La tragedia ambiental de Alto Sil devora casi 300 hectáreas vitales para los osos y urogallos

Foto @briftabuyo

La provincia de León, especialmente en el norte montañoso y en zonas de alto valor ecológico, continúa ardendo. Este sábado han continuado avanzando, sumando monte arrasado esencial para las especies en peligro de extinción de oso pardo y urogallo, los tres principales siniestros originados -e intencionados- desde el pasado jueves.

El peor sigue siendo el iniciado en los montes de la localidad de Matalavilla del Sil (municipio de Palacios del Sil, comarca del Alto Sil), dado que las llamas continúan avanzando de momento sin ser controladas sobre una superficie en gran parte poblada por robledales de los que se alimentan prioritariamente en esta época multitud de osos pardos. Los cálculos satelitales oficiales del sistema de emergencia de incendios de la Unión Europea de Copernicus no deja lugar a dudas de que el área quemada en esta zona roza ya las 300 hectáreas.

Las áreas y focos detectados en Alto Sil y Laciana casi en tiempo real vía satélite.

Fuentes oficiales de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León confirman que el siniestro permanece en el nivel 1 de peligrosidad, declarado hace más de 24 horas, a pesar de que todos los frentes excepto uno están bastante controlados. Eso sí, el peor desciende por “una ladera muy pendiente” que dificulta los trabajos del operativo de extinción.

En la zona han trabajado duramente hoy hasta tres helicópteros, cuatro grupos helitransportados, tres cuadrillas de tierra, un técnico, tres agentes medioambientales y además de un avión anfibio que trabajaba en otro fuego en la provincia de Palencia, y que fue desviado a Matalavilla dada su gravedad.

Pero no es el único incendio que permanece activo en la provincia leonesa. Según datos de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, aún continúan activos, aunque estabilizados, los incendios también provocados de los montes de Sosas de Laciana (Villablino, comarca de Laciana) y Caldas de Luna (Sena de Luna, comarca de Luna).

El de Sosas de Laciana ha soportado un frente de varios kilómetros, si bien aquí no afecta a superficie arbolada. Y en el de Caldas hay que sumar hoy un bombero forestal herido de una brigada helitransportada con base en Camposagrado (León) mientras realizaba labores de extinción, con un corte en un dedo por el que tuvo que ser trasladado de emergencia al Hospital de León.

Por si fuera poco, otros dos incendios más se han sumado esta tarde a la negra lista, ambos intencionados también, según las mismas fuentes oficiales y ambos en la comarca del Bierzo: uno en Toral de Merayo y otro en Cacabelos, en concreto en un pinar cercano al yacimiento de Castro Ventosa, que comparte territorio entre Cacabelos y Villafranca. La Junta también ha enviado medios a ambos siniestros.

Se avecinaba un final de semana complicadísimo para los incendios forestales, según los parámetros de riesgo basados en las predicciones meteorológicas, por el elevado calor y la sequedad del terreno, y no solo se ha cumplido con creces en la provincia de León sino que el impacto medioambiental de los incendios está resultado gravísimo en hasta tres puntos de la provincia.

La peor parte se la lleva a esta hora el siniestro originado ya en la tarde del pasado jueves en los montes de la localidad de Matalavilla del Sil (municipio de Palacios del Sil), dado que las llamas continúan avanzando de momento sin ser controladas sobre una superficie en gran parte poblada por robledales de los que se alimentan prioritariamente en esta época multitud de osos pardos de toda la zona de Alto Sil. Pero además, los diferentes focos de llamas avanzan sobre otra amplia superficie aledaña, al noreste del embalse de Matalavilla, que es área crítica para otra especie amenazada como es la del urogallo.

Mapa de la extensión por satélite del incendio de Alto Sil. / @eforestal

De momento, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León mantiene desde el viernes por la tarde el nivel 1 de peligrosidad de acuerdo con el Plan Infocal, debido a que ha durado ya mucho más de 12 horas. Y especifica que en el lugar trabaja un dispositivo formado por tres helicópteros, cuatro grupos helitransportados, tres cuadrillas de tierra, un técnico, tres agentes medioambientales, además de un avión anfibio que trabajaba en otro fuego en la provincia de Palencia y que ha sido desviado a Matalavilla dada su gravedad.

La jornada de este sábado será crucial, pero los cálculos satelitales que publica la web Educación Ambiental Almázcara, que actualiza cada ciertas horas el perímetro del siniestro y su avance, permiten estimar que ya se han superado las 50 hectáreas quemadas.

Pese a todo, no es el único incendio que permanece activo en la provincia leonesa. Según datos de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, aún al término de la jornada de ayer viernes permanecían vivos otros siniestros ocurridos en montes de Sosas de Laciana (Villablino) y Caldas de Luna (Sena de Luna).

El de Sosas de Laciana tiene un frente de varios kilómetros, si bien las mismas fuentes matizan que pero no afecta a superficie arbolada, cuando surgen críticas de los vecinos por la tardanza con la que actuó la administración a la hora de enviar medios para su extinción.

En el caso del incendio de Sena de Luna, las brigadas forestales a través de sus perfiles en redes sociales informan de que se espera la llegada esta misma mañana de medios aéreos procedentes de la base de la provincia de Ávila, mientras la brigada helitransportada de la base de Tabuyo del Monte en León y sus helicópteros se dirigirán al siniestro de Sosas de Laciana.

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