La Guardia Civil pilla a un hombre con 200 ranas pescadas ilegalmente para su venta a restaurantes en León

Plato de ancas de rana a la bañezana, archivo.

Redacción ILEÓN

16 de junio de 2025 13:27 h

La Guardia Civil ha denunciado a un hombre por pescar decenas de ranas, hasta alcanzar el número de 200 ejemplares, en una presa de la provincia de León tras sorprenderle y poner en marcha un proceso que puede acarrearle no sólo multas sino incluso un delito de carácter penal, llegado el caso.

Y es que según informa el cuerpo rural de Seguridad del Estado, el hombre identificado como autor no sólo capturaba en gran cantidad esta especie que no es pescable sino que además pretendía conseguir amplias ganancias económicas con ello a través de la venta de las ranas a establecimientos hosteleros que suelen incorporar en sus menús raciones de ancas de rana, muy tradicionales en zonas del suroeste de la provincia, en el torno de La Bañeza y comarcas cercanas.

Según se explica en una nota de prensa facilitada por la Subdelegación del Gobierno en León, una patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Comandancia de León, mientras realizaba labores de vigilancia y prevención del furtivismo, detectaron la presencia de un hombre pescando ranas en una presa-desagüe anexa al canal de la Mata, dentro del término municipal de Bustillo del Páramo. Los hechos ocurrieron en una fecha no facilitada del pasado mes de mayo y tampoco se detallan la edad del investigado ni otros detalles específicos.

Una vez identificada dicha persona, se verificó que el método empleado consistía en el arte de pesca tradicional para la pesca de ranas, el cual consiste en el empleo de una caña, hilo de pescar y un señuelo que es un trapo de tela de color rojo. Posteriormente, en el en el interior del vehículo empleado por el pescador, localizaron una bolsa de tela y un saco. En el interior de ambos contabilizaron más de 200 especímenes de rana común (pelophylax perezi) y confirmaron, como detalla la nota, que el destino final era “la venta en establecimientos hosteleros de la comarca con el fin de obtener un beneficio económico”.

Los ejemplares de rana, al estar todavía vivos y al tratarse de una especie no pescable, según la normativa en vigor de la Junta de Castilla y León, fueron devueltos en ese momento a su hábitat natural.

Durante esta actuación se le intervinieron las artes empleadas para la pesca, procediéndose por estos hechos a instruir diligencias por un supuesto delito contra la flora y la fauna, siendo remitidas al Juzgado de instrucción correspondiente.

Ranas decomisadas por la Guardia Civil en una presa del Páramo.

Las legislaciones lo dejan claro

Desde finales de 2018, la rana dejó de ser oficialmente una especie pescable en la Comunidad autónoma de Castilla y León. La normativa fue publicada en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) en esa fecha, tras la entrada en vigor de la Orden anual de pesca para 2019, de modo que desde entonces las ranas no están reguladas como una especie cinegética, sino que pasa a estar protegida de forma general, tal como recoge la Ley 42/2007 de Patrimonio Natural y Biodiversidad.

La protección es clara: “Queda prohibido dar muerte, dañar, molestar o inquietar intencionadamente a los animales silvestres, sea cual fuere el método empleado o la fase de su ciclo biológico”. Esta prohibición incluye su retención y captura en vivo, la destrucción, daño, así como la posesión, transporte, tráfico y comercio de ejemplares vivos o muertos o de sus restos, incluyendo el comercio.

Todo esto está respaldado por la legislación estatal e incluso por el Código Penal, que contempla sanciones por este tipo de infracciones en sus artículos 334 y 335, resalta la Guardia Civil como advertencia para quienes quieran emplear métodos ilegales para la pesca de especies prohibidas, como lo son las ranas.

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