De momento, la Junta de Castilla y León hace oídos sordos a poner ayudas económicas para impedir que, como ha comenzado a ocurrir este jueves, los últimos ganaderos de vacuno de leche de la Montaña de León tengan que tirar todo lo que ordeñan porque nadie les recoge ya su producto al dejar de hacerlo hace escasos días la Cooperativa Lechera LAR, inmensa en una grave crisis financiera que intenta capear.
Ni el portavoz del Gobierno autonómico, el consejero Carlos Fernández Carriedo, ni el delegado territorial de la Junta en León, Eduardo Diego, que hoy se ha reunido con los alcaldes de los tres municipios afectados en las comarcas de Babia y Omaña, han mencionado ningún tipo de posible desembolso de dinero para garantizar que se seguirá recogiendo la leche de los seis ganaderos que continúan afectados y están abocados al cierre de sus explotaciones.
Carriedo por un lado se ha limitado a comentar en genérico que “estos ganaderos nos importan mucho y vamos a intentar conseguirlo entre entre todos”. “A ver qué posibilidades hay a través de estas empresas, porque estos ganaderos nos importan mucho”, abundó, haciendo referencia a que de las 15 rutas que cubría LAR hasta ahora, diez de los casos ya se han solucionado en otros puntos de la provincia al asumirla “granjas y empresas que garantizan la recogida”, quedando ya sólo los seis mencionados en los municipios de Murias Paredes (Omaña), San Emiliano y Cabrillanes (Babia).
La leche ya va al foso del abono
Uno de los afectados, el ganadero José Antonio Manilla, explicaba hoy a Efe que “tenemos que deshacernos de ella porque la leche es un producto perecedero, no se puede almacenar muchos días. Tenía que haber venido hoy el camión de recogida y no ha venido nadie y por eso tenemos que tirarla al foso del abono”.
Manilla ha lamentado que ya se han enfrentado a esta situación en anteriores ocasiones y ha explicado que se había solucionado al pasar a formar parte los ganaderos de estas dos comarcas de montaña de la Cooperativa de Leche LAR. La empresa cesó el pasado martes la última de las actividades que mantenía, precisamente esa recogida de la leche en estas seis explotaciones leonesas.
“Las empresas no quieren venir a recogernos la leche por los elevados costes de transporte”, ha explicado el ganadero, que insiste, como lo han hecho los sindicatos agrarios Asaja y Ugal-UPA, que las administraciones públicas subvencionen esa ruta de recogida en las zonas con orografía complicada “si quieren que siga viviendo gente en el mundo rural”. Y es que ve que el vacuno de leche “es el que más población fija” porque los ganaderos ordeñan “mañana y tarde los 365 días al año”. “Los de vacuno vienen a ver el ganado una vez al día o cada dos días pero no viven aquí”, contrapone, lamentando “la ruina” a la que se ven abocados“: ”Si no hay recogida habrá que vender el ganado y dedicarse a otra cosa“.
Los alcaldes
Por su parte, el alcalde de uno de los municipios afectados, el de Cabrillanes, Emilio Martínez, ha insistido en que la primera medida que se debe llevar a cabo es “conseguir que alguna empresa de las que recoge por la zona se haga cargo también de la leche de estas seis explotaciones para que no tengan que tirar más”. “Es como si a un trabajador le quitan una nómina de repente, porque aunque hay ganaderos que se dedican también al vacuno de carne y tienen el de leche como complemento, en este caso en esa zona hay muchos ganaderos que sólo viven de la leche”, ha asegurado.
Martínez ha sido uno de los alcaldes que se ha reunido esta mañana con Eduardo Diego para abordar la situación de los ganaderos de los tres ayuntamientos que dejaron de recibir el servicio de recogida de leche por parte de la cooperativa Lar el pasado día 7 de enero. “Seguimos trabajando en las vías de solución para la recogida de la leche, hablando con las empresas lácteas con el fin de que alguna de ellas se haga cargo de esa leche y con el deseo de que esas conversaciones fructifiquen cuanto antes”, ha señalado sin más detalle el delegado territorial. A la reunión también han asistido la alcaldesa de Murias de Paredes, Carmen Mallo, y el de San Emiliano, David Marcello, así como con el presidente de Asaja en León, Arsenio García.