La Junta mantiene en siete las mascaradas de León que optan a ser declaradas BIC después de un año

La Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León saca a información pública el expediente para la declaración de 'Las Mascaradas en Castilla y León' como Bien de Interés Cultural de carácter inmaterial que inició hace un año. El catálogo mantiene en siete las festividades tradicionales de León en la lista -Carrizo, Laguna de Negrillos, Llamas de la Ribera, Pobladura de Pelayo García, Riello, Sardonedo y Velilla de la Reina-, y 33 en toda la Comunidad, a pesar de que el PSOE denunció que deja fuera a una decena más solo en la provincia leonesa y las Cortes pidieron evaluar el catálogo para no dejar a ninguna fuera en el conjunto de la Autonomía.

Según se recoge este martes en un anuncio del Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl), a partir de hoy se abre un periodo de información pública de un mes para que cualquier persona pueda presentar alegaciones.

Con la denominación de 'Mascaradas en Castilla y León', se agrupan un conjunto excepcional, diverso y complejo de manifestaciones festivas que se celebran en pequeñas comunidades rurales, en las que la máscara se configura como elemento definidor del personaje ritual que interviene e interactúa con otros personajes, convecinos o espectadores, en diversas escenificaciones o representaciones de carácter teatral.

Además, en el anuncio de la Junta también se resalta que el ámbito territorial en el que se desarrollan estas manifestaciones culturales, tiene lugar en las provincias de Ávila, Burgos, Palencia, Soria y Zamora, además de en León, dentro de un contexto territorial más amplio que incluye otros lugares de la Península Ibérica y otros países europeos.

El origen de estas celebraciones, es “controvertido”, recoge el expediente. “Mientras que para algunos investigadores estaría relacionado con rituales prerromanos vinculados con las prácticas agrícolas y ganaderas ligadas con los ciclos de la naturaleza y con las inquietudes espirituales y la necesidad de asegurar cosechas y animales, para otros su origen estaría directamente vinculado a las festividades heredadas de la cultura romana –Kalendas de finales de año, festividades Lupercales y Saturnales– y posteriores tradiciones europeas”, añade.

Con independencia de la pervivencia de algunos de estos ritos, las mascaradas son fruto de su propia evolución a lo largo del tiempo, de las circunstancias socio-culturales e históricas vividas y por supuesto del influjo del cristianismo.