Herrera destaca de Suárez su mérito de “escuchar e interpretar el deseo sincero de paz y de libertad de todos los españoles”
El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, destacó hoy que el “fundamental mérito” de Adolfo Suárez fue “saber escuchar e interpretar el deseo sincero de paz y de libertad de todos los españoles”, algo que, desde su punto de vista, no fue fácil en “momentos muy revueltos, con tantas tensiones, y tantas heridas todavía abiertas en la carne viva de nuestra Nación”. “Pero con voluntad resuelta, audacia y patriotismo de verdad, se logró culminar una obra a la que debemos el periodo más largo y fructífero de democracia y libertad que ha conocido nuestra Historia”, mantuvo el jefe del ejecutivo regional en una artículo titulado 'Memoria y Gratitud de Adolfo Suárez'.
Herrera, para quien Suárez ha pasado a formar parte, “definitivamente, como protagonista principal, de algunas de las mejores páginas de la Historia de España. Y de la memoria agradecida de los españoles”, lo definió como “un abulense elegante, sobrio y cordial”, que siempre estuvo orgulloso de su tierra, de su “condición y raíz castellana y leonesa”. De hecho, recordó que con motivo de la entrega, en 1997 de la Medalla de Oro de Castilla y León, expresó: “En estas tierras nací, me formé, y en ellas aprendí que la gran maestra es la vida, y que ésta vale muy poco si no se pone al servicio de los demás. Aquí aprendí el valor de las cosas primarias y fundamentales: la vida, la familia, mis creencias religiosas, y que la ética debe ser el camino para conseguirlas. En estas tierras aprendí que es necesario penetrar en la esencia de la cosas. Y esa esencia en lo político, en lo social, y en lo cultural, nos lleva a la idea de España, que ha sido una guía constante para mí”.
Siempre con palabras de gratitud, el presidente de la Junta, recordó que con la entrega de dicha distinción, Castilla y León le expresó “su orgullo y gratitud por sus grandes servicios a España; un sentimiento que hoy mantiene toda su vigencia y justicia”. “Adolfo Suárez supo aunar las posiciones más encontradas para alcanzar un consenso que hizo posible la Transición en España. Desde la Dictadura nacida de la última Guerra Civil, hasta la Democracia Parlamentaria que estableció la Constitución de 1978, y que fue y sigue siendo la mejor expresión de aquella voluntad de reconciliación y de convivencia en libertad de los españoles. Fueron éstos sin duda los que quisieron abrir esa nueva página de nuestra no siempre fácil historia colectiva”, apuntó.
Además, precisó que como siempre ocurre con los grandes cambios políticos y sociales, fue también imprescindible en aquel tiempo y proceso el liderazgo “la inteligencia y la generosidad de algunos buenos hombres singulares, que fueron capaces de renunciar a cualquier idea parcial de España, y con ello se convirtieron en protagonistas principales de aquel éxito de todos”. “Y entre ellos destacan, ya para siempre, la figura del Rey Don Juan Carlos, y por supuesto la de Adolfo Suárez, el primer presidente de Gobierno de nuestra Democracia”.
En su artículo, Herrera, quien recuerda que sería “suicida” que las nuevas generaciones de españoles olvidaran aquella época, añadió que la “vida es compleja y en ocasiones cruel, pero finalmente suele hacer justicia”. “Y así, tras no pocos años de incomprensión oficial y de adversa opinión pública, y tras la larga enfermedad de la desmemoria y el silencio en que ha estado rodeado del amor protector de su familia, Adolfo Suárez se nos muestra en este momento de su desaparición física como el modelo de hombre cabal, coherente en vida y obra, ejemplo del valor y del poder superior de la voluntad, del diálogo y del acuerdo políticos. ”De la grandeza del servicio público a los intereses generales. Y de la honesta generosidad para que tus deseos y tus tiempos dependan de los del conjunto de la sociedad, y no al revés. Una figura decisiva para la Historia de España, que sentía con orgullo su condición de castellano y leonés“.