El Gobierno quiere acelerar regadíos modernos en Villares, Presa de la Tierra y Velilla

Desbordamiento en la concentración parcelaria de Villares de Órbigo.

Leticia Pérez / ICAL

El presidente de la Sociedad Mercantil Estatal de Infraestructuras Agrarias (Seiasa), Alejandro Alonso, trasladó hoy la intención del organismo dependiente del Ministerio de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente (Mapama) de poner en marcha “con la máxima agilidad” los cinco nuevos proyectos de modernización de regadíos anunciados por el Gobierno para Castilla y León por importe de 48,5 millones de euros. Alonso abogó por “acortar”, en la medida de lo posible, los procesos de ejecución de estos proyectos con el fin de poder terminar en un plazo de “tres años” estos cinco proyectos y el resto de iniciativas de modernización que están en marcha en la Comunidad.

Alonso se reunió hoy con representantes del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl), Ferduero y las cinco comunidades de regantes cuyos regadíos se van a modernizar en virtud de la encomienda realizada por el Gobierno -Canal Alto de Villares, Presa de la Tierra y Canal de Velilla, en la provincia de León; la de Pisuerga, en el sector G en su fase 2, en la provincia de Palencia; y la comunidad de regantes del Canal de San José en su sector I, en Zamora.

En el encuentro de hoy lo que se pretendía era “agilizar” los trámites que hay que hacer a partir de ahora para “acortar” los procesos de ejecución de estos proyectos, que Alonso reconoció que son “complejos, difíciles y necesitan de múltiples autorizaciones”. Este proceso comenzará con la firma de los convenios financieros con cada una de las comunidades, algo para lo que hoy se ha analizado su contenido, para que puedan ser una realidad los cinco proyectos “en el primer trimestre del año”. Una vez formalizados los acuerdos, es momento de proceder a la redacción del proyecto, que puede llevar a cabo la propia comunidad de regantes, para que los proyectos sean luego sometidos a evaluación ambiental y a la aprobación final por parte del Ministerio de Agricultura antes de la encomienda a Tragsa para el desarrollo de los trabajos.

“Es un proceso que puede durar dos o tres años, pero si somos capaces de terminar en tres años las cinco obras y las otras que tenemos en Castilla y León, habremos hecho un buen trabajo”, reconoció Alejandro Alonso, quien puso de relieve la importancia de Castilla y León en materia de regadíos, ya que es el territorio autonómico donde mayor actividad está desarrollando Seiasa.

En la actualidad, según explicó Alonso, son diez las obras que se están acometiendo actualmente en Castilla y León “en distintas fases”: dos en ejecución, dos que van a comenzar “muy rápidamente” y otras que se encuentran en “distintos niveles de gestión”, con un volumen de inversión que asciende a 168 millones de euros. Si a esto se suma la aportación de la Junta en el marco del convenio firmado entre ambas partes, con un 26 por ciento adicional, la inversión en modernización en la Comunidad asciende a 200 millones de euros.

“Hay mucho por hacer, pero tenemos una cartera de obras importante” y confió en que el Gobierno, una vez que cuente con los presupuestos generales del Estado, siga encomendando obras porque “hay una cartera de pedidos de comunidades de regantes que quieren seguir modernizando”, declaró.

El presidente de Ferduero, Ángel Gonzalez Quintanilla, reconoció que estas cinco obras de modernización que ahora comienzan su andadura son “un paso”, aunque recordó que después la premisa más importante es disponer de agua ya que, de lo contrario, la modernización “sirve de poco”. Además, González Quintanilla incidió en que son las comunidades de regantes quienes, en el momento de la firma del convenio, aportan el 32 por ciento de la inversión en un aval y un crédito “sin los que no se licita la obra”, y el resto hasta el 74 por ciento que aporta Seiasa, se comprometen los regantes a pagarlo “en plazos sucesivos”.

Los regantes reiteraron que son “los primeros interesados” en que se acometa la modernización, por lo que cifró en 80.000 las hectáreas que están a la espera de presupuesto para salir adelante. “Las comunidades son las primeritas que buscan su dinero para ponerlo encima de la mesa, pero lo único que necesitamos son presupuestos generales del Estado y que se dediquen a la infraestructura”, declaró.

Sin embargo, González Quintanilla diferenció la modernización de la necesidad de regulación que tiene Castilla y León, que solo tiene capacidad para embalsar un 31 por ciento del agua que cae, lo que supone “una miseria” frente a otras zonas que tienen capacidad para embalsar “incluso para dos y tres años”.

El presidente de los regantes recordó que en las “famosas” borrascas del pasado mes de diciembre, los embalses de León recogieron 400 hectómetros cúbicos de agua. La ausencia de embalses habría provocado que el agua hubiera ido “en plancha” por las riberas, por lo que las regulaciones lo que hacen es “laminar” las avenidas, abastecer de agua a las ciudades y caudales ecológicos, y el agua restante va destinado al riego.

Cinco proyectos

La reunión de trabajo convocada hoy en Valladolid sentó las bases para el acuerdo que permita poner en marcha la modernización de cinco zonas en Castilla y León según mandato del Gobierno. La delegada del Ejecutivo en la Comunidad, Mercedes Martín, recodó que el Consejo de Ministros aprobó diez nuevas zonas de regadío, con un montante de 74 millones de euros, cinco de ellas en Castilla y León, con una inversión de 48,5 millones.

Estos datos suponen, a juicio de Martín, “la apuesta clara del Gobierno por la modernización de regadíos como instrumento de sostenibilidad en el sector agroalimentario de la Comunidad” para hacerlo “más rentables” las explotaciones agrícolas y trabajar en el “drama” que tiene Castilla y León, que es la despoblación. “Es un instrumento para trabajar contra la despoblación y el desarrollo rural, más allá de la generación de empleo”, dijo.

Estos cinco proyectos de modernización suponen una superficie de algo más de 18.000 hectáreas. De ellas son unas 1.500 en el Canal de San José, en la provincia de Zamora: 12.200 hectáreas en el Pisuerga, con una parte importante ya modernizada; 2.252 en el Canal Alto Villares; 1.511 de Presa de la Tierra y 962 hectáreas en Velilla.

En los últimos 20 años, Mercedes Martín recalcó el “compromiso firme” del Gobierno de España para que estas iniciativas sean “un instrumento de modernización” que permita luchar contra la despoblación, favorezca el desarrollo rural y hace “más productivas” las explotaciones de la Comunidad, además de la sostenibilidad y trabajar “de forma racional” con un bien escaso como es el agua.

Etiquetas
stats