Las balas de basura del Páramo dejarán el CTR con solo 2 años de vida
El nuevo presidente del consocio provincial para la Gestión de los Residuos Sólidos Urbanos de León (Gersul) y vicepresidente segundo de la Diputación, José Antonio Velasco, considera clave este mes de junio para solventar un doble problema generado durante años con la basura provincial: por un lado dar solución a las 400.000 balas de basura que permanecen desde 2001 en una finca de Santa María del Páramo; y otro otro, la saturación inminente a la que se enfrenta el vaso de vertido del centro de tratamiento de residuos (CTR) de San Román de la Vega.
Ambos serios problemas van íntimamente unidos desde que se supo que la Diputación y la Junta abogan por solventar las balas llevándolas al CTR. Porque aunque el vaso del CTR se encuentra en la mitad de su supuesta vida útil, en realidad ya está ocupado al 66% de su capacidad, según fuentes absolutamente fiables consultadas por ileon.com. Y cuando lleguen las balas de la finca de El Busto del Páramo le dejarán a ese vaso como mucho 2 años de vida útil. O sea, prácticamente sin margen de reacción. Lo que significa que o se acomete ya una solución o todo el sistema de residuos de la provincia leonesa quedará paralizado sin lugar donde vertir.
Velasco: “El nuevo baso es mucho más urgente”
El presidente y diputado de Medio Ambiente, José Antonio Velasco, reconoce que han fallado la gestión y los cálculos. Porque “el CTR estaba construido para 20 años teniendo en cuenta una entrada de basura de 180 toneladas cada año, pero ha habido años de 220 toneladas”. La falta de separación y reciclaje, tanto en domicilio como en las plantas de transferencia, explican que un vaso de vertido que tenía que durar hasta 2024 se pueda quedar completo en 2016.
Por eso, Velasco advierte que “aunque un nuevo vaso habría que hacerlo igual, en realidad ahora simplemente es mucho más urgente”. Y calcula que Gersul plantee un proyecto inminente en la próxima asamblea del consorcio en el que se recoja un segundo vaso de vertido en la instalación del CTR que tendrá aproximadamente la mitad de la capacidad del actual. Su vida útil alcanzaría, casi con exactitud, el tiempo de adjudicación que le resta a la UTE Legio VII que lo gestiona.
13 años de “solución temporal”
Cuando se produzca el traslado de las balas de residuos de Santa María del Páramo, el plazo para realizar estas labores se estima en 4 meses. Hay que tener en cuenta que después de 13 años que cumplieron en la finca actual ya de basura tienen poco, y han soltado todos los lixiviados (líquidos contaminantes). En todo este tiempo, el Ayuntamiento de Santa María del Páramo ha venido cobrando a razón de 200.000 euros al año por este depósito que era temporal.
Tanto la solución del traslado de las balas al CTR como la construcción del segundo vaso nuevo tienen el beneplácito por supuesto de la Diputación y también de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León. Se está negociando con la UTE Legio VII, que estaba obligada a solventar el problema de las 400.000 toneladas de las balas del Páramo, y además porque como ha sabido iLeon.com alguien tiene que asumir el coste que se paga por cada kilo de entrada de basura en el centro de San Román de la Vega.
En la parte de los escollos y dificultades que aún hay que aclarar se encuentran el Ayuntamiento de San Justo de la Vega, municipio donde se ubica el CTR, y que en su día se negó a tener la planta a través de los votos en contra de un 83% de los vecinos, aunque sirvió de bien poco.
Reticencias jurídicas y una subvención que se agota
Pero otra dificultad no menos compleja son las reticencias de carácter jurídico que han planteado desde la propia Diputación y Gersul la Secretaría y especialmente el interventor. Unas reticencias que preocupaban profundamente a la ex presidenta de la Diputación y del consorcio, Isabel Carrasco, que estuvo tratando de buscar una salida a este asunto en la misma mañana del día en el que murió asesinada por una venganza personal, el pasado 12 de mayo.
En el trasfondo de la urgencia por buscar una solución está, además del tiempo que se agota para tener sitio para depositar la basura de toda la provincia, el hecho de que los cinco millones de euros que costará ese nuevo baso provienen en gran medida de una subvención europea que tiene los días contados.
