntamente sin autorización alguna, que servirían para intentar evitar que la “inabarcable cantidad de líquido contaminante” acabara provocando un desastre ecológico.
“Seguimos esperando que nos informen y que, en buena lógica, sancionen con dureza este tipo de obras”. Una situación que a su entender “demuestra que nuestra queja constante está más fundada que nunca, porque la gestión es un desastre y nuestros vecinos están más preocupados que nunca”, señaló Llamas.
Además, los responsables del frente han vuelto a insistir por escrito al consejero de Fomento y Medio Ambiente, Antonio Silván, al director general de Calidad y Sostenibilidad Ambiental, José Manuel Jiménez, y al presidente de la Diputación -institución que preside el consorcio Gersul-, Emilio Orejas, en la petición de una reunión urgente para transmitir el malestar de las comarcas afectadas e insistir en que “esta gestión de las basuras de todo León es un problema que afecta, incluso al bolsillo, de todos los leoneses”.
Por último, los municipios confían en que la Justicia les acabe dando la razón en las diferentes vías emprendidas, pero lamentan que ya se están padeciendo los efectos del “atentado” del traslado de las 500.000 toneladas de basura a un CTR ya saturado. Llamas recuerda que no se trata sólo de “una impunidad y una gestión lamentables que alarman a nuestros pueblos” sino que estas irregularidades “las pagan los leoneses de toda la provincia, que no sólo asumen de su bolsillo con el pago de elevadas tasas el coste de saturar el vaso de vertido del CTR sino que pagarán aún mucho más cuando haya que revertir toda la situación”.