El menor de Sueros de Cepeda seguirá con su familia paterna
Una comisión judicial, compuesta por policía judicial, un psicólogo y un trabajador social, desaconsejaron hoy la salida de Julio, el niño de Sueros de Cepeda de la localidad en la que reside con su familia paterna para, tal y como ordenó la juez, pasar a vivir con sus abuelos maternos. Así se determinó después de evaluar la situación del menor tras aproximadamente media hora de reunión en la vivienda en la que reside en la localidad leonesa.
La juez había ordenado hoy el traslado de Julio a un punto de encuentro familiar para cumplir la sentencia y que el niño viajara hasta Cantabria, después de que la Audiencia de esta comunidad fallara la entrega de la custodia del menor a sus abuelos maternos. Los vecinos de Sueros de Cepeda se concentraron por tercera vez para evitar la salida del menor, aunque no fue necesario intervenir, ya que la comisión judicial abandonó la vivienda tras el análisis de la situación de Julio.
Una vez que salieron de la vivienda, el tío del menor comunicó a los vecinos que se agolpaban a la puerta de la vivienda que los psicólogos habían desaconsejado el traslado, por lo que Julio permanecerá con su familia paterna, algo por lo que dijeron sentirse “contentos y agradecidos” por las muestras de apoyo recibidas en los últimos meses.
Además, y en nombre del menor, se procedió a la lectura de una carta en la que el propio Julio pedía al Rey el apoyo necesario en esta situación. Se trata de la tercera ocasión en la que se fijó el traslado del niño con su familia materna, algo que hasta ahora no se había podido materializar como consecuencia del estado psicológico del menor, que desaconsejaba su traslado, algo que incluso llegó a provocarle una crisis de ansiedad uno de los días en los que la Guardia Civil se personó en la vivienda para ejecutar la sentencia.
Cabe recordar que Julio reside con su familia paterna desde el año 2009 cuando, en el mes de mayo, el padre del joven, natural de la localidad leonesa, fue asesinado por dos leoneses en Mataporquera (Cantabria), por lo que la madre fue condenada a 18 años de prisión una vez que se probó su participación en la muerte de su pareja.